«Nuestro plan —declaró el fundador del club rotario, el año de 1905 en Chicago el abogado masón Paul Harris,— hace caso omiso de todo credo y glorifica los hechos. Rótary está abierto a protestantes, católicos, judíos, musulmanes, cristianos, budistas, y ateos. ¿Vamos a ser retrógrados, o debemos ir adelante con el progreso de los tiempos?»
Hoy son 5.200 distritos, 12.000 clubes y 750.000 miembros.
William Mayer afirmó en México que “todos y cada uno de les rotados deben desterrar de sus mentes los prejuicios de religión y de nacionalidad”; y en 1944 el doctor del Forno, aseguró que “la moral sin dogmas forma la conciencia del Rótary”
11 de abril de 1944 Julián J. Lastra en el Rótary Club de Neuquén: “Sobre la cumbre de la montaña de los siglos hay una hueva cruz, el Rótary, pero cruz sin víctima odiosa. Nuestro código moral rotario sin principios dogmáticos, sino empíricos, es como el evangelio de la sagrada escritura. Con nuestra política de buena vecindad y nuestra palabra de honor, alcanzaremos la paz entre los hombres y la armonía entre las naciones».
El Obispo de Tuy (Vigo, 8 de octubre de 1928), advierte que «para los buenos católicos no hay ni puede haber otros medios de perfeccionamiento en el orden religioso, moral y social, que los que tienen por base los principios de la religión, de la moral y de la sociología de Cristo, el único verdadero Salvador de la Humanidad».
El masón neoyorquino Roberto A. Grennfield: “La masonería se vale de la YMCA (protestante) y del Rótary para combatir al catolicismo”. A Plutarco Calles,(Jefe Máximo de la Revolución, asesino de los Cristeros, ver foto) después de felicitarlo, le decía: “Estamos resueltos a cooperar con vuestro gobierno mientras podamos»
La Carta pastoral del Obispo de León asocia a los rotarios a la lista de enemigos de la Iglesia Católica, en la que figuran los protestantes, los indiferentes y los masones, todos ellos en «amigable consorcio» maquinando «contra nuestra santa religión, contra la Iglesia y sus ministros».
La Carta pastoral con motivo del próximo Adviento del Obispo de Almería, pide a sus feligreses que se aparten de lo que pueda poner en peligro sus almas, señalando que el rotarismo, al poseer un «código rotario de ética», incurre en «laicismo» y «naturalismo», además de no circunscribirse «a la profesión especulativa, mercantil y de orden económico», y de invadir «la vida social y doméstica, a los amigos, a los esposos, a los padres, a los hermanos y a los ciudadanos en general para» supuestamente «hacerlos mejores».
La Iglesia Católica censura que los rotarios fundamenten la moral sin referencia alguna a Cristo y a Su única Iglesia; esto no es solo debido a que el magisterio enseñe que Extra Ecclesiam nulla salus.
El 4 de febrero de 1929, la Santa Sede prohibe a los sacerdotes participar en reuniones rotarias ya fuera como miembros o como invitados (el famoso «non expedire»). Esta prohibición se reitera mediante Decreto de la Sagrada Congregación del Santo Oficio de 20 de diciembre de 1950.
En Londres existe una logia masónica -la Rótary Lodge- reservada exclusivamente para rotarios masones y cuyo Gran Maestre es el Príncipe Consorte, Felipe de Edimburgo.
El Boletín de enero de 1928 del Gran Oriente Español decía que “los masones podían considerarse como los hermanos mayores de los rotarios, ya que entre una y otra institución hay grandes puntos de contacto”.
“En los clubes rotarios —afirma la revista masónica “Alpina”— tienen su puesto muchos masones; y esto es fácilmente comprensible, dados los principios porque se rige el rotarismo».
Entre los diversos centros que deben su iniciación al Rótary, debemos nombrar, por su gran importancia, al Club de Leones. Esta institución, llamada también Lions International, cuya casa matriz se halla en Chicago, nació en la ciudad estadounidense de Dallas, Texas, en 1917, como hermano menor del Rótary. Según se cree, es una organización internacional de origen masónico. El leonismo ha fundado ya 21.000 clubes en el mundo y cuenta con 1.500.000 asociados.
Chesterton los define como:
“una organización sin alma, desprovista de toda dignidad espiritual. El compañerismo rotariano no tiene nada de cristiano y su teoría de la propia suficiencia es la más negra de las modernas herejías.
El hombre no se basta a sí mismo, debe apoyarse en Dios; y el rotarismo prescinde de toda idea divina en las relaciones humanas. La hermandad de los hombres necesita de la paternidad de Dios. Cuando se suprime o evita la creencia en lo sobrenatural todo queda reducido a una mezquina colección de presuntuosos»
http://www.es.catholic.net/sectasapologeticayconversos/243/1460/articulo.php?id=47386


