Dignidad, deriva del adjetivo latino «digno» y se traduce por «valioso». Hace referencia al valor inherente al ser humano en cuanto ser racional, dotado de libertad y poder creador, pues las personas pueden modelar y mejorar sus vidas mediante la toma de decisiones y el ejercicio de su libertad, sólo el que sabe y puede gobernarse a sí mismo, según un principio racional, resulta «señor de sus acciones» y en consecuencia, al menos parcialmente, un sujeto libre, digno.
Indignación, del latín indignatĭo, es un enojo o enfado vehemente contra una persona o contra sus acciones. Puede asociarse esta emoción a la ira, la irritabilidad o la furia.
La indignación suele ser una reacción espontánea contra algo que se considera inaceptable.
