Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley… Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama. Gal 4:4 En él tenemos por medio de su sangre la redención, el perdón de los delitos, según la riqueza de su gracia […]
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