Augusta Reina de los Cielos, soberana Señora de los Ángeles. Tú que desde los comienzos recibiste de Dios el poder y la misión de aplastar la cabeza de Satanás, te suplicamos humildemente: envíanos tus legiones celestiales para que, bajo tus ordenes y poder, ellas persigan a los demonios, los combatan por todas partes, repriman su audacia y les recluyan en los abismos.
¿Quién como Dios? Santos Ángeles y Arcángeles, defiéndannos y guárdennos.
Oh María, Reina de los Ángeles, manda a San Miguel Arcángel para defendernos en todas las situaciones de peligro del cuerpo y del alma. Amén.

