Una de las razones principales por las que la Iglesia Católica usa incienso se debe a que fue uno de los tres regalos dados a Jesús en su nacimiento por los Reyes Magos. El olíbano simboliza la divinidad de Cristo.
El Incienso es una sustancia aromática que se obtiene de ciertos árboles resinosos y empleado principalmente con fines de culto religioso. La palabra también se utiliza para señalar el humo o perfume que surge cuando se quema el incienso.
A Moisés se le dio una fórmula para el incienso que se utilizarán exclusivamente en el culto a Yahvé. Se debe hacer de partes iguales de estoraque, onicha, gálbano y olíbano, mezclado y molido en polvo fino.
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SALMO 140, 1-9 |
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En tiempos antiguos el incienso se extraía de dos árboles, es decir, el Boswellia sacra de Arabia Felix, y el Boswellia papyrifera de la India, ambos pertenecientes a la familia de los terebintos. Se le menciona en Núm. 7,14; Deut. 33,10, etc, de uso común en el Templo, hay referencias a él en el Nuevo Testamento (Lc. 1,10; Apoc. 8,3-5) que sugerirían una temprana familiaridad en el culto cristiano.
El “Ordo Romano VI” describe la incensación del celebrante, y los clérigos ayudantes, se utiliza el incienso en las Misas, bendiciones solemnes, funciones y procesiones, oficios corales y en las absoluciones para los difuntos,se inciensa a las personas, lugares y cosas tales como las reliquias de Cristo y de los santos, el crucifijo, el altar, libro de los Evangelios, los féretros, los restos, la sepultura, etc.
Desde el Éxodo hasta el Apocalipsis Vemos el uso el incienso
“También harás un altar para quemar el incienso. Lo harás de madera de acacia” (Éxodo 30:1, instrucciones para el Tabernáculo de Dios);
“Y vino otro ángel que se ubicó junto al altar con un incensario de oro y recibió una gran cantidad de perfumes, para ofrecerlos junto con la oración de todos los santos, sobre el altar de oro que está delante del trono.” (Apocalipsis 8:3).
La Biblia deja claro que el incienso es algo grato a Dios: “Uno de ellos tomará un puñado de la flor de harina de la ofrenda, con su aceite y todo el incienso que está sobre la ofrenda, y lo hará arder sobre el altar como un memorial de olor grato al Señor.” (Levítico 6:15), en los Salmos David usa el incienso en la adoración, “Suba mi oración delante de ti como el incienso, el don de mis manos como la ofrenda de la tarde.” (Salmo 141:2).
En Lucas 1:9-11 vemos dos detalles muy católicos relacionados con el incienso: “Le tocó en suerte, según costumbre sacerdotal, entrar en el Templo a ofrecer el incienso. Mientras ofrecía el incienso, una gran multitud de fieles permanecía fuera en oración. En esto, un ángel del Señor se le apareció a la derecha del sumo sacerdote altar del incienso.” Vemos un sacerdote ofreciendo incienso al Señor en un altar mientras los fieles oran. Está claro que ese incienso, “de olor grato al Señor” es un elemento de adoración.
No deja de sorprender los ataques que los protestantes hacen al uso del incienso.
La Iglesia Católica mantiene el uso bíblico del incienso, fiel a las raíces del cristianismo.
El Cirio pascual lleva Cinco granos de incienso en forma de clavos, en las cinco cavidades previamente hechas en el medio del Cirio, dispuestas en forma de Cruz, simboliza las cinco llagas de Nuestro Señor en las cuales penetraron los aromas y perfumes llevados por Santa María Magdalena y las santas mujeres al sepulcro. El incienso es una substancia aromática que quemamos en alabanza a Dios, su humo, subiendo, simboliza nuestro deseo de permanente unión a Él y de que nuestra vida, nuestras acciones y nuestras oraciones sean agradables al Señor. Representa también, nuestra oración que deseamos llegue a Dios, como suave perfume de amor. Esos granos simbolizan todavía las cinco llagas gloriosas de Cristo Resucitado que le posibilitaron amarnos totalmente, conforme Él mismo dijera: «No hay mayor amor que dar la vida por los amigos» (Jn 15, 13):»Por sus santas llagas, sus llagas gloriosas, Cristo Señor nos proteja y nos guarde. Amén».
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