Cruz de Jerusalén

El diseño de la Cruz de Jerusalén o «Cruz de las Cruzadas», fue la enseña entregada por el papa Urbano II al Reino de Jerusalén. Se conoce también como CRUZ DE GODOFREDO líder de la Primera Cruzada.

Las cuatro cruces de menor tamaño simbolizan para algunos a los cuatro evangelistas y para otros los cuatro puntos cardinales por los que el mensaje de Cristo se difundió desde Jerusalén. También se considera que las cinco cruces que componen este emblema, representan las cinco heridas que sufrió Jesucristo cuando fue crucificado.
Usada por las primeras comunidades cristianas de Oriente Medio en la época Romana, cientos de años antes de las primeras cruzadas.
Antiguos objetos encontrados en distintas localidades de Tierra Santa nos hacen pensar en la Cruz de Jerusalén, incluidos algunos mosaicos en los que aparece exactamente igual a la actual. Este ha sido el motivo por el que los franciscanos de Tierra Santa la han adoptado.

Santa Elena, madre del Emperador Romano Constantino «El Magno», convertido al Cristianismo en el año 313, llevada por su devoción al Santo Sepulcro viajó a Jerusalén en busca de la ubicación de la Vera Cruz, que le sería descubierta por un judío llamado Quirino.

Un grupo de caballeros el año 1099 luego de reconquistar Jerusalén de manos de los Musulmanes que la invadieron en el año 638, constituyeron una Orden de Caballería, religiosa y militar, pues no sólo con plegarias se protegía el tempo del Santo Sepulcro, convirtiéndose en unos sacristanes armados. Según su procedencia lucían la cruz de diferentes esmaltes o metales (color heráldico), los franceses la llevaban de plata (blanco), los italianos de azur (azul oscuro), los alemanes de sable (negro), los polacos de sinople (verde), y los españoles de gules (rojo).

Aunque fuera justa y lícita la guerra contra los infieles usurpadores que habían ocupado Tierra Santa, se prohibía absolutamente a los clérigos, bajo pena de excomunión, matar a otro hombre con las armas, siquiera fuera un musulmán y en legítima defensa. Esto propició la caída de la ciudad santa de Jerusalén, ocupada por los musulmanes de Saladino en 1187.

Algunas órdenes religiosas fundadas en tierra santa se dedicaron al rescate (pago del Secuestro) de cautivos cristianos de manos musulmanas.
Como fue el caso de Cervantes Saavedra autor del Quijote, «y costó su rescate quinientos escudos de oro en oro».

También intervinieron en numerosas batallas de la reconquista contra los invasores musulmanes, que ocuparon España por más de 800 años.

En 1489, el Papa Inocencio VIII fusiono estas órdenes en la de los hospitalarios.

En 1847 el Papa Pío IX les confirió estatutos.

Actualmente subsisten dedicadas al sostenimiento del cristianismo en Tierra Santa, como Orden de Malta u Orden Teutónica, con un peso honorífico y particular dentro de la Iglesia Católica y en España como la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén.