La Fe ha sido siempre vivida en medio de culturas fetichistas o idolátricas, pero Dios dice…
«Conozco tus obras, tus trabajos y tu constancia. Sé que no puedes tolerar a los perversos: has puesto a prueba a quienes usurpan el título de apóstoles, y comprobaste que son mentirosos.
Sé que tienes constancia y que has sufrido mucho por mi Nombre sin desfallecer.
Pero debo reprocharte que hayas dejado enfriar el amor que tenías al comienzo.
Fíjate bien desde dónde has caído, conviértete y observa tu conducta anterior.»»
Apo 2:2
Sera coincidencia el enfriamiento de la Fe y las feas «costumbres» que ha adquirido el mundo, en medio de una prosperidad que permite el uso de todas las comodidades, por primera vez y a nivel casi general en la historia humana?
Libertad sexual (Aborto, con o sin «píldora», cambio de Genero)
Cambio de atuendos (uso del «BlueJean», muchas veces roto)
Comer con las manos (sin cubiertos,comidas rápidas)
Música estridente que invita al vicio y danzas obscenas.
Irreverencia a la autoridad (L’enfant terrible)
Abuso de alcohol y drogas.
Cabello largo en hombres y sin afeitar.
Moda «despeinada», en mujeres que parecen trasquiladas.
Todas estas costumbres que van contra el buen gusto y la dignidad.
¡Feliz el hombre
que no sigue el consejo de los malvados,
ni se detiene en el camino de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los impíos,
sino que se complace en la ley del Señor
y la medita de día y de noche! Salmo 1,1-2




