Deseo una imagen que sea signo tangible de mi presencia
«Deseo que el clero me haga entrar en todas las familias, en los hospitales, también en los laboratorios y en los talleres, en los cuarteles, en las salas de deliberación de los ministros de todas las naciones, y en fin, en cualquier parte en donde se encuentren mis criaturas, ¡aunque hubiera una sola criatura!
Que el signo tangible de mi invisible presencia sea una imagen que demuestre que estoy realmente presente allí. Así todos los hombres actuarán bajo la mirada de su Padre, y yo mismo tendré bajo mi mirada a la criatura que he adoptado después de haberla creado, y todos mis hijos estarán bajo la mirada de su tierno Padre.
Indudablemente también ahora estoy en todas partes, ¡pero quisiera estar representado en manera sensible!«
“¡Te lo dije ya y te lo repito: no puedo donar una vez más a mi Hijo predilecto para
demostrarles a los hombres mi amor! Ahora es para amarlos y para que conozcan este
amor que yo vengo en medio de ellos, tomando el aspecto y semenjanza, y la pobreza.
Mira, ¡pongo en el suelo mi corona y toda mi gloria para tomar la actitud de un hombre
común!”
Después de haber tomado la actitud de un hombre común poniendo su corona y su
gloria a sus pies, puso el globo del mundo sobre su corazón, sosteniéndolo con la mano izquierda, y se sentó junto a mí.
