El Agnus Dei son unos discos o huevos de cera que se hacen con los sobrantes del cirio pascual del año anterior, eran frecuentemente enviados por los Papas como regalo a los soberanos y a personajes distinguidos. Existe una famosa carta en verso que acompañaba al Agnus Dei que regaló el Papa Urbano V al Emperador Juan Paleologo en 1366.
Tiene la figura impresa de un cordero y es bendecido en una ceremonia especial por El Santo Papa. El cordero generalmente sostiene una cruz o una bandera, otras veces llevan figuras de santos o el nombre y el escudo de armas del Papa está frecuentemente impreso en el reverso.
Sabemos por Ennoldius (año 510) que los fragmentos del Cirio Pascual eran usados como protección. Es un Sacramental como el agua o el óleo crismal, en el Cirio Pascual la cera representa la carne Virgen de Cristo, la Cruz asociada con el cordero, sugiere la idea de una víctima ofrecida en sacrificio y así como la Sangre del Cordero Pascual protegió las casas de la destrucción del Ángel, el propósito de estos medallones consagrados es de proteger a quienes los usen o posean de toda influencia maligna.
Conocemos por el «Ordo Romanus» editado por Muratori (Lit. Rom, II p. 1004) que en siglo IX el archidiácono elaboraba los Agnus Deis temprano en la mañana del Sábado Santo con cera limpia mezclada con Crisma, y que era distribuida por él a la gente en el sábado siguiente (Sabbato in Albis). En una fecha posterior el mismo Papa generalmente asistía tanto a la bendición como a la distribución. La gran consagración del Agnus Dei se realizaba solamente en primer año de pontificado y de allí en adelante cada siete años, esta regla se encuentra todavía en vigor.
Los discos de cera son ahora previamente preparados por algunos monjes y ya no se usa crisma. En el miércoles de la Semana de Pascua estos discos son presentados al Papa quién los sumerge en un depósito de agua mezclada con crisma y bálsamo y diciendo algunas oraciones consagratorias. La distribución toma lugar con solemnidad el sábado siguiente, cuando el Papa después del «Agnus Dei» de la misa pone un paquete con Agnus Dei en la mitra invertida de cada cardenal y obispo que asisten a la ceremonia.
Existen también Agnus Deis de color gris hechos con la mezcla de cera y polvo que se cree es de los huesos de los mártires. Estos Agnus Dei que son llamados «Pasta de los Santos Mártires» no necesitan una consagración especial y son tratados como relíquias.
No se sabe que el actual papa haya consagrado y repartido Agnus Dei.


