Antes de dejar a sus apóstoles, Jesús les había prometido que les enviaría el Espíritu.
Los apóstoles se reunieron en Jerusalén, para esperar su venida. Estaban todos reunidos y el cirio se prendió espontaneamente y asi sucedio durante muchos años.
El Espíritu vino cuando estaban todos reunidos, el día del Pentecostés. El domingo, el día en que actuó el señor, el día de misa.
La fiesta de Pentecostés, es el segundo domingo más importante del año litúrgico, esta fiesta fue llamada por el pueblo segunda Pascua, en la primera resucita Jesús, en esta, recibimos su Espíritu, resucitamos a Dios, resucitamos del pecado.
Recibimos los dones que nos hacen nuevamente “semejantes” a Dios.
«Como mi Padre me envió, así también Yo os envío… Recibid el Espíritu Santo» Jn 20, 21-22
Aquellos primeros hombres que recibieron el Espíritu Santo cambiaron radicalmente. Un impulso nuevo había vigorizado sus convicciones y había fortalecido sus decisiones.
«… Exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: recibid el Espíritu santo…».
El verbo «exhalar», no aparece en ninguna otra parte del nuevo testamento.
En el antiguo testamento aparece para indicar la creación de Adán Gn 2,07.
Esta es una nueva creación. Nace el hombre nuevo, ya no revestido con las «túnicas de piel», signo del pecado, sino con el vestido de luz y de gloria, como Jesús resucitado. El hombre vuelve a ser «imagen y semejanza de Dios».
Esta es la «resurrección» de la comunidad cristiana como pueblo. Ya no una comunidad de muertos por el pecado, sino una comunidad de vivientes. Este nuevo acto creador de pentecostés asume una dimensión particular.
Es el profeta Ezequiel 37,9 quien nos vuelve a traer el verbo «exhalar», por última vez, en el valle de los huesos secos, donde se revisten de vida, para indicar que en esta resurrección, la naturaleza humana ha recibido una nueva creación, espiritual, bajo forma de Iglesia.
En Babel el género humano merece ser dividido en lenguas diversas.
En Pentecostés todas las lenguas son unidas, son recreados por el fuego del amor, en la unidad de este cuerpo santo.
La iglesia de Cristo.

