Popea Sabina fue la segunda esposa del emperador Nerón, una de las mujeres más bellas de su tiempo, según Tácito, y del pretor Tito Olio durante el reinado de Tiberio. Popea Sabina la Menor heredó la gran belleza de su madre y acabaría siendo emperatriz y Augusta.
Un día del año 65, Nerón, borracho a causa del vino, le dio un puntapié en el vientre. Popea, embarazada, sufrió un aborto y murió. El emperador, arrepentido, ofreció un cortejo fúnebre y decretó varios días festivos en su honor.
Pero el emperador nunca pudo olvidarse de ella. Su obsesión fue tal que llegó a sentirse atraído por el esclavo Esporo, cuyo físico era muy parecido al de la difunta Popea. Nerón, que le llamaba «mi Popeíta», ordenó que castraran al esclavo y le obligó a vestirse como su mujer.
Neron había sido seducido por una judía llamada Popea, quien pronto se convirtió en amante del emperador y, según algunos cronistas hebreos, en la verdadera emperatriz de Roma, la cual llegó a ejercer una influencia decisiva sobre este emperador.
“El Rabino Wiener, que en su libro “Die Juvisechen Speisegsetz”, confiesa que los judíos fueron los causantes de las persecuciones de Roma contra los cristianos; observando que en el reinado de Nerón y en el año 65 de nuestra Era, cuando Roma tenía por emperatriz a una judía, Popea, y por Prefecto de la Ciudad a un judío, se inicia la era de los mártires, que debía prolongarse 249 años”
Estando San Pablo de Jerusalén:
“27. …los judíos que estaban allí del Asia, cuando le vieron en el Templo, alborotaron todo el pueblo, y le echaron mano, diciendo a gritos: 28. Varones de Israel, favor: éste es aquel hombre, que por todas partes enseña a todos contra el pueblo y contra la ley, y contra este lugar,y demás de esto ha introducido los gentiles con él por la ciudad a Trophimo de Epheso, creyeron que le había metido pablo en el templo. 30. Y se conmovió toda la ciudad, y concurrió el pueblo. Y trabando de pablo, le arrastraron fuera del templo: y luego fueron cerradas la puertas. 31. Y queriéndole matar. San Matías apóstol propagó largamente la palabra de Dios, primero en Macedonia y después en Judea, convirtiendo a muchos a la fe de Jesucristo con su predicación y prodigios. Se dice que no pudiendo los judíos sufrir esto, le echaron mano, le apedrearon hasta el punto de dejarlo poco menos que muerto y por último fue degollado
El siguiente hecho es del todo significativo y es consignado por Tertuliano y Orosio, al señalar que “ante los conatos de persecución hebrea surgida contra los cristianos, el emperador Tiberio hizo publicar un edicto amenazando de muerte a los que acusen a los cristianos”.
El año noveno de su imperio, manda Claudio que todos los judíos salgan de Roma porque según testimonio de Josefo, habían hecho abrazar los ritos judaicos a Agripina su mujer; o también, como escribe Suetonio, porque a impulso de las persecuciones de los cristianos, movían frecuentes sediciones.
La madre de Nerón, Agripina, esposa de Claudio, era JUDÍA conversa, había abrazado los ritos Judaicos.Una vez obtenido el título de emperatriz y Augusta, Agripina convenció a su marido para que adoptara como heredero a Nerón, hijo de ella, dándole prioridad sobre Británico el hijo biológico de él. Una vez conseguido su propósito, ordenó que envenenaran a su marido con un plato de setas donde mezclaron comestibles con veneno.
Tertuliano, uno de los padres de la Iglesia, quien en su obra “Scorpiase” dice: “Las sinagogas son los puntos de donde salen las persecuciones de los cristianos”. Y en su libro “Ad nationes” escribe el mismo Tertuliano: “De los judíos es de donde salen las calumnias contra los cristianos”
Los padres jesuitas B. Llorca, R. García-Villoslada y F. J. Montalbán, reconocen, en relación con las persecuciones iniciales de la Roma pagana contra los débiles e inermes cristianos, a partir de Nerón, lo siguiente: “Los judíos fueron los elementos más activos en fomentar el ambiente de odio contra los cristianos, a quienes consideraban como suplantadores de la ley mosaica…” “Esta actividad de los judíos debió ejercer notable influencia, pues nos consta que ya en el tiempo de Nerón gozaban de gran ascendiente en Roma, y es bien sabido que, con ocasión del martirio de san Pedro y San pablo, algunos insinuaron la idea de que habían muerto por celos de los judíos”.
“Existiendo, pues, este ambiente, azuzado por el odio de los judíos, se concibe fácilmente la persecución de Nerón. los judíos llegaron a acusar a los cristianos calumniosamente hasta de cometer el nefando crimen de comerse a los niños en sus ceremonias , lo que indignaba como es muy natural, a las autoridades y al pueblo romano.
“…Rabino Jehuda, uno de los autores del Talmud (que como se ha dicho, es uno de los libros sagrados, fuente de la religión del judaísmo moderno), obtuvo en el año 155, una orden para que fueran sacrificados todos los cristianos de Roma, muriendo en virtud de ella muchos miles, siendo precisamente judíos los verdugos de los Papas mártires Cayo y Marcelino”
El Obispo de Port-Louis, Monseñor León Meurin, S.J., en su obra “Filosofía”, en la página 172, afirma que cuando los judíos acaudillados por Bar Kochba, un falso Mesías, se sublevaron contra Roma y recobraron por tres años (132-135 d.C.) su independencia, en ese corto espacio de tiempo asesinaron por lo menos a ciento cuatro mil cristianos.
Cantidad exorbitante en relación con la población cristiana de Palestina en esa época.
De la Cábala judía se trasplantó al cristianismo la idea de que las Sagradas Escrituras tenían dos significados: uno exotérico, es decir, exterior y literal, conforma al texto visible en los Libros Sagrados y otro, esotérico u oculto, sólo accesible a los altos iniciados conocedores del arte de descifrar el significado secreto del texto de la Biblia.
John Yarker y J. Matter convienen en que fue Simón el mago, judío converso al cristianismo, el verdadero fundador del gnosticismo, quien además de ser un místico cabalista era aficionado a la magia y al ocultismo, habiendo constituido con un grupo de judíos un sacerdocio de los “misterios”, en el cual figuraban, formando parte de sus colaboradores, su propio maestro Dositeo y sus discípulos Menandro y Cerinto, Simón el mago se convierte al cristianismo y recibe las aguas del bautismo; pero luego, ya en el seno de la iglesia trata de corromperla intentando comprar, ni más ni menos, que la gracia del Espíritu Santo. Al fracasar en sus intentos frente a la incorruptibilidad del apóstol san pedro, jefe supremo de la iglesia, finge arrepentimiento para después iniciar la herejía.
San Ireneo señaló a Valentinus, un hebreo de Alejandría, como el jefe de los gnósticos. “El resultado del gnosticismo era no cristianizar a la Cábala, sino cabalizar al cristianismo, mezclando su enseñanza pura y simple con la teosofía y aún con la magia” “Jewish Encyclopedia” afirma que el gnosticismo: “Fue de carácter judío antes de convertirse en cristiano”.
La “Enciclopedia Judaica Castellana” indica que:
“El hecho de que el gnosticismo primitivo, tanto cristiano como judío, utilizara nombres y términos hebreos en su sistema y que se base, aun en su hostilidad, en conceptos bíblicos, indica su origen judío”. Contra las Herejías (Adversus haereses, Κατὰ αἱρέσεων) es una obra de cinco volúmenes escrita por Ireneo de Lyon en el siglo segundo. La obra fue considerada escrita alrededor del año 180, el criptojudío Valentinus, que era el tipo del clásico infiltrado , ya que actuaba en lo exterior como verdadero cristiano y sembraba la disolución en la Santa Iglesia extendiendo su nefasta secta valentiniana gnostica.
“Tertuliano, Padre de la Iglesia, afirmaba que la secta de los valentinianos pervirtió los misterios de Eleusis, de los que hicieron un “santuario de prostitución”. Y no debemos olvidar que Valentinus –falso cristiano de Alejandría- fue señalado por San Ireneo como jefe de los gnósticos, una secta secreta gnóstica llamada de los cainitas (por el culto que rendían a Caín), consideraban a éste, a Dathan y Abiram, a los homosexuales habitantes de Sodoma y Gomorra y al propio Judas Iscariote como nobles víctimas del Demiurgo, o sea, del maligno creador de nuestro universo, según sus perversas doctrinas.
Los fieles no deben escandalizarse jamás, ni perder la fe en la Iglesia, cuando se enteren, por la historia, de aquellos cardenales y obispos herejes y cismáticos que pusieron en peligro la vida de la santa iglesia; mucho menos, cuando se den cuenta, que en la lucha de nuestros días todavía hay cardenales y obispos que ayudan a la francmasonería, al comunismo y al propio judaísmo en su tarea de destruir al cristianismo
Arrio, un judío subterráneo que en público practicaba el cristianismo. Modelo destacado e ilustre de los actuales sucesores de Judas Iscariote. “Arrio, el judío católico (padre de la herejía) atacaría insidiosamente la divinidad de Cristo y lograría dividir al mundo cristiano durante siglos enteros”
Arrio nació en el siglo III en Libia, entonces bajo la dominación de los romanos. De joven se adhirió al cisma de Melesio, quién usurpó el puesto de Obispo de Alejandría, Arrio se ordenó de sacerdote católico y, ya como presbítero quedó encargado –por designación de Alejandro, Obispo de Alejandría- de la Iglesia de Baucalis. la doctrina de Arrio figuraba la tesis judaica de la unidad absoluta de Dios, negando la Trinidad y considerando a Cristo Nuestro Señor solamente la más excelsa de las criaturas, pero de ninguna manera poseedor de una condición divina.
Como Juan Huss, Calvino, Carlos Marx y otros caudillos hebreos revolucionarios, Arrio era un hombre de gran dinamismo, de excepcional perseverancia, apto con la palabra y con la pluma, que escribía folletos y hasta libros (31) para convencer a jerarcas, religiosos, gobernantes civiles y personas destacadas del Imperio Romano. Su primer apoyo de importancia fue el Obispo
Eusebio de Nicomedia, quien, por su gran amistad con el emperador Constantino, tuvo la audacia de intentar atraer a éste a la herejía de Arrio; y aunque no lo obtuvo, logró desgraciadamente, desorientar a Constantino logró usurpar el Papado por medio de un criptojudío, el cardenal Pierleoni; a quien san bernardo enfrentó.
Arrio y los obispos arrianos intrigaban contra los sacerdotes que defendían a la Santa iglesia; perseguían, hostilizaban e incluso atacaban a los más respetables obispos y a todos los clérigos que –sin distinción de jerarquía destacaban por su celo en la defensa de la ortodoxia, los cuales eran acosados y combatidos por medio de la intriga venenosa y secreta, así como de falsas acusaciones, hasta lograr eliminarlos o nulificarlos.
Por otra parte, trataban de ir controlando la iglesia, la “Enciclopedia Judaica Castellana”, documento oficial judío, sobre este santo y gran Padre de la Iglesia que fue Atanasio:
“Atanasio (San), Padre de la Iglesia (293-373), patriarca de Alejandría, enemigo decidido de las doctrinas arrianas que se hallan más cerca del monoteísmo puro y por lo tanto de las doctrinas judías. Atanasio polemizó contra los judíos por motivos dogmáticos, pero en todas partes donde las doctrinas de Atanasio prevalecieron contra las arrianas, como entre los visigodos de España, la situación de los judíos empeoró”
Concilio Iliberitano sobre la amistad con judios trató de evitarla con medidas drásticas. Son interesantes al respecto las siguientes disposiciones:
Canon L. “Si algún clérigo o fiel comiere con judíos, sea separado de la comunión para que se enmiende”.
Canon XLIX. “Se tuvo a bien que los profesores fueran amonestados, para que no toleren que sus frutos que de Dios reciben, sean bendecidos por los judíos, para que no hagan nuestra bendición débil o inútil; si alguien después del entredicho, se arrogase a hacerlo, sea arrojado del todo de la Iglesia”.
Canon XVI. Que ordena entre otras cosas que no les fueran dadas a los judíos esposas católicas, ni a los herejes: “Para que no pueda haber sociedad alguna de fiel con infiel”.
Este último canon es claro y tajante: considera peligrosa toda sociedad de cristiano con judío.
Durante doce años, hasta la muerte de Constante y del Papa Julio, los católicos lograron casi dominar al arrianismo, que estuvo a punto de eclipsarse bajo las prédicas y el prestigio aplastante de San Atanasio y del Obispo Osio de Córdoba. Después de tres siglos de lucha, acabó por triunfar la Santa Iglesia sobre el judaísmo y su herejía. Hombres del temple, del valor y de la energía de San Atanasio son los que necesita actualmente la Iglesia y la humanidad para conjurar la amenaza comunista, que al igual que la herejía judeo-arriana ha colocado en trance de muerte a la catolicidad.
La política de Juliano el Apostata, tuvo tres objetivos principales: 1º- Restaurar el paganismo, convirtiéndolo de nuevo en religión oficial del Imperio, con la idea de que Roma volviera a su antiguo esplendor, eclipsado –según él- por el cristianismo. 2º- Destruir al cristianismo. 3º- Restablecer al judaísmo alas posiciones de que había sido desalojado por Constantino y sus hijos (los judíos llegaron al extremo de ordenar la reconstrucción del Templo de Salomón). Los judíos al unirse a Juliano y apoyarlo estaban dando su ayuda al restablecimiento del culto idolátrico, que ellos dicen abominar tanto;
El famoso historiador judío Graetz, hablando de Juliano, dice:
“El emperador Juliano fue uno de esos caracteres superiores que imprimen sus nombres de forma indeleble en la memoria de los hombres. Y fueron sólo su temprana muerte, y el odio de la Iglesia dominante, los que evitaron que adquiriera el título de Juliano `el Grande’ “. Añade que Juliano sentía gran admiración por la religión judía y el pueblo de Israel, haciendo constar que: “El reinado de Juliano que duró escasos dos años (noviembre 361 a junio 363), fue un período de extrema felicidad para los judíos del Imperio Romano” .
Constata Graetz, que al patriarca Hilel, jefe supremo del judaísmo en el Imperio, Juliano lo llamó expresamente: “su venerable amigo”-
La amenaza que se cernía sobre la Santa Iglesia no podía ser más grave: el Emperador, el paganismo y el judaísmo, unidos estrechamente para hacerle una guerra a muerte. narra San Gregorio Nacianceno, quien califica el reinado de Juliano “como la más cruel de las persecuciones”.
La reconstrucción del templo judío fracasó, debido entre otras causas a que salían de la tierra llamas misteriosas que quemaban a los que trabajaban, tiene todos los fundamentos del hecho histórico comprobado, ya que por una parte los historiadores cristianos lo confirman, mientras por otra parte, historiadores hebreos tan prestigiosos como Graetz la aceptan también;
Los martirios y matanzas de cristianos en esa época no fueron realizados únicamente por las hordas paganas, ya que los judíos –gozando de la protección y amistad del emperador- se desbordaron, lanzándose a la destrucción de iglesias en Judea y en los países circunvecinos, tratando de hacer el mayor daño posible a los cristianos. La nueva expulsión de san Atanasio –considerado como baluarte de la ortodoxia-, la eliminación en las monedas de todos los símbolos cristianos y la supresión al clero de los privilegios concedidos por los emperadores católicos, eliminando así a los cristianos de los puestos públicos, salvo que renegaran. Todo esto lo hizo el Emperador fingiendo que se trataba de medidas necesarias para la libertad religiosa y la igualdad de todas las creencias en el estado romano. ya en los tiempos modernos –con la misma hipocresía- utilizaron esos mismos medios al hacer triunfar sus revoluciones masónico-liberales, en las que con pretexto de implantar la libertad de conciencia, han privado a la Iglesia de todo.
En una batalla decisiva contra los persas, murió el apostata juliano en que una flecha lo hirió de muerte. Se ha dicho que antes de morir, dirigiéndose a Nuestro Señor Jesucristo, exclamó: “Venciste, Galileo”.
Con la muerte de Juliano el Apóstata, se libró la Santa Iglesia de la más tremenda amenaza de exterminio que había tenido que afrontar desde las últimas persecuciones paganas.
Por lo que respecta a los hebreos, el siguiente comentario del historiador Graetz habla por sí solo:
“La muerte de Juliano en las cercanías del Tigris (junio 363) privó a los judíos de su último rayo de esperanza, por una vida pacífica y sin molestias”.
Y la “Enciclopedia Judaica Castellana” comenta en su vocablo “Juliano” lo siguiente:
“…Y tuvo notables consideraciones para con los judíos. Tenía amplio conocimiento de asuntos judaicos y se refiere en sus escritos a varias instituciones religiosas judías. Parece que trató de fundar entre los judíos de Palestina una orden de patricios (llamada en el Talmud`Aristoi´) que debían ejercer funciones judiciales ..Y consideraba al judaísmo superior al cristianismo, aunque inferior a la filosofía pagana…con su muerte acabó el breve período de tolerancia de que gozó la comunidad judía entre las incipientes persecuciones cristianas”.






































