Admiración

Jesús sanó a un ciego de nacimiento en Jerusalén, cuando lo interrogaron les dice, Jesús hizo lodo, me untó los ojos y me dijo: Vete a Siloé y lávate; fui, me lavé y recobré la vista, los fariseos le preguntan, ¿Qué dices tú de ese que te abrió los ojos? y el ciego les dice en Juan 9:30  Aquí está la maravilla, que vosotros no sabéis de dónde es éste, y con todo ha abierto mis ojos, lo que sé es que, siendo ciego, ahora veo.»

En otro pasaje dice que Jesús conociendo su hipocresía, les dijo: «¿Por qué me tienden una trampa? Muéstrenme un denario».

Cuando se lo mostraron, preguntó: «¿De quién es esta figura y esta inscripción?». Respondieron: «Del César».

Entonces Jesús les dijo: «Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios». Y ellos quedaron admirados.

En aquellos tiempos, la admiración aun brillaba en las almas, lo que permitía ver las maravillas y milagros, es decir que aún no tenían la conciencia cauterizada, como la tiene el hombre de hoy que no quiere creer en el milagro o maravilla. Admiración es una consideración especial que se tiene hacia alguien o algo por sus cualidades.

La mujer de Manué en la biblia era estéril pero un Ángel se les aparece y le ofrece “vas a concebir y parirás un hijo”. Manué le pregunta su nombre y el ángel responde “¿Para qué me preguntas mi nombre, que es Admirable?”

La admiración nos pone en movimiento, nos invita a actuar para saber cómo alcanzar eso que tanto deseamos, nos pone a trabajar para conseguir nuestros sueños.

Luc_9:43 Todos se maravillaron al ver la grandeza de Dios. Jua_7:15 Admirábanse los judíos, diciendo: ¿Cómo es que éste, no habiendo estudiado, sabe letras?

Luego de la resurrección se les aparece a los apóstoles Luc_24:41  No creyendo aún ellos, en fuerza del gozo y de la admiración, les dijo: ¿Tenéis aquí algo que comer?

Jesús les prometió a los apóstoles que en su nombre harían milagros y así fue, Hch_3:12  relata que Pedro, los arengó, luego de sanar al paralitico: que se sentaba a pedir limosna en la puerta Hermosa del templo, y dijo; Varones israelitas, ¿qué os admiráis de esto como si por nuestro propio poder o por nuestra piedad hubiéramos hecho andar a éste?

Hch_2:7  Estupefactos de admiración, decían: Todos estos que hablan lenguas, ¿no son galileos?

Sir_11:13 relata que al fiel, el Señor le mira con bondad y le levanta de su abatimiento, y yergue su cabeza con admiración de todos.

Sir_43:31 El Señor, Es terrible, muy grande, y su poder sobre toda admiración.

Hombre, ¿por qué te consideras tan vil, tú que tanto vales a los ojos de Dios? ¿Por qué te deshonras de tal modo, tú que has sido tan honrado por Dios? ¿Por qué te preguntas tanto de dónde has sido hecho, y no te preocupas de para qué has sido hecho? ¿Por ventura todo este mundo que ves con tus ojos no ha sido hecho precisamente para que sea tu morada?.

    Para ti ha sido creada esta luz que aparta las tinieblas que te rodean; para ti ha sido establecida la ordenada sucesión de días y noches; para ti el cielo ha sido iluminado con este variado fulgor del sol, de la luna, de las estrellas; para ti la tierra ha sido adornada con flores, árboles y frutos; para ti ha sido creada la admirable multitud de seres vivos que pueblan el aire, la tierra y el agua, para que una triste soledad no ensombreciera el gozo del mundo que empezaba.

    Y el Creador encuentra el modo de acrecentar aún más tu dignidad: pone en ti su imagen (Gn 1,26), para que de este modo hubiera en la tierra una imagen visible de su Hacedor invisible y para que hicieras en el mundo sus veces, a fin de que un dominio tan vasto no quedara privado de alguien que representara a su Señor. Más aún, Dios, por su clemencia, tomó en sí lo que en ti había hecho por sí y quiso ser visto realmente en el hombre, en el que antes sólo había podido ser contemplado en imagen; y concedió al hombre ser en verdad lo que antes había sido solamente en semejanza… La Virgen concibió y dio a luz un hijo Mt 1,23-25

Feliz el hombre que teme al Señor

y se complace en sus mandamientos.

Su descendencia será fuerte en la tierra:

la posteridad de los justos es bendecida.

No tendrá que temer malas noticias:

su corazón está firme, confiado en el Señor.

Su ánimo está seguro, y no temerá,

hasta que vea la derrota de sus enemigos.

Él da abundantemente a los pobres:

su generosidad permanecerá para siempre,

y alzará su frente con dignidad.

2Ts 1:10  nos prepara para cuando cuando él venga, aquel día, para ser glorificado en sus santos y para mostrarse admirable en todos los que creyeron.