Hay quienes le presentan al señor una lista enorme de razones para que se conmueva o se despierte, como dirían los apóstoles, lo ven dormido en la barca que se hunde por las tempestades de una época en la que todas las profecías se han cumplido…
2Ts 2:3 dice “Que nadie en modo alguno os engañe, porque antes ha de venir la apostasía y ha de manifestarse el hombre del pecado, el hijo de la perdición, el adversario, el que se ensalza sobre todo lo que se llama Dios o sagrado, hasta sentarse él mismo en el templo de Dios, ostentándose como si fuera Dios”.
La apostasía es generalizada, si habría de preceder al hombre de iniquidad, como culminación del “misterio de iniquidad”, se ha cumplido ya, concretamente con la introducción de la abominación, en el lugar santo desde el 2019, ya no sólo en los ámbitos intelectuales de las élites, sino que también entre el pueblo, la abominación ha penetrado, sea por moda o sea por adoctrinamiento.
Lo peor es que los apóstatas en gran parte se quedan dentro de la Iglesia como denuncia straubinger y podemos leer en II Timoteo 3, 1-5; “Has de saber que en los últimos días sobrevendrán tiempos difíciles, porque habrá hombres rebeldes a los padres, impíos, desnaturalizados, calumniadores, inhumanos, enemigos de todo lo bueno, traidores, protervos, amadores de los placeres más que de Dios, que con una apariencia de piedad están en realidad lejos de ella” Guárdate de ésos, advierte I Juan 2, 18 Hijitos, ésta es la hora postrera, y como habéis oído que está para llegar el anticristo, os digo ahora que muchos se han hecho anticristos, por lo cual conocemos que ésta es la hora postrera. De nosotros han salido, pero no eran de los nuestros, e infectan a otros, denuncia Ageo 2, 12 Pues así es este pueblo y esta gente delante de mí, dice Yahvé, y así toda la obra de sus manos y cuanto ofrecen es inmundo..;
Gálatas 5, 9 dice que un poco de levadura corrompió toda la masa. Pero El que os desconcierta, recibirá el castigo merecido. Los hombres abandonan la verdadera fe. Judas Iscariote recibe un nombre semejante al del anticristo en Juan 17, 12. El hijo de la perdición. Por lo que podemos inferir que es un traidor.
Aunque también dan este nombre, de hombre del pecado a la bestia del mar o anticristo, de Apocalipsis 13, 1 y otros a la bestia de la tierra o falso profeta de Apocalipsis 13, 11.
Se discute si será una persona singular o una colectividad. En todo caso parece que la colectividad necesita siempre de un caudillo o cabeza que la inspirase y guie. San Agustín define así al Anticristo “una multitud de hombres que forman un cuerpo bajo la dirección de un jefe” y concluye que “el adversario es una serie ininterrumpida de agentes del mal que se oponen y se opondrán a la doctrina y a la obra de Cristo, desde la fundación de la Iglesia hasta el último día”.
Ese es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. 2Pe 3:3 advierte, Tened en cuenta, ante todo, que en los últimos días vendrán hombres que se burlan continuamente de todo y que viven según sus propias concupiscencias, y Mat 24:24 completa, Porque surgirán falsos mesías y falsos profetas, y se presentarán con prodigios para engañar, si fuera posible, incluso a los elegidos. En Mat 24:4 Jesús responde: -Mirad que no os engañe nadie; y San Hilario advierte “Hacéis mal en amar tanto las iglesias, ¿Puede dudarse que el Anticristo se sentará en los mismos lugares?”
San Hipólito cree que en los últimos tiempos el Anticristo será imagen en todas las iglesias. Varios autores llaman la atención sobre el hecho de que no se caracteriza el Anticristo por sus crímenes o inmoralidades, sino como “el gran usurpador de la gloria”, que querrá ser adorado, como el príncipe, de Daniel 11, 36 “hará lo que quiera, y se gloriará por encima de Dios, y del Dios de los dioses dirá cosas increíbles. “No respetará ni aun al dios de sus padres ni a la delicia de las mujeres”
