José Arimatea En su condición de rico comerciante, viajaba mucho y seria quien llevo la fe a Gran Bretaña en el año 63. Las narraciones afirman que huyó de Judea con algunos más antes de la destrucción, entre otros, se suele decir con el apóstol Felipe, Lázaro, María Magdalena, María y María de Betania. Lázaro y María Magdalena se quedaron en Marsella, Francia.
El apóstol Felipe envió entonces a José de Arimatea, junto con otros doce más a predicar a Gran Bretaña, dado el hecho que José era conocido allí. El viaje por mar llevó a José al «País del Oeste», donde el rey local, le concedió a José y a sus acompañantes algunas tierras en la «Isla Blanca».
Se cree que custodiaba del Santo Grial, la copa que utilizó Jesús en la Última Cena y en la que José recogió algunas gotas de Su sangre durante la Crucifixión. Fue obispo y fundador de la primera iglesia en suelo británico, en Glastonbury. La razón de ser de la Iglesia es trasmitir que “¡Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos!”. Creemos en un solo Dios, Así que no tenemos que iniciar nuevos procesos. Esto favorecería acciones que generarían nuevas dinámicas y Asi fue como se dieron los Sismas y herejías que dividieron la iglesia, «el pluralismo y la diversidad de religiones no son voluntad divina».
Como dice efesios 4, 4 Sólo hay un Cuerpo y un Espíritu, como también una sola esperanza, la de vuestra vocación católica, Sólo un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos.
«Todos los hombres están obligados a buscar la verdad en las cosas que conciernen a Dios y a su Iglesia, y, habiéndola conocido, están obligados por la ley divina y gozan del derecho de abrazarla y observarla» dice el Código de derecho Canónico, canon 748, § 1).
Si Dios no es católico, ¿la Iglesia de puede seguir llamándose Iglesia de Cristo –“santa católica y apostólica” como dice el Credo Niceno-Constantinopolitano?.
Criticar el pasado de la Iglesia, lo distorsiona, lo tergiversa con simplificaciones. No podemos decirle al mundo que «Dios te ama tal como eres», cuando Jesús dio la vida por una verdad que todos tenemos que cumplir, y que se llama mandamientos.
Los herejes siempre buscaron el desprestigio y la deshonra del Papado, de Pedro, de la Tradición, de la doctrina, la moral, la liturgia, y la espiritualidad. Pero no podemos desconocer que fueron los papas haciendo uso del poder confiado a ellos, por Dios mismo, quienes enviaron profetas para la conversión de las naciones: Inglaterra debe su conversión a san Gregorio el grande que envió a san Agustín de Canterbury, Alemania a Gregorio II que envió a san Bonifacio, Francia a san Fabian que envió a san Saturnino, los países del norte a Gregorio iV que envió a san Anscario, para no hablar del gran número de misioneros enviados a todos los rincones del Mundo.
Boudica (fallecida en el año 61 d.C.) fue la reina celta de la tribu de los icenos en la actual Anglia Oriental, Gran Bretaña, que lideró una revuelta contra Roma en el año 60/61 d.C. El rey iceno, Prasutagus, aliado de Roma, dividió su patrimonio entre sus hijas y el emperador romano Nerón. Cuando muere Prasutagus, Nerón, ocupa el territorio iceno y fueron asimilados a Roma. Tácito en su libro Anales relata “fue como si Roma hubiese recibido todo el país como regalo”. La reina pelirroja Boudica de quien se dice que tenía poderes esotéricos. Era una bruja que invocaba antes de las batallas la ayuda de la diosa Andraste, la diosa celta del triunfo. Reunió un ejercito de 200.000. El historiador romano Dión Casio la describía “siempre que hablaba, sostenía una lanza con la mano para aterrorizar a cualquiera que la contemplase”. Arrasó las legiones romanas asistida por la brujeria que les ejerce, con cientos de miles de muertos, en todas las ciudades británicas fundadas o habitadas por Romanos, que fueron destruidas..
El Rey Arturo y su ayudante Merlín son otros personajes ingleses que nos hablan de la brujería en que vivía inmerso este territorio, de donde incluso proviene el Halloween que practicaban los celtas con sus ritos de sacrificios humanos.
San Gregorio Magno, romano de alta alcurnia. A quien Justino el Joven hiciera Pretor, es decir, un administrador de justicia sólo debajo del cónsul.
A la muerte de su padre usa su fortuna para fundar siete monasterios, seis en Sicilia y uno en Roma, e ingresa en el claustro de San Andrés para tomar el hábito de monje, del cual pronto se tornó abad.
Caminando por el mercado de Roma, vio unos cautivos que estaban siendo vendidos como esclavos. Admiró la belleza de esta raza y preguntó de donde provenían. “Son Anglos”, se le dijo, a lo que el santo retrucó ‘No son anglos sino ángeles’.
Luchó por la conversión de los duros lombardos, combatió fuertemente el arrianismo, esa doctrina malévola que negaba la condición divina a Cristo. Reformó la liturgia. Reguló el orden de los salmos, oraciones y cánticos. Instituyó una academia de cantores, y él mismo daba lecciones de gregoriano a los jóvenes clérigos. Transformó templos paganos en iglesias.
Persiguió la brujería, la simonía y finalmente, En el año 595 envió misioneros bajo la dirección del monje Agustín de Canterbury. Estos llegaron dos años después al reino de Kent, donde su apostolado fue coronado con el éxito. El rey Ethelbert y una gran parte del pueblo se convirtieron a la fe cristiana.
Luego san Patricio Logró convertir al pueblo irlandés al catolicismo, a pesar del satanismo en las tradiciones y creencias de los druidas y los celtas.
La Noche de walpurgis, el sabbath de las brujas, es una antigua celebración pagana del norte de Europa y germana, en la que se adora e invoca a los dioses Beltane – la diosa femenina de las orgías- y Belenus – dios del Sol, del fuego y de luz- y en la que se hacen brujerías, para celebrar el cumpleaños de Satanás. El nombre, Noche de Walpurgis deriva de St. Walburga (también Walpurga o Walpurgis), abadesa de Inglaterra (710–779). cuando, al repique de campanas, se alejaba la brujería, con el llamado a los ángeles buenos. Walburga fue una de las mujeres más importantes de la Europa cristiana.
Walburga era la hija de San Ricardo, rey del reino inglés de Wessex. Tenía 2 hermanos que se convirtieron en misioneros en Alemania y también son venerados como santos – San Vilibaldo y Vunibald, su tío San Bonifacio es venerado como el apóstol de Alemania y dos santos primos Santa Lioba y Thekla. Todos eran misioneros y apóstoles en la entonces todavía pagana Alemania. Walpurgis colaboró con san Bonifacio, quien derribo el enorme roble de Thor, a quien los germanos adoraban, «como por milagro», con Bonifacio sólo haciendo un giro del hacha, Dios, tumbó el árbol de la idolatría.
Luego llegó Enrique VIII con sus vicios, se declaró papa y mando robar las propiedades de la iglesia, restauró la brujeria, pero esa es otra historia, que termina mal.
La iglesia en lugar de tomar las armas de la fe y la tradicion , se plegó a lo que llama el agiornamiento, se actualizó y amangualó con los herejes de ojos azules, de los cuales alguno convertido, escribió hace poco estas sabias palabras.
“Los católicos, resistieron valientemente el asedio de la modernidad durante casi dos siglos. O cinco si contamos desde la herejia protestante. Pero cedieron justo antes de que el mundo estuviera de acuerdo con ustedes. Si hubieran aguantado un poco más, habría resultado que los «actualizados», los profetas del futuro posmoderno serian ustedes, los conservadores. Fue un pecado. El consejo de un profano: si realmente quieren un cambio, restauren, no reformen. Es volviendo atrás, hacia una tradición que todos envidian y que ustedes han desechado, que estarán más en sintonía con el mundo de hoy; que saldrán de la insignificancia con la que terminaron «actualizándose». ¿Con qué resultado? ¿A quién han convertido desde que dejaron de señalar a los que van por el camino equivocado?”
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