La mayor parte de Norteamerica fue evangelizada y sus poblaciones fundadas, por españoles católicos o Franceses Católicos, en Canadá.
Mucho antes de la ‘primera’ celebración de Thanksgiving en 1621 en suelo norteamericano, el 30 de abril de 1598, en Texas, Don Juan de Oñate ya había declarado oficialmente un ‘Día de Acción de Gracias’, que fue conmemorado con el santo sacrificio de la Misa»; la Eucaristía, es una palabra que viene del término griego Eukaristein, y que significa, precisamente “acción de gracias».
El verdadero Día de Acción de Gracias debería ser el 8 de septiembre de 1565, la fecha en la que se celebró la primera Misa en norteamérica, en lo que hoy es Estados Unidos, en la ciudad recién fundada de San Agustin, Florida. En agosto de 1565, el asturiano Pedro Menéndez de Avilés habia fundado el primer asentamiento europeo en Norteamérica. El 8 de septiembre de 1565, en señal de agradecimiento a su colaboración, Menéndez de Avilés compartió una gran comida y una misa con algunos de los nativos saturiwa que se encontraban en San Agustín. Un acto que se considera el origen real de Acción de Gracias.
Thanksgiving, es una fiesta de los autoproclamados puritanos del Mayflower, que se habían establecido en Massachusetts, huyendo de la persecución de otros protestantes (anglicanos) en Inglaterra. Estos puritanos, en Estados Unidos se conocen como los pilgrim fathers, los padres peregrinos. Gracias a la ayuda de los indígenas pudieron comprender como cultivar las tierras de esta america tan diferente y cuando por fin recogieron su primera cosecha en 1621, se reunieron, acompañados por los indios del lugar, para comer los frutos y dar gracias por ellos, por eso se llama acción de gracias. Pero no hubo misa. Los indios les enseñaron a los ingleses a pescar, a preparar los alimentos de la región, a cazar, a sembrar el maíz: les enseñaron a sobrevivir en esas tierras estériles y que en el invierno quedaban sepultadas bajo gruesas capas de nieve.
El objetivo era dar gracias a Dios por los alimentos y las bendiciones recibidas, especialmente después de un duro invierno. La celebración se ha extendido pero su significado no es religioso, para muchos, lo que celebran es la tradición familiar o los valores de convivencia.
La historia de los Puritanos empieza con:
- 1534 – Acta de Supremacía (Enrique VIII): Declara al monarca “Cabeza Suprema de la Iglesia de Inglaterra”, separando formalmente a Inglaterra de la autoridad del Papa.
- El catolicismo fue prohibido; se confiscaron monasterios (más de 800), y quienes negaban la supremacía real (como santo Tomás Moro o el obispo John Fisher) fueron ejecutados.
- Bajo Isabel I (1558-1603), se consolidó la represión: asistir a misa católica se convirtió en delito (fina o prisión), y ser sacerdote católico en Inglaterra era castigado con la pena de muerte.
- Entre 1570-1680, más de 300 sacerdotes fueron ejecutados por ejercer su ministerio clandestinamente (fuentes: Catholic Encyclopedia, John Bossy, The English Catholic Community).
- El rey Carlos I fue decapitado (1649), tras el triunfo de las fuerzas puritanas en la Guerra Civil Inglesa.
- Con Oliver Cromwell (1649-1658), Inglaterra se convirtió en una república puritana.
- Cromwell reprimió brutalmente a los católicos irlandeses:
- La campaña de Irlanda (1649-1653) provocó entre 200.000 y 600.000 muertos, según estimaciones modernas (John Morrill, Oxford History of the British Empire).
- Miles fueron deportados como esclavos o sirvientes a las Antillas (Barbados, Jamaica) y Norteamérica.
- Leyes posteriores prohibieron a los católicos poseer tierras o ejercer cargos públicos.
- La Compañía de las Indias Orientales (1600) y la Compañía de Virginia (1606) fueron instrumentos económicos del nuevo imperio protestante.
- La piratería fue tolerada y financiada por la Corona inglesa contra potencias católicas (España y Portugal):
- Sir Francis Drake, Sir Walter Raleigh y otros corsarios recibieron títulos nobiliarios por atacar navíos y colonias españolas.
- El saqueo de Nombre de Dios (1572) y de Cartagena (1586) fueron acciones emblemáticas.
- América se convirtió en bastión del poder marítimo inglés; la población indígena de muchas zonas caribeñas y costeras fue reducida o esclavizada, y reemplazada por esclavos africanos.
- Londres y la City fueron centros del tráfico atlántico: más del 40 % del comercio británico del siglo XVIII dependía de la esclavitud (estimación del National Archives, UK).
- Las revoluciones en América (siglo XVIII-XIX), en particular contra España, recibieron apoyo financiero indirecto británico, con el objetivo de fragmentar los imperios católicos y abrir mercados.
- Los puritanos (calvinistas ingleses) creían en la predestinación: las bendiciones materiales (riqueza, éxito) eran signo del favor divino —“si Dios te ama, eres rico”—.
- Este pensamiento influenció el capitalismo protestante descrito por Max Weber (La ética protestante y el espíritu del capitalismo).
- En Nueva Inglaterra (Boston, Massachusetts Bay Colony), los puritanos proclamaban libertad de conciencia, pero solo para su credo:
- El catolicismo, el anglicanismo y el judaísmo estaban prohibidos.
- En 1647 se promulgó la Ley contra los jesuitas y sacerdotes papistas, que los condenaba a muerte si predicaban en las colonias.
- Massachusetts, Connecticut y Plymouth expulsaban o encarcelaban a quienes profesaran la fe católica.
- La “Leyenda Negra” contra España (acusaciones de crueldad e Inquisición) fue en gran parte obra de propagandistas protestantes ingleses y neerlandeses, como John Foxe (Book of Martyrs) y Richard Hakluyt.
- Mientras tanto, las propias colonias inglesas mantenían tribunales religiosos que castigaban con azotes, destierro o ejecución por brujería o herejía.
- Ejemplo: Cotton Mather (1663-1728), pastor puritano de Boston, uno de los inspiradores de los juicios de Salem (1692).
- En 1641, las leyes coloniales de Massachusetts definieron la libertad religiosa como “libertad para los elegidos de Dios”, excluyendo explícitamente a los católicos romanos.
- Los primeros colonos católicos (de Maryland, fundado por los Calvert) sufrieron persecución tras la Revolución Gloriosa de 1688.
- Recién con la Constitución de 1787, la libertad religiosa se garantizó en teoría en Estados Unidos; aun así, el anticatolicismo social y político persistió hasta nuestros dias.
En la batalla en Kinsale en 1602, los ingleses vencieron, y los irlandeses tuvieron que huir de su país, para no ser asesinados. La batalla fue parte de la Guerra de los Nueve Años (1594-1603), en la que los jefes gaélicos irlandeses católicos —principalmente Hugh O’Neill (conde de Tyrone) y Hugh Roe O’Donnell (de Tyrconnell)— se rebelaron contra el dominio inglés protestante de la reina Isabel I de Inglaterra.
Los irlandeses buscaron ayuda internacional del Reino de España, gobernado entonces por el rey Felipe III, como parte de la gran estrategia católica de contrarrestar el protestantismo inglés.
El rey inglés Jacobo II estableció en 1625 que los prisioneros políticos irlandeses se venderían como mano de obra forzada a las plantaciones de las Indias Orientales, aunque ya en 1612 se vendía para plantaciones en la Guayana, a Católicos Irlandeses.
Durante todo el siglo XVII la inmensa mayoría de los esclavos en el Caribe y las posesiones británicas en Norteamérica eran blancos y católicos.
Un censo de 1637 muestra que 7 de cada 10 habitantes de las colonias eran esclavos, llegaron más esclavos irlandeses al Nuevo Mundo que el total de población libre anglosajona radicada allí.
Había bandas de secuestradores que recorrían los campos, atrapaban a cualquiera y lo vendían a los traficantes sin que nadie preguntara mucho.
Cromwell, ferozmente anticatólico, prohibió e hizo borrar la Navidad del calendario, incluso prohibió los pasteles de Navidad. La población de Irlanda descendió de 1.466.000 habitantes a 616.000.
En esta época no era un crimen que cualquier inglés matase un irlandés… pero preferían atraparlos vivos y venderlos.
Un esclavo irlandés costaba el equivalente a 5 libras esterlinas, mientras que uno negro costaba 10 veces más. Los esclavos blancos eran abundantes, baratos y desechables, y tendían a morir con facilidad.
A los esclavos negros, fuertes, escasos y caros, se les alimentaba y trataba mejor, duraban más en el clima caribeño y además eran paganos, algo que los dueños ingleses preferían, en vez de católicos Irlandeses.
En 1688 en Boston, Ann Glover fue arrestada y juzgada por brujería.
El tribunal pidió a la anciana que recitase el Padrenuestro. Ella lo recitó mezclando gaélico y latín, su lengua nativa, se consideró una prueba de brujería.
Fue ahorcada entre los gritos y burlas de la multitud en Boston.
Actualmente, el Thanksgiving es una fiesta nacional en Estados Unidos, que reúne a las familias para compartir una comida tradicional en la que abunda el licor, sobre todo la cerveza, que incluye pavo, relleno y pastel de calabaza.
- Los valores de la gratitud, generosidad y unión familiar son compatibles con los principios cristianos y católicos.
- Recordemos que Enrique VIII se había robado todas las propiedades de la iglesia y se había declarado papa, expulsando a los católicos de Inglaterra, donde se dio una cruel matanza de todo el clero y hasta decapitaron un rey que quería volver al cristianismo, Carlos I, rey de Inglaterra, Escocia e Irlanda. Las persecuciones religiosas, obligaron a millares a exiliarse en América.
Los puritanos ingleses que emigraron a América buscaban una forma de cristianismo “pura”, sin lo que consideraban excesos católicos ni rituales sin fundamento bíblico. por eso prohibieron celebrar misas.
Ellos veían la Navidad como una fiesta pagana.
En Boston (Colonia de la Bahía de Massachusetts), la Navidad fue oficialmente prohibida entre 1659 y 1681.
- Quien fuera sorprendido celebrándola u “observando el día” podía ser multado..
- Las tiendas y escuelas debían permanecer abiertas como cualquier otro día. Para desacralizar la navidad
Los puritanos también rechazaban las misas (en sentido católico) y toda autoridad papal, aunque sí practicaban sus propios cultos inspirados en la secta.
El protestantismo inglés había impuesto a los catolicos Ingleses e Irlandeses la obligación de «convertirse», a la secta que llamaron Anglicana, ignorando que la iglesia fue fundada por Cristo y enrique VIII, el nuevo «papa» no era mas que un asesino.
No atender a los servicios de la iglesia protestante era punible con multas recusantes; y la práctica pública de otra religión, punible con arresto, decomiso de todas las propiedades y reducción a la esclavitud.
Los católicos ya no pueden ostentar altos cargos de estado o servir bajo cierto rango en el ejército. Fue en este periodo cuando Cromwell, decidió crear una sociedad secreta, en complicidad con Algernon Sidney, Harrington, Monk y Fairfax, para garantizar que el Catolicismo nunca regresara al poder en Inglaterra.
El protestante Pirata Francis Drake, en 1577, llegó a California, tomándola a nombre de Isabel I. de quien había sido compañero de sabanas por lo que lo elevó a la condición de «sir».
Otro pirata, Walter Raleigh, fundó, en 1583, una colonia al norte de Florida a la que llamó Virginia (para adular a la reina que pasaba por ser virgen y de quien era su amante de turno).
En 1606, una expedición financiada por la Compañía de Londres fundó Jamestown, el primer asentamiento permanente de los ingleses en América del Norte.
En 1637, el capitán John Mason con un grupo armado de puritanos de Nueva Inglaterra, mientras los pequot dormían, cayó sobre ellos, los encerró entre las propias empalizadas de la aldea y les prendió fuego. Quinientos indios murieron esa noche. Después Mason dijo que “gracias a la Divina Providencia” hubo en el pueblo esa noche ciento cincuenta indios más que de costumbre.
Fue la primera guerra emprendida por los puritanos contra los nativos americanos, quienes, para sobrevivir, hasta 1898, libraron contra los blancos 108 guerras… Y las perdieron todas.
Las epidemias, la fragmentación tribal y la maquinaria militar europea destruyeron civilizaciones enteras.
Pronto, el exterminio se volvió negocio. En 1641, el gobierno de Massachusetts autorizó recompensas por cabelleras indígenas (“scalp bounties”). En 1703, la colonia ofrecía 40 libras esterlinas por el cuero cabelludo de un guerrero, 20 por el de una mujer y 10 por un niño. Este sistema se extendió a otras colonias y perduró, con interrupciones, hasta el siglo XIX. Matar indígenas se convirtió en una forma de ingresos, una política de Estado disfrazada de defensa cristiana.
Los puritanos llegaron a América desde las Islas Británicas, muchos vinculados a la Compañía de las Indias Orientales, que financiaba viajes de colonos, soldados y comerciantes. El dinero del comercio atlántico —metales preciosos extraídos por los españoles de América y transportados por los buques de Sevilla y Cádiz— circulaba también en Londres y Ámsterdam. Aquella riqueza indirecta permitió a Inglaterra financiar nuevas colonias y reforzar su flota, que acabó controlando el Atlántico Norte.
En Nueva Inglaterra, la fe puritana se impuso como régimen teocrático. Se prohibieron la Navidad, las imágenes religiosas y la misa católica, consideradas “idolatrías papistas”. Los católicos eran vistos como enemigos internos: irlandeses, franceses o españoles eran perseguidos y marginados. En los documentos judiciales de Massachusetts se registran casos donde un irlandés “papista” valía menos que un perro —una frase que circulaba entre colonos, símbolo del desprecio hacia el catolicismo.
Esa intolerancia culminó en la caza de brujas, entre 1688 y 1692. Una de las primeras víctimas fue Ann “Goody” Glover, una mujer irlandesa y católica, acusada de hechicería en Boston en 1688. Su “crimen” fue rezar en gaélico y conservar una imagen de la Virgen María. Los jueces puritanos declararon que sus oraciones eran conjuros demoníacos. Fue ahorcada y su cuerpo quemado. Pocos años después, en Salem (1692), más de 200 personas fueron acusadas y 20 ejecutadas por brujería. El miedo religioso se volvió instrumento político.
Mientras tanto, las colonias españolas y francesas perdían terreno. Nueva España, que había abarcado desde California hasta Florida, se redujo tras la independencia mexicana (1821) y la guerra con Estados Unidos (1846–1848) a lo que hoy es México. En cambio, Nueva Ámsterdam, fundada por los holandeses en 1625 y conquistada por los ingleses en 1664, se transformó en Nueva York, eje de la expansión puritana hacia el oeste. Desde allí, los descendientes de Mason y sus contemporáneos fundaron un país sobre la idea de una tierra prometida sin lugar para los otros.
Los anglosajones vieron en las de América “tribus degeneradas”, que detentaban una tierra que era de los colonos británicos “en virtud del descubrimiento” y por el “derecho que tienen las naciones civilizadas de establecerse en el territorio ocupado por tribus salvajes”, según el informe de mr. Bell al Comité de Asuntos Indios del Congreso, el 24 de febrero de 1830. Algo parecido a lo que estaban haciendo en Irlanda con los Católicos a quienes diezmaron.
El presidente Jackson, deportó los indios a las reservaciones del oeste del gran río. Los cheroquis se rindieron mientras los seminolas, como se negaron a dejar sus tierras, fueron obligados por la fuerza de las armas a hacerlo.
Un destacamento de soldados los empujó hacia el Oeste a través de una ruta que la historia conoce como “el camino de lágrimas”, donde cuatro mil indios tuvieron que morir en la deportación del presidente Jackson.
En 1781, el Congreso prohibió a los gobiernos de los estados celebrar tratados con los indios. A quienes empujaron al alcoholismo, por designio de la Providencia que se valía del ron para extirpar a esa raza inferior y dejar sitio a los granjeros
Escribe Benjamín Franklin en su autobiografía: “… si era el designio de la Providencia extirpar a aquellos salvajes y dejar sitio para los cultivadores de la tierra, no parece improbable que el ron haya sido el medio indicado. Ya ha aniquilado a todas las tribus que antiguamente habitaban el litoral”.
