
Pecados que «claman al Cielo» por su específica gravedad. Con la fundamentación Bíblica son:
1: El Homicidio voluntario o el asesinato (Génesis 4, 10)
2: Práctica de la homosexualidad o sodomía(Génesis 18, 20; y 19,13)
3: Opresión contra el pobre (Éxodo 3, 7-10)
4: El Agravio al forastero, a la viuda y al huérfano (Éxodo 22, 20-22)
5: La injusticia con el asalariado (Deuteronomio 24, 14-15; y Jueces 5,4)
Genesis 19 24. Entonces Yahvé hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego que venía de Yahvé, desde el cielo. Y destruyó aquellas ciudades y toda la Vega, con todos los habitantes de las ciudades, hasta las plantas del suelo.
Según Deuteronomio 29, 3 fueron alcanzadas por el castigo, las ciudades de Sodoma, Gomorra, Adamá y Seboím. La quinta ciudad de la zona fue perdonada y recibió el nombre de “Segor”
La catástrofe cuyo teatro era la parte meridional del lago que hoy se llama Mar Muerto, que antes producia vides que se necesitaban 2 hombres para alzar un racimo, se realizó probablemente con intervención de causas naturales, petroleos que se encendieron, volcanes, etc. ver. Sabiduría 10, 7.

Flavio Josefo, Eusebio, el mapa de Madaba y muchos expositores modernos, p. ej. Abel, Dhorme, Heinisch, Lagrange; ubican las ciudades
destruidas de la Pentápolis en la parte meridional del Mar Muerto. Algunos modernos buscan su lugar en el norte del mismo mar, en la región de Teleilat el Ghassul, donde el P. Köppel hizo excavaciones, descubriendo una ciudad destruida por un incendio, alrededor del año 2000 a. C.

San Pablo nos alerta que hay pecados que excluyen del cielo y llevan al infierno. “¿No sabéis acaso que los injustos no heredarán el Reino de Dios? ¡No os engañéis! Ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los ultrajadores, ni los rapaces heredarán el Reino de Dios…. El cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, … ¡Huid de la fornicación! Todo pecado que comete el hombre queda fuera de su cuerpo; mas el que fornica, peca contra su propio cuerpo” (1 Co 6, 9-20).
En la carta a los Gálatas (5, 19-24) el mismo san Pablo nos habla de las obras del hombre pecador “fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, hechicería, odios, discordia, celos, iras, rencillas, divisiones, disensiones, envidias, embriagueces, orgías y cosas semejantes, sobre las cuales os prevengo, como ya os previne, que quienes hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios. Nadie puede decirse discípulo de Cristo y practicar estas obras. Pues los que son de Cristo Jesús, han crucificado la carne con sus pasiones y sus apetencias.”
Hubo una sociedad que dio reyes y emperadores santos, se le llamó sacro Imperio Romano Germánico que duro mil años y fue recientemente destruido.
Apocalipsis 20, 7 dice que ; Cuando se hubieren acabado los mil años, será Satanás soltado de su prisión y saldrá a extraviar a las naciones que moran en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, y reunirlos para la guerra, cuyo ejército será como las arenas del mar. Subirán sobre la anchura de la tierra, y cercarán el campamento de los santos y la ciudad amada. Pero descenderá fuego del cielo y los devorará.
Levítico Capitulo 18
22 No te acostarás con un hombre como se hace con una mujer: esto es una cosa abominable..
23 No te acostarás con un animal: la mancha te quedaría. Tampoco la mujer se dejará cubrir por un animal: esto es una cosa abominable.
Levítico Capitulo 20
13 Si un hombre se acuesta con un varón, como se acuesta con una mujer, ambos han cometido una infamia; los dos morirán y serán responsables de su muerte.
Deuteronomio Capitulo 23
17 Sea cual fuere el voto que hayas hecho, no llevarás a la casa de Yavé, tu Dios, regalo de prostitutas, ni salario de perro, o sea, prostituto, porque ambas cosas son abominables a los ojos de Yavé.
18 No habrá entre las hijas de Israel prostituta sagrada, ni prostituto sagrado entre los hijos de Israel.
Primera de Reyes Capitulo 14
24 Hubo además homosexuales sagrados en el país e imitaron todas las prácticas vergonzosas de los paganos que había expulsado Yavé ante los israelitas.
Primera de Reyes Capitulo 15
12 hizo que desaparecieran del país los prostitutos y destruyó todos los ídolos que ha bían hecho sus padres.
Primera de Reyes Capitulo 22
47 Eliminó también a los homosexuales sagrados que habían seguido en tiempos de su padre Azá.
Jueces Capitulo 19
22 Todo parecía ir muy bien hasta que los hombres de la ciudad, verdaderos depravados, rodearon la casa y golpearon la puerta. Le dijeron al anciano, dueño de la casa: «Di a ese hombre que está en tu casa que salga para que abusemos de él».
Segunda de Reyes Capitulo 23
7 Demolió las casas de los homosexuales sagrados que había en la casa de Yavé, y en donde las mujeres tejían velos para la Asera.
Romanos Capitulo 1
(El pecado de los paganos)
26 Por eso, Dios los entregó también a pasiones vergonzosas: sus mujeres cambiaron las relaciones naturales por otras contrarias a la naturaleza.
27 Del mismo modo, los hombres dejando la relación natural con la mujer, ardieron en deseos los unos por los otros, teniendo relaciones deshonestas entre ellos y recibiendo en sí mismos la retribución merecida por su extravío.
Primera de Corintios Capitulo 6
9 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,
Primera de Timoteo Capitulo 1
8 Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente; 9 conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, 10 para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina,
Segunda de Pedro Capitulo 2
6 y si condenó por destrucción a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente,
Judas Capitulo 1
7 como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.
Éxodo Capítulo 19
(Sobre el Pecado de Sodoma)
4 Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí. 5 Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.
Génesis Capitulo 19
01 Los dos ángeles llegaron a Sodoma al atardecer. Lot estaba sentado a la entrada del pueblo. Apenas los vio, salió a su encuentro, se arrodilló inclinándose profundamente,
02 y les dijo: «Señores míos, les ruego que vengan a la casa de este siervo suyo a pasar la noche. Se lavarán los pies, descansarán y mañana, al amanecer, podrán seguir su camino.» Ellos le respondieron: «No, pasaremos la noche en la plaza.» Pero él insistió tanto, que lo siguieron a su casa, y les preparó comida.
03 Hizo panes sin levadura y comieron.
04 No estaban acostados todavía cuando los vecinos, es decir los hombres de Sodoma, jóvenes y ancianos, rodearon la casa: ¡estaba el pueblo entero!
05 Llamaron a Lot y le dijeron: «¿Dónde están esos hombres que llegaron a tu casa esta noche? Mándanoslos afuera, para que abusemos de ellos.»
06 Lot salió de la casa y se dirigió hacia ellos, cerrando la puerta detrás de sí,
07 y les dijo: «Les ruego, hermanos míos, que no cometan semejante maldad.
08 Miren, tengo dos hijas que todavía son vírgenes. Se las voy a traer para que ustedes hagan con ellas lo que quieran, pero dejen tranquilos a estos hombres que han confiado en mi hospitalidad.»
09 Pero ellos le respondieron: «¡Quítate del medio! ¡Eres un forastero y ya quieres actuar como juez! Ahora te trataremos a ti peor que a ellos.» Lo empujaron violentamente y se disponían a romper la puerta.
10 Pero los dos hombres desde adentro extendieron sus brazos, tomaron a Lot, lo introdujeron en la casa y cerraron la puerta.
11 Hirieron de ceguera a los hombres que estaban fuera, desde el más joven hasta el más viejo, de modo que no fueron ya capaces de encontrar la puerta.
12 Los dos hombres dijeron a Lot: «¿A quién más de los tuyos tienes aquí? ¿Tus yernos? Tienes que llevar de este lugar a tus hijos e hijas y todo lo que tienes en la ciudad.
13 Vamos a destruir esta ciudad, pues son enormes las quejas en su contra que han llegado hasta Yavé, y él nos ha enviado a destruirla.»
14 Salió entonces Lot y dijo a sus yernos, a los que iban a casarse con sus hijas: «Levántense y salgan de aquí, pues Yavé va a destruir la ciudad.» Pero ellos creían que Lot estaba bromeando.
15 Al amanecer los ángeles apuraron a Lot diciéndole: «Date prisa, toma a tu esposa y a tus dos hijas y márchate, no sea que te alcance el castigo de esta ciudad.»
16 Y como él aún vacilase, lo tomaron de la mano, junto a su mujer y a sus dos hijas, porque Yavé había tenido compasión de ellos, y lo llevaron fuera de la ciudad.
17 Una vez fuera, le dijeron: «Ponte a salvo. Por tu vida, no mires hacia atrás ni te detengas en parte alguna de esta llanura, sino que huye a la montaña para que no perezcas.»
18 Pero Lot replicó: «¡Oh, no, Señor mío!
19 Veo que me has hecho un gran favor y que has sido muy bueno conmigo conservándome la vida. Pero yo no puedo llegar hasta la montaña sin que me alcance el desastre y la muerte.
20 Mira este pueblito que está más cerca y en el que podría refugiarme. Es tan pequeño, y para mí es cosa de vida o muerte, ¿no podría estar a salvo allí?»
21 El otro respondió: «También este favor te lo concedo, y no destruiré ese pueblo del que has hablado.
22 Pero huye rápidamente, ya que no puedo hacer nada hasta que tú no hayas llegado allá. (Por esto, aquel pueblo fue llamado Soar, o sea, Pequeño.)
23 El sol ya había salido cuando Lot entró en Soar.
24 Entonces Yavé hizo llover del cielo sobre Sodoma y Gomorra azufre ardiendo que venía de Yavé,
25 y que destruyó completamente estas ciudades y toda la llanura con todos sus habitantes y la vegetación.
26 La mujer de Lot miró hacia atrás, y quedó convertida en una estatua de sal.
27 Abraham se levantó muy de madrugada y fue al lugar donde antes había estado con Yavé.
28 Miró hacia Sodoma y Gomorra y hacia toda la comarca del valle y vio una gran humareda que subía de la tierra, semejante a la humareda de un horno.
29 Cuando Dios destruyó las ciudades de la llanura, se acordó de Abraham y libró a Lot de la catástrofe, mientras arrasaba las ciudades donde Lot había vivido.
“La abominación será vista en lugares santos, en los conventos, y entonces el demonio se hará a sí mismo el rey de sus corazones.” Nuestra Señora de la Salette.
«Como en todos los sagrados misterios… ninguno puede compararse con… la Eucaristía, así mismo no existe peor castigo proveniente de Dios al cual se le debe temer para crimen alguno, que para el uso profano o irreligioso que hagan los fieles de aquello que contenga… el mismísimo Autor y Fuente de santidad.» – Catecismo del Concilio de Trento (De Euch., v.i)
Quien comiere este pan, o bebiere el cáliz del Señor indignamente, reo será del cuerpo y de la sangre del Señor […], porque quien lo come y bebe indignamente se traga y bebe su propia condenación.] Cor 11, 27-29.
Catecismo Mayor de San Pio X494.- ¿Se satisface al segundo y tercer mandamientos con una confesión o comunión sacrílegas? – Quien hiciese una confesión y comunión sacrílega no satisfaría al segundo y tercer mandamientos de la Iglesia, porque la intención de la Iglesia es que recibamos estos sacramentos para el fin que fueron instituidos, que es nuestra santificación.
Daniel 8:12 Y el ejército será entregado al cuerno junto con el sacrificio continuo a causa de la transgresión; arrojará por tierra la verdad y hará su voluntad y prosperará.
Daniel 11:31 Y se levantarán de su parte tropas que profanarán el santuario y la fortaleza, y quitarán el continuo sacrificio, y pondrán la abominación desoladora.
Santa Hildegarda, Alemania 1179
“Atraerá a la gente dándole completa libertad de dejar de observar todos los mandamientos divinos y eclesiásticos, perdonándole sus pecados y exigiendo que sólo crean en su divinidad… Concederá libertad total de los mandamientos de Dios y de la Iglesia y permitirá que todos vivan según sus pasiones… Se esforzará por hacer que la religión sea conveniente. Dirá que no es necesario ayunar ni amargarse la vida con renunciación.”
“En realidad el Anticristo, poseído por el diablo, cuando abra su boca para su perversa enseñanza destruirá todo lo que Dios había establecido en la Ley Antigua y en la Nueva, y afirmará que el incesto, la fornicación, el adulterio y otros tales no son pecado.” Hildegardis Bingensis, Liber Divinorum Operum. Cura et studio Albert Derolez et Peter Dronke. In: CCCM. Vol. 92, Turnhout, Brepols, 1996, pp. 451-452.
Nuestro Señor, Jesucristo, le reveló a Santa Catalina de Siena cómo los homosexuales causan náuseas a Dios y cómo incluso los demonios no pueden soportar un pecado tan antinatural y desagradable;
Ellos [los homosexuales] no solo fallan al resistir la debilidad [de la naturaleza humana caída] … pero lo hacen aún peor cuando cometen el pecado maldito contra la naturaleza. Al igual que los ciegos y los estúpidos, después de haber atenuado la luz de su comprensión, no reconocen la enfermedad y la miseria en que se encuentran. Porque esto no solo me causa náuseas, sino que es repugnante incluso para los demonios mismos a quienes estas criaturas depravadas han elegido como sus señores.
Para mí este pecado contra la naturaleza es tan abominable que solo por él cinco ciudades fueron destruidas en virtud del juicio de Mi Divina Justicia, que ya no podía soportar su iniquidad …
Es desagradable para los demonios no porque el mal los desagrade o porque les agrada el bien, sino porque su naturaleza es angelical y huye al ver que se comete un pecado tan repulsivo. Si bien ciertamente es el demonio el que primero que golpea al pecador con la flecha envenenada de la concupiscencia, sin embargo, cuando un hombre realmente lleva a cabo un acto tan pecaminoso, el diablo se va.
(Santa Catalina de Siena, El diálogo, en Obras de Santa Catalina de Siena, Madrid: BAC, 1991, p. 292)

Mateo 7:1-2
«No queráis juzgar para que no seáis juzgados; pues con el juicio con que juzgareis, seréis juzgados: y con la medida con que midiereis se os medirá». (vv. 1-2)
San Jerónimo
Mas si prohíbe juzgar, ¿cómo San Pablo juzga al incestuoso de Corinto (1Cor 5), y San Pedro acusa de mentira a Ananías y Sáfira (Hch 4)?
Pseudo-Crisóstomo, opus imperfectum in Matthaeum, hom. 17
Algunos exponen este pasaje en el sentido de que Dios no prohíbe a los cristianos, por medio de este precepto, que corrijan a otros por benevolencia, sino que los cristianos desprecien a los cristianos por jactancia de su propia justicia, odiando y condenando a otros, muchas veces por solas sospechas, ejecutando su propio odio bajo las apariencias de piedad.
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 23,2
Por eso no dijo: «No dejes descansar el pecado», sino más bien: «No juzgaréis», esto es, no seas amargo juez. Corrige, sí, pero no como enemigo que busca la venganza, sino como médico que brinda la medicina.
Pseudo-Crisóstomo, opus imperfectum in Matthaeum, hom. 17
Para que unos cristianos no corrijan así a los otros, convienen las palabras que dicen: «No queráis juzgar». Pero si no los corrigen así, ¿acaso obtendrán el perdón de sus pecados, porque se ha dicho: «No seréis juzgados»? ¿Quién consigue la indulgencia del primer mal sólo por no añadirle otro después? Hemos dicho esto, pues, queriendo manifestar que aquí no se trata de no juzgar al prójimo que peca contra Dios, sino del que peca contra nosotros. El que no juzga al prójimo por el pecado cometido contra él, no es juzgado por Dios respecto de su pecado, sino que le perdona su deuda, como él perdonó.
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 23,1
O de otro modo, no manda simplemente que no se juzguen todos los pecados, sino que hizo esta prohibición a aquellos que han cometido muchas culpas, y juzgan a los demás por defectos ligeros. Así como San Pablo no prohíbe juzgar sencillamente a los que pecan, sino que reprende a los discípulos que se permiten juzgar a sus maestros, enseñándoles que no debemos juzgar a los que sean más que nosotros.
San Hilario, homiliae in Matthaeum, 5
De otro modo, Dios prohíbe que se forme juicio acerca de sus disposiciones, porque así como los juicios entre los hombres se forman de cosas inciertas, así este juicio contra Dios se basa en la duda, lo cual rechaza enteramente de nosotros, para que se conserve mejor la certeza de la fe. Juzgar mal de las cosas de Dios no es un pecado como el juicio falso acerca de las demás cosas, sino que se hace principio de crimen.
San Agustín, de sermone Domini, 2,18
Creo que en este lugar no se manda otra cosa, a mi juicio, sino que tomemos en el mejor sentido aquellos hechos que no sabemos con qué intención se han cometido. Dios nos permite juzgar aquellas cosas que no pueden hacerse con buena intención, como las blasfemias, los estupros y otras cosas parecidas. Mas de los hechos medios, que pueden hacerse con buen o mal fin, temerario es el juicio, sobre todo para condenarlos. Dos cosas hay en las que debemos evitar el juicio temerario: cuando no tenemos seguridad del fin que se propuso el que hizo la cosa, o cuando no se sabe lo que será aquel que ahora aparece bueno o malo. No reprendamos aquellas cosas que no sepamos con qué fin han sido hechas, ni reprendamos de tal modo al que hace públicamente las cosas malas que desesperemos su enmienda. Puede movernos a ello lo que dice el Señor: «Pues con el juicio con que juzgareis seréis juzgados». Si nosotros juzgamos con juicio temerario, ¿habremos de ser juzgados por Dios del mismo modo? O si midiésemos con una medida mala, ¿Dios nos habrá de juzgar con otra de la misma clase? Yo creo que con el nombre de medida se significa el mismo juicio. Pero esto se ha dicho porque es necesario que la temeridad con que castigas a otro, a su vez te castigue, pues la iniquidad muchas veces no daña a aquel que sufre la injuria, mas es preciso que perjudique al que la hace.
San Agustín, de civitate Dei, 21, 11
Dicen algunos: «¿Cómo puede ser verdad lo que dice Jesucristo, que con la medida con que midamos seremos medidos, cuando El castiga un pecado temporal con el suplicio de un fuego eterno?» No consideran que se dice «la misma medida» no por la vicisitud del mal (esto es, que el que hizo lo malo sufra lo malo), aunque aquí pueda entenderse más propiamente de lo que el Señor hablaba en aquel momento, esto es, de los juicios y de las condenaciones. Por lo tanto, el que juzga y condena injustamente, si es juzgado y condenado justamente, es medido con la misma medida, aunque esto no sea lo que dio, pues hizo en juicio lo que es inicuo y sufre en juicio lo que es justo.
1 Corintios 6:3
2. ¿No sabéis que los santos han de juzgar algún día a este mundo? Pues si el mundo ha de ser juzgado por vosotros ¿no seréis dignos de juzgar de estas pequeñeces?
3. ¿No sabéis que hemos de ser jueces hasta de los ángeles?, ¿cuánto más de las cosas mundanas?
“Ningún pecado tiene mayor poder sobre el alma que la maldita sodomía , que fue odiada siempre por todos los que viven según Dios … .. Tal pasión para indebidamente las fronteras de las formas de locura. Este vicio perturba la inteligencia, rompe un estado elevado y generoso de alma, arrastra los grandes pensamientos llevándolos hacia la nada, hace que [los hombres] sean pusilánime e irascible, obstinado y endurecidos, tonto servil e incapaz de nada. Por otra parte, la voluntad, siendo agitada por el deseo insaciable de placer, ya no sigue la razón, sino … el furor. Alguien que vivió practicando el vicio de la sodomía sufrirá más dolores en el infierno que cualquier otro, porque este es el peor pecado que existe .”(San Bernardino de Siena, Predica XXXIX, en Le prediche volgari (Milan:. Rizzoli, 1936 ), pp 869ff., 915, en F. Bernadei, op. cit., p. 11f)

