Jesús, es Sumo y Eterno Sacerdote, Altar y Víctima. En el santo sacrificio Eucarístico.
Los laicos participamos de este sacerdocio de Cristo, con el bautismo, recibimos la gracia santificante que nos hace sacerdote, profeta y rey.
Por eso los paganos y herejes, no pueden participar de la misa ni recibir los sacramentos. Y por ello esta prohibido llevar mascotas a misa, donde se les tratará como a los perros en misa.
La Eucaristía revive el santo sacrificio, porque es la celebración en la que el sacerdote lo renueva en el altar con el cuerpo y la sangre de Cristo bajo las especies de pan y vino. Así como El lo ordenó, haced esto en conmemoración mía, esto, es la misa. El acto más elevado de toda la Iglesia católica, la Eucaristía es el centro y el compendio de todo el cristianismo, y todos los demás sacramentos se ordenan, para fin de este sacramento.
En la Santa Misa el sacerdote celebrante, que representa a Cristo (alter Christus) consagra el pan y el vino pronunciando La fórmula sacramental que causa la transubstanciación, transformándolos en el cuerpo y la sangre de Cristo. Así como Cristo lo hizo en la última cena. Un milagro documentado en todas las misas y del cual tenemos testimonios frecuentes, llamados milagros eucarísticos, donde se comprueba que el vino se transustancia en la sangre y el pan en la carne de Cristo.
Con esto claro, pensemos en ese Cristo presente en este misterio y lo que observa.
La llegada de los fieles a misa, tarde y de afán. Ignorando que es pecado. Salvo que exista una verdadera justificación para tal atraso. Para poder comulgar es necesario haber estado presente y atento durante la Misa entera. Pero no solo llegan tarde sino vestidos como para un carnaval, excepto que se trate de un matrimonio, porque entonces las “fieles” llegan casi desnudas. Mientras cristo agoniza de sed.
Toda vez que los vasos sagrados contienen a Cristo, solo un sacerdote consagrado los puede tocar.
Así pues, es ilícito que en las iglesias, los ritos iniciales o incluso alguna oración de entrada sea leída por laicos, antes que por el sacerdote, y sean laicos quienes preparen los vasos sagrados y demás elementos litúrgicos.
Se inicia la estridencia con guitarras, organetas, maracas y hasta tambores, que a lo largo de la misa desacraliza el sacramento del calvario.
Luego vemos una procesión de entrada donde se canta con mucha alegría, y recordamos que el único que cantaba, aplaudía y bailaba en el calvario era satanás.
Con sorpresa verá Jesús a un sacerdote saludando a todos y a todas como si hubiera dos especies humanas. Dios creo al hombre a su imagen y semejanza.
Llega la liturgia de la palabra y suben al altar personas pavoneándose, aunque luego se equivoquen reiteradamente, haciendo la palabra de Dios ininteligible, o peor, cambiándole el sentido, al no saber el uso de las comas y los puntos. O el sentido de las palabras que leen.
Por fin el sacerdote, cuando no hay un diacono, hace la lectura del evangelio, pero ¿que pensará Jesus colgado de la cruz lleno de dolores de muerte, cuando el diacono hace la prédica -Estando prohibido- ¿diciendo que los pecados de la cintura para abajo ya no son pecado o cuando el sacerdote habla de la evolución del dogma dando a entender que los sacramentos, como el de la misma eucaristía que se oficia, tienen que modernizarse? Sera que le va a ahorrar algún clavo a la cruz? ¿Como podrá cambiar el santo sacrificio uno que ni siquiera lo predica?
Llega dramáticamente el momento de la Paz en la que toda la comunidad olvida que la paz es Cristo y se vuelcan en abrazos y sonoros besos, mientras cristo se desangra en la cruz.
Por fin en el cenit, -mientras suena algún teléfono- la Eucaristia, en la cual se les da en algunas parroquias a los niños o a las vecinas, la potestad de presentar las ofrendas y se pasan unos a otros lo que representa el cuerpo de cristo, que pronto será su cuerpo sangre alma y divinidad, pero en ciertas ocasiones, se olvida invocar al espíritu santo en la epíclesis, lo cual deja la duda de la licitud de la consagración. Y se rebaja a Dios omnipotente y soberano, por otro misericordioso, que lo es, pero primero es todopoderoso y deja la duda sobre a ¿cuantos dioses se estarán invocando?
Luego de la transubtanciacion, algunos sacerdotes dejan caer bruscamente el cuerpo de cristo para tomar rápidamente el copón con el vino, -como queriendo salir rápido de eso- que siendo la sangre de cristo, el cual vino a dar la vida por muchos, como dice mateo 26,28 y dicen que por todos, lo que deja la impresión de que todos se van a salvar.
Y empieza el boleo de Hostias que se van desmoronando mientras las van pasando descuidadamente de un vaso a otro y de un ministro a otro y se reparten en la mano y queda la iglesia repleta de partículas, cada una de las cuales es cristo eucaristía, pisoteado y flagelado nuevamente por los “ministros”, mientras los cantantes se desgañitan cantando canciones de moda a las que les cambian la letra para que parezcan salmodias o cantos espirituales, convirtiendo en un pequeño carnaval el solemne momento. Lo cual ya se había hecho, cantando un padrenuestro con las notas de alguna canción satánica, de algún rockero protestante.
Mientras, toda la comunidad que nunca se vio en el confesionario, charla alegremente en la fila para recibir al Crucificado indignamente y rápido la bendición que ya dimos una monedita de ofrenda y me esperan mis amigos de banquete y chistes verdes, es que el que peca y reza empata…
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