Categorías
Criterio

Aurora del Reino de María

En la plenitud de los tiempos, envió Dios a su hijo, formado de Mujer, en la plenitud de los tiempos recapitulan en Cristo todas las cosas, las de los cielos y las de la tierra. Para redimirnos y hacernos partícipes de su vida inmortal Efe 1:10, Ga, 4,4. Principio orgánico de una nueva creación.

Al fin del segundo milenio del asesinato de Cristo año 2033, nos acercamos al día de la resurrección, porque para Dios un día es como mil años y él resucita al tercer día. En este fin del segundo milenio o aurora del tercero, el cielo nos regala auroras boreales por todo el mundo. La aurora boreal ha sido vista como una señal de Dios, manifestación de lo sobrenatural, se interpretan como advertencias o llamadas a la reflexión sobre la conducta humana. La shekina era la nube que cubrió el monte Sinaí durante la entrega de la ley a Moisés, esas nubes con imágenes de luz, resplandor y gloria, que representan la presencia divina de Dios.

Este año estas luces celestiales, coinciden con la fiesta del Santo Job, con la ascensión de Jesucristo y con el día de la madre de Dios.

El libro de Job pertenece a los sapienciales.

Job es probado; Asi como probado es el mundo que nos rodea, con invitación a la apostasía y el paganismo. En medio de todos los descubrimientos que trajeron al hombre a la cúspide del bienestar, que jamás rey alguno de la antigüedad disfrutó, estamos al borde del abismo nuclear o a un evento cósmico que nos devolvería a la edad de piedra, en la que no sabríamos sobrevivir.

 Satanás mata todas las posesiones de Job, a sus ovejas, a sus siervos y a sus hijos, y le envía llagas dolorosas, pero la fe de Job sigue inquebrantable, su mujer, que dirá: “maldice a Dios y muérete”

Job responde a su mujer y a sus amigos diciendo que “Dios acaba con inocentes y culpables (…) deja la tierra en poder de los malvados y venda los ojos a sus gobernantes”,​ Job mantiene la fe incluso en los momentos más penosos y en las circunstancias más injustas, porque eso es lo que Dios espera de nosotros, pero acusa a Dios de no responder a su grito de auxilio y de enriquecer a los malvados. Job pide a Dios que le revele su falta.

Dios Responde

“Cuanto hay bajo el cielo es mío”.

¿Quién es este que empaña mi providencia con insensatos discursos?

¿Dónde estabas al fundar yo los cielos y la tierra?

(Sabes) que guardo yo para los tiempos de la angustia, para el día de la guerra y de la batalla?

¿Has enseñado tú a los cielos su ley y determinado su influjo a la tierra?

Job 38 1,34

Este tema de la prueba del Justo y de la injusticia que representa la prosperidad del malvado, ya había sido estudiado por Platon en la republica, en el Justo crucificado.

 “El libro de la Sabiduría, otro sapiencial, conocía quizás la hipótesis teórica de Platón, que en su obra sobre la república intenta imaginarse cuál hubiera sido el destino del justo perfecto en este mundo, llegando a la conclusión de que habría sido crucificado, nos anuncia la republica en el libro II, parágrafos 361e al 362a

«Oprimamos al justo desvalido, no perdonemos a la viuda, ni respetemos las canas del anciano de muchos días. Sea nuestra fuerza la única ley de justicia; pues lo flaco, según se ve, de nada sirve. Armemos, pues, lazos al justo, visto que no es de provecho para nosotros, y que es contrario a nuestras obras, y nos echa en cara los pecados contra la ley, y nos desacredita divulgando nuestra depravada conducta.

No podemos sufrir ni aun el verle; porque no se asemeja su vida a la de los otros, y sigue una conducta muy diferente.

Nos mira como a gente frívola y ridícula, se abstiene de nuestros usos como de inmundicias, prefiere lo que esperan los justos en la muerte; y se gloría de tener a Dios por padre.

Que si es verdaderamente hijo de Dios, Dios lo tomará a su cargo, y lo librará de las manos de sus adversarios.

Probémosle a fuerza de afrentas y de tormentos, para conocer su resignación y probar su paciencia.

Condenémosle a la más infame muerte; pues según sus palabras será él atendido. Sabiduria  2:10,20

En el pasaje 362a de «La República» de Platón, Sócrates está discutiendo sobre la naturaleza del justo y el injusto. En ese fragmento, menciona que la justicia absoluta podría llevar a que el justo sea perseguido, empalado, o crucificado,  mientras que el injusto pueda vivir una vida cómoda y sin castigo. Esto plantea una paradoja y es parte de la reflexión de Platón sobre la naturaleza de la justicia y si vale la pena ser justo incluso cuando uno no es recompensado por ello en la vida terrenal.

Platón argumenta que ser justo es intrínsecamente valioso, independientemente de las recompensas o castigos externos que uno pueda recibir en la vida terrenal. Para Platón, la justicia está intrínsecamente ligada a la armonía del alma y a la realización del bien supremo.

Sin embargo, reconoce que en el mundo real, el justo puede enfrentar desafíos y dificultades, mientras que el injusto puede disfrutar de beneficios temporales. A pesar de esto, Platón sugiere que la justicia es fundamental para alcanzar la verdadera felicidad y la realización moral.

Legamos asi, a El diálogo entre Jesús y Pilato sobre la Verdad (Jn 18,37-38). La pregunta de Pilato “¿qué es la verdad?” 

“Es la cuestión que se plantea también en la doctrina moderna del Estado: ¿Puede asumir la política la verdad como categoría para su estructura? ¿O debe dejar la verdad, como dimensión inaccesible, a la subjetividad y tratar más bien de lograr establecer la paz y la justicia con los instrumentos disponibles en el ámbito del poder?” mientras proclama leyes impías?

¿No debe haber quizás criterios comunes que garanticen verdaderamente la justicia para todos, criterios fuera del alcance de las opiniones cambiantes y de las concentraciones de poder?”… “la pregunta del pragmático político, populista y demagogo Pilato, -como todos los políticos de este siglo- hecha superficialmente, es una cuestión muy seria, en la cual se juega efectivamente el destino de la humanidad. Entonces, ¿qué es la verdad? ¿La podemos reconocer?”.

El hombre debe hacer el bien y evitar el mal, pero para ello necesita poder distinguir el bien del mal, lo que realiza gracias a su razón iluminada por la fe. Por eso se necesita criterio y hacer un Juicio.

El que no Juzga, no puede discernir el bien del mal. En el Evangelio tenemos la fuente de toda verdad salvadora y de toda norma de conducta, y es que es la fidelidad a la verdad la que es garantía de la libertad y del desarrollo humano integral, porque el poder de decidir sobre lo que está bien y lo que está mal no pertenece al hombre, sino sólo a Dios.

Si existiese un justo perfecto en este mundo, el pagano socrates llega a la conclusión de que habría sido crucificado (cf. Politeia II 361e-362a).

Dirán que si realmente lo es, el justo será azotado, lo estirarán en el potro, lo tendrán atado, le harán quemaduras en ambos ojos y al final, tras sufrir toda clase de dolores, será crucificado y descubrirá que no hay que ser justo, sino querer dar la impresión de que lo eres.

Llegamos así al día de la Madre, la única pura, justa y virgen, la madre de Dios, aurora de la salvación, las luces del cielo nos anuncian la aurora de su reino.

Por #bottegadivina

Bottega Divina es un Canal dedicado a aplicar la tradición moral Cristiana a situaciones críticas en la política y la sociedad. Abogamos y velamos por la aplicación de los principios fundamentales de la sociedad, como el derecho natural, en los ámbitos políticos y sociales.

Deja un comentario