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En el mundo islámico, las creencias en brujas (o hechiceras) y djinn (o genios) son parte integral de la cultura, como lo prueba el genio de la botella de Ali-baba.

Las brujas hacen pactos con djinn o shayatin (demonios) para obtener sus habilidades. Las historias de brujas varían según la región, pero a menudo involucran prácticas ocultas, uso de talismanes y conjuros. Como la mano de Fatima o el ojo turco, conocido como ojo de Horus o de satanás. Los musulmanes tienen varias clases de duendes.

Ifrit: Generalmente considerados malignos y extremadamente poderosos.

Marid: A menudo vistos como los más poderosos y rebeldes.

Ghoul: Conocidos por acechar y consumir carne humana.

Shaytan: A veces utilizados como sinónimo de demonios, son djinn que siguen a Iblis (Satanás).

Sihir se refiere al uso de la magia o hechicería para manipular eventos, personas o situaciones, pueden utilizar amuletos, conjuros, talismanes y rituales para lograr sus objetivos. Se cree que estos practicantes pueden hacer pactos con djinn o shayatin para obtener sus poderes. Los djinn pueden cambiar de forma, volverse invisibles y moverse a gran velocidad. Viven en un mundo paralelo al de los humanos, pero pueden interactuar con ellos.

Relación con Sihir: Los djinn son frecuentemente invocados en prácticas de sihir. Se cree que algunos djinn pueden ser forzados a obedecer a los hechiceros y llevar a cabo sus órdenes. El Corán menciona a los djinn en varias ocasiones, como en las suras Al-Hijr (15:27) y Ar-Rahman (55:15), y Al-Baqara (2:102).

La brujería es llevada a cabo en el islam con la ayuda de los Yinn, y esa ayuda se obtiene cuando el brujo, mago o hechicero adora a los Yinn y a Satanás. De modo que ellos toman a los Yinn y a Satanás como señores. Una vez los Yinn están complacidos con el brujo o brujos, hacen lo que estos les pidan.

Sheij Ibn Baz un moro dijo: «Sihr (brujería) es una palabra que hace referencia a algo oculto. Es real y existen tipos de hechicería que pueden afectar a la gente psicológica y físicamente, enfermándose y muriendo, o logrando que los matrimonios se separen”

Durante la vida de Muhammad, o mahoma, el camellero que se inventó el islam una de las formas de brujería más popular era hacer nudos en una cuerda y luego recitar conjuros o encantamientos sobre los nudos con el fin de embrujar o lastimar a otra persona. Esto se menciona en el penúltimo capítulo del Corán, donde se nos anima a buscar refugio «Del mal de las hechiceras sopladoras de nudos». (Corán 113:4)

Entre los islámicos es muy comun la brujeria, se cuenta que “Un hombre le lanzó un hechizo al Profeta Muhammad utilizando un cabello suyo que tomó de una peinilla, junto con algunas fibras de palma datilera. Después de que el hechizo fue lanzado sobre el Profeta, él comenzó a imaginar que había tenido relaciones sexuales con una de sus 25 esposas.

Aisha la niña de 6 años con la que se casó, narró que «un día él (de 56 años cuando la tomó) dijo: «¿Sabías que Dios me ha mostrado dónde está mi cura? Dos hombres vinieron a mí y uno de ellos se sentó a mi cabeza. Uno de ellos le dijo al otro: ‘¿Qué le aqueja a este hombre?’ Él le respondió: ‘Ha sido embrujado’. El primero dijo: ‘¿Con qué?’ El otro respondió: ‘Con un peine, un cabello que tomó de él, y la fibra de una palmera datilera macho’.

Otra forma de brujería que es muy popular hoy en día es escuchar las predicciones hechas por los adivinos y consultar los horóscopos. Que fueron inventados precisamente por los árabes. Asi mismo muchas formas de brujería, que incluye la magia, hechicería, todo tipo de adivinación, augurio y oráculo, la astrología y los horóscopos. Muchas constelaciones llevan nombres derivados de la mitología griega y romana. Por ejemplo, Orión es un cazador gigante en la mitología griega, y Hércules es el héroe famoso por sus doce trabajos.

Los astrónomos árabes jugaron un papel crucial en la preservación y transmisión del conocimiento astronómico griego. Muchos nombres de estrellas dentro de las constelaciones actuales tienen orígenes árabes, como Betelgeuse (de «Yad al-Jauzā'», que significa «la mano de al-Jauzā'»). La astrología tiene sus raíces en las antiguas civilizaciones de Babilonia y Mesopotamia, donde se desarrollaron las primeras formas de astrología alrededor del segundo milenio a.C. Los babilonios observaban los movimientos de los planetas y las estrellas y los relacionaban con eventos terrestres. y los musulmanes asumieron el simbolo astronómico y religioso asociado con varias deidades, incluida Diana (Artemisa), la diosa romana de la caza y la luna.

Muhammad dijo que la brujería es real tanto física como espiritualmente. Sin embargo, si enfrentamos un problema o nos enfermamos, no debemos pensar automáticamente que hemos sido perjudicados por la brujería. A menudo, aquellos que creen que realmente están afectados por la brujería, lo primero que piensan es utilizar la brujería también para curarse.

El Corán habla extensamente sobre la brujería en el capítulo 2. Y según dicen los ismaelitas Es sabio recitarlo con regularidad.

El coran menciona a muchos ángeles por su nombre muchos de ellos son demonios como veremos.

«Pero sí seguían lo que recitaban los demonios durante el reinado de Salomón. Sepan que Salomón no cayó en la incredulidad, sino que fueron los demonios quienes enseñaban a la gente la hechicería y la magia que transmitieron los ángeles Harut y Marut en Babilonia. Ellos no le enseñaban a nadie sin antes advertirle: “Nosotros somos una tentación”. A pesar de la advertencia, aprendieron de ellos cómo separar al hombre de su esposa, aunque no podían perjudicar a nadie sin el permiso de Dios. Lo que aprendían los perjudicaba y no los beneficiaba. Pero los hijos de Israel sabían que quien practicara la hechicería no tendría éxito en la otra vida. ¡Qué mal vendieron sus almas! Si supieran». (Corán 2:102)

diagnosticadas como efectos de la brujería; esto es particularmente peligroso, en especial cuando una persona sufre de ilusiones o alucinaciones. Cuando los esfuerzos médicos han sido agotados y los síntomas no han sido explicados, entonces es sabio buscar ayuda de una persona calificada en el conocimiento islámico. Sin embargo, debes asegurarte de que cualquier «cura» que se te proponga u ofrezca debe estar acorde estrictamente con las instrucciones dadas por Dios y Su Mensajero, el Profeta Muhammad.

Según parece, la palabra española «genio» proviene del árabe «djinn», cuyo significado describe a un tipo muy preciso de ser.

Los Djinns o genios fueron creados (según la tradición islámica) dos mil años antes de Adán y Eva, pero su raza no llegará a ver el Final de los Tiempos, aunque pueden redimirse como los humanos. El islam cree que los djinns pueden casarse y tener descendencia; incluso en la época medieval, el derecho islámico reguló el matrimonio, herencias y descendencia debida a la unión de humanos y djinns. De hecho, se pensaba que la reina de Saba, famosa por sus riquezas, era una Djinna.

Como vemos estos demonios son muy apreciados en el islam, que, aunque no los determina como ángeles caidos, lo son.

Son invisibles a los humanos, aunque son capaces de hacerse ver, poseer a personas, imitar su forma para suplantarlos (o formas de animales) y son usados para la magia negra y blanca. Los djinns o genios pueden ser buenos o malos, ya que Alá les concedió el libre albedrío; según la mitología islámica,  pueden hacer mucho daño pero también pueden otorgar dones y hacer grandes favores.

Suelen volar o hacerse invisibles, y durante sus vuelos a menudo logran llegar hasta el Cielo Inferior, donde escuchan a escondidas las conversaciones de los ángeles sobre acontecimientos futuros. De esta manera, los Djinns pueden asistir a los brujos, quienes consultan habitualmente a estos seres indiscretos.

Las moradas más comunes de los Djinns son las ruinas o lugares abandonados, siempre que están en el desierto como por ejemplo el desierto del Sahara.

La tradición de los Djinns pertenece a la brujeria hebrea, la cábala, quienes les atribuí­an el conocimiento en crudo, el cual no podían revelar, de todo lo que inquieta y desespera a los seres humanos.

La tradición explica que cuando un djinn era malo, cuando era especialmente cruel con los hombres, se le encerraba en una botella durante 1000 años y estaría preso y sometido. De aquí viene la historia de Aladino y la Lámpara Maravillosa, un cuento árabe que se incorporó en el libro de Las Mil y Una Noches. Por lo tanto, la historia del genio de Aladino trata sobre un demonio.

Por último, los ifrits son genios grandes y odian a los humanos, se burlan de ellos concediéndoles sus deseos, aunque no de la forma que los deseaban, por estar castigados en botellas, odian a sus amos e intentan revelarse.

En las obras de magia del mundo islámico, los genios se mencionan entre las entidades que el hechicero puede innvocar, y también se los nombra en los bestiarios como seres animales de cuerpo sutil.

El Corán, libro que los menciona unas veintinueve veces, se afirma, incluso, que Iblis es «de la estirpe de los yinn«.Invisibles al ojo humano, pueden tomar diferentes formas e influir sobre las personas de manera espiritual y psíquica, por medio de la sugestión o incluso la posesión.

La palabra castellana genio deriva realmente del latín genius. En la antigua Roma, el genius (plural en latín genii) era el espíritu guía o deidad tutelar de una persona, familia (gens) o lugar (genius loci), en la época de Augusto, la palabra comenzó a adquirir su significado secundario de ‘inspiración’, ‘talento’. Su definición de genio oriental se supone que es obra de traductores del siglo xviii de Las mil y una noches, que utilizaron la palabra latina en sus obras.

En la antigua Arabia, el término genio también se aplicaba a todo tipo de entidades sobrenaturales entre varias religiones y cultos, como el sabeísmo, así como a los ángeles y demonios zoroastrianos, espíritus malévolos que residen en desiertos y lugares impuros, que a menudo adoptaban la forma de animales, responsables de causar enfermedades, entre ellas las enfermedades mentales, en lugares donde el mazdeísmo hizo mella antes que el islam, los genios son protagonistas de diversas prácticas mágicas de la ortodoxia suní; para los tuareg, son tentadores del desierto y ladrones nocturnos, así como para los musulmanes de la India 

Los genios son, pues, la tercera clase de seres creada por Dios, junto a los hombres y los ángeles. La creencia en esta tercera raza marca una diferencia respecto a las otras dos religiones monoteístas (cristianismo y judaísmo).

Los genios, a diferencia de los ángeles, comparten el mundo físico con los seres humanos y son tangibles, aunque sean invisibles o adopten formas diversas. Los genios y los humanos pueden casarse y procrear. Por esta razón, la jurisprudencia islámica medieval llegó a regular las condiciones relativas a matrimonio, descendencia y herencia entre genios y humanos.

En Marruecos, en el marco del muy popular culto a los morabitos o santones, se inscribe el culto a un personaje que no es humano sino genio. Se trata del morabito Sidi Shamharush, situado en la aldea del mismo nombre en el Atlas, y al cual acude la gente de la zona en peregrinación para ganarse la baraka o bendición divina, ya que Sidi Shamharush no está muerto: vive de día bajo la forma de perro negro y por la noche adopta apariencia humana. Otro ejemplo se encuentra en la India, en donde según la tradición islámica local las ruinas del fuerte Feroz Shah Kotla en Nueva Delhi albergan decenas de genios o jinns, que cumplen los deseos de quienes les rezan. Cada jueves, cientos de personas inundan el lugar con pétalos de rosa, incienso, guirnaldas de flores, velas, etc.

En sus más benignas formas de comportamiento, suelen ser bromistas y embaucadores, son los espíritus burlones, presentándose con la apariencia de una mujer hermosa para visitar a los hombres por la noche, hacerles el amor y robarles la energía, como los súcubos.

La palabra árabe que designa al «loco» es maynun, que etimológicamente significa poseído por los genios.

Los reyes de Mesopotamia solían inscribir maldiciones en los límites de sus territorios y en los documentos legales para proteger sus posesiones y decretos. Estas maldiciones estaban destinadas a cualquier persona que intentara alterar o destruir estas inscripciones.

En las estelas y cilindros de la época, como los de Hammurabi, se incluían maldiciones contra aquellos que desobedecieran las leyes o borraran sus inscripciones. Una de las estelas de Hammurabi incluye una maldición que invoca a los dioses para traer enfermedades, maldiciones y destrucción a quienes infrinjan sus leyes.Tablillas como las de la colección de exorcismos «Šurpu» contienen encantamientos y maldiciones para producir enfermedades a enemigos por fuerzas sobrenaturales.

Gudea, un gobernante de Lagash, incluyó maldiciones en las inscripciones de sus estatuas y templos. Una inscripción típica podría incluir una maldición como esta: «Que Enlil te prive de descendencia; que Ningirsu, el poderoso guerrero de Enlil, te destruya.»

Recientemente el descenso del caudal del río Éufrates ha dejado al descubierto varios yacimientos arqueológicos pertenecientes a periodos que se remontan a 11000 años atrás en el norte de Siria. Estos se encontraban bajo las aguas del embalse de Al Asad, construido a principios de la década de 1970. en tierras hoy islamicas y donde han aparecido ataduras y encantamientos a estos genios y han sido liberados.

Por #bottegadivina

Bottega Divina es un Canal dedicado a aplicar la tradición moral Cristiana a situaciones críticas en la política y la sociedad. Abogamos y velamos por la aplicación de los principios fundamentales de la sociedad, como el derecho natural, en los ámbitos políticos y sociales.

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