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La verdad de la Sagrada Escritura

PONTIFICIA COMISIÓN BÍBLICA es el organismo supremo de la Iglesia católica en materia bíblica, creado por el Papa León XIII con su carta apostólica Vigilantiae studiique​ el 30 de octubre de 1902

La doble finalidad de la Pontificia Comisión Bíblica, defender la ortodoxia en la interpretación de la Biblia y promover el estudio científico de la misma, queda patente en las mencionadas letras apostólicas de León XIII y en el reglamento que se hizo público en abril de 1903:

«La Comisión tendrá por objeto: 1) Proteger y defender absolutamente la integridad de la fe católica en materia bíblica. 2) Promover con el debido celo y competencia el progreso en la exposición o exégesis de los libros divinos… 3) Interponer su juicio para dirimir las controversias de especial gravedad que pudieran surgir entre sabios católicos. 4) Responder a las consultas de los católicos».

La Comisión Bíblica organiza todos los años su propia Asamblea plenaria durante la segunda semana después de Pascua sobre un tema seleccionado previamente por el Presidente a propuesta de varios organismos, como por ejemplo la Congregación para la Doctrina de la Fe, las Conferencias Episcopales o la propia Comisión.

La nueva secretaria de la Pontificia Comisión Bíblica, la primera mujer en este cargo, es una religiosa originaria de Barcelona, Sor Nuria Calduch-Benages, que entró por primera vez en el organismo vaticano en 2014 y fue reconfirmada el pasado enero para un nuevo mandato de cinco años, hasta 2025. Benedicto XVI la nombró experta del Sínodo de los obispos sobre la palabra de Dios de 2008​ y Francisco la llamó para formar parte de la Comisión para el estudio del diaconado de la mujer. Posteriormente, fue nombrada miembro de la Pontificia Comisión Bíblica​ y desde marzo de 2021 es la primera secretaria de dicho organismo, siendo la primera vez que una mujer ocupa este cargo.

La Comisión Bíblica Pontificia publicó en 2014 un documento titulado «La inspiración y la verdad de la Sagrada Escritura», el cual analiza la doctrina de la inspiración divina y la inerrancia de la Biblia. Este documento tiene repercusiones significativas para el mundo católico

La inspiración y la verdad de la Sagrada Escritura (22 de febrero de 2014)

[Libreria Editrice Vaticana, 2014]

El documento ratifica la inspiración divina que se refiere al hecho, de que Dios es el autor de las Escrituras, actuando a través de los autores humanos que escribieron bajo la guía del Espíritu Santo.

Subraya la cooperación entre Dios y los autores humanos, respetando la libertad y las características personales de estos últimos.

Reafirma que las Escrituras son inerrantes en lo que se refiere a la verdad que Dios quiso consignar para nuestra salvación.

Destaca la importancia de leer y entender la Biblia en su contexto histórico y literario, y no de manera literal, que ignoran el contexto literario y histórico de los textos bíblicos.

«La interpretación de la Biblia en la Iglesia», publicado por la Pontificia Comisión Bíblica en 1993, es un texto que fue antecedente clave en la interpretación de la Sagrada Escritura en el contexto de la tradición católica. subraya que la verdad de las Escrituras debe entenderse en el sentido de la verdad que Dios quiso consignar para nuestra salvación, no necesariamente en un sentido literalista o científico.

Enseñando que algunas afirmaciones bíblicas no deben ser leídas como descripciones científicas o históricas precisas, sino como expresiones de verdades teológicas y espirituales. El documento se basa en la Constitución Dogmática Dei Verbum, que afirma que las Escrituras enseñan sin error la verdad que Dios quiso consignar para nuestra salvación (Dei Verbum, n. 11). Profundiza la comprensión de cómo interpretar esta inerrancia, enfatizando que debe ser vista en el contexto de la intención divina y no en un sentido fundamentalista.

Joseph Ratzinger (Benedicto XVI): En sus obras como «Jesús de Nazaret» e «Introducción al Cristianismo» abordan cuestiones de interpretación bíblica y teología fundamental, ofreciendo reflexiones sobre la inspiración de las Escrituras.

La polémica de “La inspiración y la verdad de la Sagrada Escritura” (22 de febrero de 2014) consiste en haber lanzado ciertas afirmaciones que contradicen a los padres de la iglesia. La inerrancia de la Biblia y la Infalibilidad de la Biblia que es palabra de Dios.

Segunda Parte, Introducción, 1.1 Numeral 63 párrafo 2 dice:

«Los teólogos han recurrido al concepto de «inerrancia» y lo han aplicado a la Sagrada Escritura. Si se toma en su sentido absoluto, este término significaría que en la Biblia no puede haber error de ningún género. Pero con los sucesivos descubrimientos en el campo de la historia, de la filología y de las ciencias naturales, y como consecuencia de la aplicación del método histórico-crítico a la investigación bíblica, los exegetas han tenido que reconocer que en la Biblia no todo se expresa según las exigencias de las ciencias contemporáneas, pues los escritores bíblicos reflejan los límites tanto de sus conocimientos personales como los que corresponden a su época y cultura.»

En la tercera parte numeral 104 parrafo 2 dice:

“En la Biblia encontramos contradicciones, inexactitudes históricas, narraciones inverosímiles y, en el Antiguo Testamento, preceptos y comportamientos morales que entran en conflicto con la enseñanza de Jesús.” En el siguiente párrafo dice:

“asimismo que en el Antiguo Testamento encontramos “cosas imperfectas y provisionales” (n. 15).

Este par de párrafos nos remiten a los Padres de la Iglesia como san Agustín, pero los podríamos citar a todos ellos y a los Papas y concilios cuando dice;

«Aprendí a tributarles un temor y un honor tal, que creo firmísimamente que ningún autor de ellos se equivocó al escribir, y si tropezare en estas Escrituras con algo que parezca contrario a la verdad, no dudaré que, o el códice tiene erratas o que el intérprete no ha alcanzado lo que se dijo o que yo no lo he entendido de ninguna manera».

Y en otro lugar:

«Allí (en la Escritura) si algo me llamara la atención como absurdo, no es lícito decir: el autor de este libro no mantuvo la verdad, sino que o el códice tiene erratas o que el intérprete se equivocó, o que tú no entiendes. En la excelencia canónica de las sagradas Escrituras no es lícito dudar acerca de su verdad.».

También podríamos citar la palabra de Dios:

Jua 5:39 Investigad las Escrituras, ya que en ellas creéis tener la vida eterna, pues ellas dan testimonio de mí.

Heb 6:17 Por lo cual queriendo Dios mostrar más cumplidamente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo o resolución, interpuso juramento; para que a vista de dos cosas inmutables, promesa y juramento, en que no es posible que Dios mienta o falte a ellas, tengamos un poderosísimo consuelo los que consideramos nuestro refugio y ponemos la mira en alcanzar los bienes que nos propone la esperanza,

Tit 1:2 … Dios, que no puede mentir, ha prometido y destinado antes de todos los siglos, habiendo hecho ver en su tiempo el cumplimiento de su palabra en la predicación de la buena nueva que se me ha confiado a mí por mandato de Dios, salvador nuestro.

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De #bottegadivina

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