«Vio el Señor que era mucha la maldad de los hombres en la tierra, y que todo designio de los pensamientos de su corazón era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió el Señor de haber hecho al hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Y dijo el Señor: Borraré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado.» Génesis 6:5-7:
En sus revelaciones, Catalina de Siena vio el sufrimiento humano como una consecuencia directa de la corrupción espiritual y moral. En este contexto, las pestes (como la peste negra que azotó Europa en su tiempo) fueron vistas no solo como desastres físicos, sino también como castigos divinos por los pecados de la humanidad, particularmente aquellos pecados nefandos o gravemente inmorales.
En El Diálogo , donde relata sus conversaciones con Dios, Catalina aborda cómo los pecados humanos afectan tanto al alma como al mundo físico. Según ella:
Los pecados como la lujuria, traen castigos,
«El pecado es el verdadero veneno que destruye el alma y el mundo. Pero mi misericordia es infinita para quienes se arrepienten y vuelven a mí con sinceridad».
Ella vio en el pecado, especialmente en el pecado nefando (que hace referencia a los pecados considerados abominables o graves, como la inmoralidad sexual, la corrupción de la fe y la idolatría), una fuente de graves consecuencias, tanto en el ámbito personal como colectivo.
Jesus le Reveló:
» Estos actos son contra mi voluntad, porque van en contra de la naturaleza y del orden que he establecido en mi creación. Tales pecados causan enfermedad no solo en el alma, sino también en el cuerpo y en la comunidad entera. «
Para Catalina, las plagas no eran simplemente desastres inevitables, sino que debían ser vistas como un llamado a la purificación espiritual .
El castigo divino tiene sus raíces en la tradición biblica. Esta concepción se basaba en relatos bíblicos, doctrinas teológicas y percepciones culturales de los efectos del pecado en el orden natural y divino. El pecado contra la naturaleza se considera contrario al orden natural establecido por Dios. El relato de Sodoma y Gomorra en el libro del Génesis (19:1-29) es la base principal de esta idea. Según el relato, las ciudades fueron destruidas por fuego y azufre como castigo por su perversidad- En este contexto, el término «sodomía» se asocia históricamente con prácticas sexuales no procreativas o consideradas inmorales y que claman al cielo. Que diremos de una sociedad donde el 70% de las mujeres utilizan anticonceptivos.
San Agustín, en su obra La Ciudad de Dios.
Relaciona los pecados sexuales graves con la decadencia moral de una sociedad e interpreta las desgracias como consecuencias del alejamiento del orden natural.
San Bernardo condenó enérgicamente los pecados de lujuria y sodomía en su época, especialmente entre el clero. Según sus escritos, estos pecados eran una ofensa grave que traía:
Castigos temporales y pestes.
San Pedro Damián fue uno de los críticos de la sodomía en la Iglesia medieval. En su tratado Liber Gomorrhianus , enseña que La sodomía , trae castigos de Dios , Pedro Damián consideró que el pecado contra la naturaleza trastornaba el orden creado y, por lo tanto, traía destrucción sobre las ciudades y comunidades.
San Buenaventura, en su obra mística y teológica, habla del pecado contra la naturaleza como una ofensa grave que no solo daña al alma, sino que también trae consecuencias visibles en la sociedad y la creación.
El Beato Bernardino de Siena predicó que los pecados de sodomía eran abominables ante Dios y responsables de atraer castigos como pestes y desastres.
Santa Hildegarda, en sus visiones proféticas, conecta la corrupción moral y los pecados sexuales graves con el desorden de la naturaleza .
San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia, escribió sobre los pecados contra la naturaleza como ofensas que claman al cielo y traen desastres divinos:
Insistió en que estos pecados, al ir contra la ley natural, provocaban no solo el sufrimiento eterno, sino también castigos temporales visibles en esta vida.
Asociaba las calamidades como pestes y guerras a la proliferación de estos pecados en las comunidades.
Ozías Rey de Israel , pariente del profeta Isaias, se volvió orgulloso y desobedeció sus promesas con Yahveh. Su reinado terminó el año 759 a. C. Zacarías, 14,5 le relaciona con un terremoto que ocurrió en sus días.
«Porque la creación fue sujeta a la vanidad y la maldición… sabemos que toda la creación gime como si sufriera dolores de parto.» Romanos 8:20-22
