¿Qué te pide el Señor, sino que temas al Señor, tu Dios y andes en todos sus caminos, y le ames y sirvas, con todo tu corazón y toda tu alma, que guardes los mandamientos, los 10 preceptos, que te mando hoy, para que te vaya bien? Deu 10:13
Los Diez Mandamientos aparecen dos veces en la Biblia: en los libros de Éxodo y Deuteronomio.
“Si oís mi voz y guardáis mi alianza, vosotros seréis mi propiedad entre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra,» Éxo 19:5
Descendió Yahvé sobre la montaña del Sinaí, sobre la cumbre de la montaña, y llamó a Moisés a la cumbre, y Moisés subió a ella. Éxo 19:20
“Oye, Israel, las leyes y los mandamientos que hoy voy a hacer resonar en tus oídos; apréndetelos y pon mucho cuidado en guardarlos.» Deu 5:1
Yahvé nos habló cara a cara sobre la montaña en medio del fuego. Deu 5:4
Y habló Dios, diciendo los 10 Mandamientos: Éxo 20:1
1 Amar a Dios sobre todas las cosas
2 No jurar su Nombre en vano
3 Santificar las fiestas
4 Honrar padre y madre
5 No matar
6 No fornicar
7 No robar
8 No mentir
9 No desear la mujer del prójimo
10 No codiciar los bienes ajenos
Despues les dijo; seguid en todo los caminos que Yahvé, vuestro Dios, os prescribe, para que viváis y seáis dichosos y duréis largos años en la tierra que vais a poseer.” Deu 5:33
Catecismo 2075 aclara, «¿Qué he de hacer yo de bueno para conseguir la vida eterna?» – «Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos» (Mt 19,16-17). Palabra de Dios
Jesús dice «Si quieres entrar en la vida eterna, cumple los mandamientos»
Jesús los resumió en 2
Amar a Dios y al prójimo como a ti mismo. Porque nadie en sus cabales le haría el mal a quien ama.
Al Joven rico le dice, Tú conoces los mandamientos: «No mates, no cometas adulterio, no robes, no des falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre»; Entonces, Jesús lo miró con amor y le dijo: «Una cosa te queda: anda, vende todo lo que posees y dalo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; después, vuelve, y sígueme, llevando la cruz». Marcos 10:19
El pecado dice San Agustín, es “toda palabra, acto o deseo contra la ley de Dios” pecado es: la trasgresión: es decir violación o desobediencia; voluntaria: porque se trata no sólo de un acto puramente material, sino de una acción formal, advertida y consentida; de la ley divina: o sea, de cualquier ley obligatoria, ya que todas reciben su fuerza de la ley eterna.
Se llaman vicios capitales aquellos, de los que nacen otros muchos. Se numeran comúnmente siete, que son;
Soberbia,
Avaricia,
Lujuria,
Envidia,
Gula,
Ira,
Pereza.
De estos siete vicios, la lujuria y gula se llaman carnales, y los demás espirituales.
La soberbia, fue el que arrojó del Cielo al Ángel, y desterró al primer hombre del Paraíso. Es pecado mortal. Si el hombre en materia grave resiste sujetarse a Dios, o a sus mandatos, teniendo en menos el hacerlo; o se prefiere desordenadamente a otros.
La avaricia es un pecado mortal si se cumplen las tres condiciones necesarias: Materia grave: La avaricia es un pecado capital porque implica un apego desordenado a las riquezas y bienes materiales, lo que puede llevar a la injusticia, la explotación y la falta de caridad. Pleno conocimiento: La persona sabe que su codicia desmedida va en contra del amor a Dios y al prójimo. Pleno consentimiento: La persona decide voluntariamente actuar de manera avara, sin arrepentimiento. Si faltara alguna de estas condiciones, el pecado podría ser venial.
La lujuria es pecado mortal.
La envidia es pecado mortal por ser directamente opuesta a la caridad con el prójimo.
La gula no es de su género culpa grave, pero la embriaguez, producto de la gula es pecado mortal, 1 Co.6, dice que los borrachos no poseerán el reino de Dios.
La ira es pecado mortal. Si es opuesto a la caridad, y a la justicia. Muchas veces no pasa de pecado venial, quedando en primeros movimientos repentinos, que no pasan de la parte sensitiva. Si son del todo involuntarios, no habrá culpa alguna. Será también culpa leve la ira, cuando la materia fuere leve.
La pereza. Regularmente no pasa de pecado venial, aunque Será pecado mortal en los dos casos siguientes. El primero, cuando por ella se omite lo que obliga a culpa grave. El segundo, cuando mueve a hacer lo que es mortal; como a menospreciar los beneficios de Dios.
Catecismo 1867 recuerda también que existen “pecados que claman al cielo”. Claman al cielo: la sangre de Abel (cf Gn 4, 10); el pecado de los sodomitas (cf Gn 18, 20; 19, 13); el clamor del pueblo oprimido en Egipto (cf Ex 3, 7-10); el lamento del extranjero, de la viuda y el huérfano (cf Ex 22, 20-22); la injusticia para con el asalariado (cf Dt 24, 14-15; Jc 5, 4).
No todos los pecados capitales son mortales, pues muchas veces no pasan de veniales; y así no se llaman capitales por ser siempre grave pecado, sino porque, como queda dicho, son cabeza, y raíz de otros muchos.
La lista de los siete pecados capitales surgió de una lista de ocho vicios principales elaborada por el místico Evagrio Póntico en el siglo cuarto. E incluían la acedia.
En el siglo sexto, el papa Gregorio I cambió la lista de los ocho vicios y la convirtió en la lista de siete pecados capitales, o pecados veniales, que llevan a pecados más graves, que rompen con los mandamientos de la Ley de Dios, los 10 Mandamientos.
Dice el Catecismo, en el numeral 1862 Se comete un pecado venial cuando no se observa en una materia leve la medida prescrita por la ley moral, o cuando se desobedece a la ley moral en materia grave, pero sin pleno conocimiento o sin entero consentimiento.
