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Arte Sacro

Nuestra sociedad está muriendo

Otro libro que explora por qué se desmorona la sociedad actual .

El Papa Benedicto XVI, refutando la teología marxista de la liberación, afirmó correctamente que todos los seres humanos son pobres porque todos necesitamos la liberación del pecado.

La pobreza es no tener a Cristo.
Todos necesitamos a Cristo el Redentor. Porque Cristo no vino a eliminar la pobreza material, que era la tentación de Satanás en el desierto, seduciéndolo a abandonar su misión redentora de salvarnos del pecado. Cristo no vino por una clase social , sino para liberarnos de la esclavitud del pecado. Cristo mismo afirmó que siempre habrá pobres.

El Catecismo nos advierte que la impostura religiosa del Anticristo, a cambio de la apostasía, ofrece soluciones aparentes a los problemas del mundo con un pseudo-mesianismo de naturaleza política que adora al hombre y no a Dios y oculta su traición detrás de la eliminación de la pobreza.

Sin embargo, los políticos corruptos eliminan la pobreza matando a los pobres a través del aborto, la eutanasia, etc. Por ejemplo, podemos ver que muchos de los cómplices en el plan ambientalista malévolo son pro-aborto, con una agenda para el control de la población.

La primacía de lo económico es la causa y al mismo tiempo una consecuencia del oscurecimiento espiritual del hombre moderno. El ámbito de la cantidad rechaza cada aspecto cualitativo, incluido el aspecto finalista, vinculado a la búsqueda de un orden natural de fines que el hombre reconoce con su intelecto. El hombre moderno o postmoderno, es incapaz de entender las cosas esenciales. Ahora el único razonamiento en el que los occidentales modernos somos maestros es el razonamiento instrumental. Que lleva a tomar decisiones sin escrúpulos morales, es decir la reducción de la fe, o el paganismo practico.

[…] El capitalismo, especialmente donde es más extremo y desatado, como en Estados Unidos, permite que personas de cierto tipo se enriquezcan en forma desmedida y adquieran un enorme poder, sin poseer ni la sabiduría ni el equilibrio necesarios: es el “tipo humano inferior” del que escribió Nicolás Gómez Dávila. Los Estados son una oligarquía plutocrática, mucho más que una democracia, una oligarquía que tiene la posibilidad de condicionar al mundo entero, a través de los medios de comunicación y de la industria cultural de la aldea global, en una forma tan penetrante y profunda que ningún régimen comunista o islamista podrá lograr jamás. Después de todo, ¿quién puede quitarles el poder a estos monstruos de la plutocracia? Ningún hombre. En la jaula de acero de la ganancia capitalista, que Max Weber vio como la última prisión del hombre moderno, ha entrado todo.

Esta oligarquía plutocrática ha elegido desde hace tiempo la fusión con el pensamiento del año ‘68, con el instinto pansexualista, con el “prohibido prohibir”, el “disfrute sin obstáculos”, la dictadura de lo correctamente político, el inmigracionismo bienhechor y mestizante, la negación de la identidad sexual, según el proyecto de ese individualismo igualitario nivelador y atomista tan típico de la mentalidad del comerciante, especialmente cuando se cree ideólogo.

En consecuencia, la élite plutocrática se ha vuelto pornocrática y ahora Mamón se ha unido a Sodoma, es el sistema orgiástico-mercantil. Ni una sola palabra del Evangelio está escrita al azar, ni un ápice. Ha dicho: “Nadie puede servir a dos señores: o aborrece a uno y ama al otro, o prefiere a uno y desprecia al otro: no se puede servir a Dios y a Mamón» (Mt 6, 24), es decir, al demonio de la riqueza. Jesús no ha hablado de indiferencia, o de distanciamiento, sino de odio y desprecio. La indiferencia inicial hacia Dios, alimentada por la codicia, tarde o temprano se transforma en desprecio y odio: es por eso que los plutócratas odian la Trascendencia. Y este odio es la premisa para el paso siguiente, para el triunfo del materialismo occidental absoluto: el paso, en todos los sentidos últimos, para adorar a “ese dios que es lo contrario a Dios” (Bataille), a adorar a aquél que debe venir, en ausencia del katechon, de la fuerza restrictiva, como está previsto -aunque no siempre de manera lineal-por Plinio de Oliveira.

La última etapa de la sociedad abierta será el pasaje del reino del dinero al del inframundo, de la primacía del tener a la de la espiritualidad al revés, del fetichismo de las mercancías a lo sagrado al revés, del consumismo al satanismo.[de la Introducción].

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De #bottegadivina

Bottega Divina es un Canal dedicado a aplicar la tradición moral Cristiana a situaciones críticas en la política y la sociedad. Abogamos y velamos por la aplicación de los principios fundamentales de la sociedad, como el derecho natural, en los ámbitos políticos y sociales.

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