Una interpretación crítica frente a la «evolución cultural» o descomposición del orden occidental
A partir de los hechos con que cierra el 2025 —guerra en el Caribe, confiscaciones de petroleros, bombardeos contra lanchas con drogas, cierres fronterizos, levantamientos agrarios europeos por leyes comunitarias, la guerra en Ucrania como pérdida territorial y avance ruso, así como los enfrentamientos entre Irán e Israel mediante drones, el precio históricamente alto del metro cuadrado y la quiebra del comercio tradicional— es necesario vincular estos eventos al colapso del orden occidental.
Las guerras marítimas y el Caribe: conflicto económico, no cultural
Los brotes de confrontación entre fuerzas navales (como la confiscación de petroleros por parte de Estados contra Venezuela, China o Cuba) y las operaciones contra lanchas con drogas en el Caribe —donde cada embarcación puede costar 200 millones de dólares— reflejan manifestaciones directas del conflicto entre intereses económicos, geopolíticos y de seguridad.
- El costo elevado de las lanchas con drogas (en comparación con el precio de un petrolero cargado, que no pasa de 50 millones de dólares) indica que los actores involucrados están operando en una economía donde la inversión en control del tráfico ilícito es más rentable que cualquier negocio legítimo. Así que el gran negocio del siglo es la ilegalidad, como se puede ver en la idolatría surgida alrededor de capos como Pablo Escobar o El Chapo Guzmán, por citar solo algunos.
- Estos conflictos no son producto de una «economía natural», sino de:
- La dependencia económica de los países petroleros (como Venezuela, México o Brasil).
- El desplazamiento de la economía tradicional hacia actividades ilícitas en zonas fronterizas.
- Una estrategia de seguridad nacional que busca controlar flujos ilegales.
Cierres fronterizos y levantamientos agrarios: reacciones a políticas económicas, no evolución
Los cierres de fronteras en Europa (por ejemplo, entre países como Francia o Alemania) y los levantamientos de agricultores por leyes comunitarias —como el control del mercado interior— no indican una transición hacia un sistema más avanzado, sino que son reacciones a:
- La pérdida de competitividad agrícola.
- El impacto de políticas estructurales (como la UE) sobre los productores locales. Una tiranía basada en ideologías verdes que llevan a la quiebra a occidente con una narrativa de transición ecológica imposible y una política energética estúpida, que llevó al cierre de plantas nucleares, la quiebra de la industria automotriz alemana , crisis energética en Francia, demolicion de diques y represas y que esta produciendo fenómenos como el de la Dana, que dejo en la ruina a España.
- Una crisis de distribución, producción y acceso al mercado, que ha dejado a los agricultores europeos en la Ruina.
Estos fenómenos no reflejan una «evolución cultural», sino una tensión entre modelos económicos centralizados y regiones periféricas arruinadas por decisiones arbitrarias. No hay evidencia de que se esté sustituyendo la civilización occidental por otra más avanzada, lo que se esta destruyendo es todo el aparato productivo occidental.
La guerra en Ucrania: como caída del imperio, conflicto territorial. Ascenso de la izquierda radical
El avance ruso y las pérdidas territoriales en Ucrania representan el colapso de Occidente, su reemplazo por un bloque comunista o una cultura alternativa. Es:
- Una invasión a Estados soberanos con intereses estratégicos, económicos e históricos. Que amenaza con expandirse como se ve en los preparativos de los países nórdicos y la fortificación de sus fronteras ante el avance Rojo, que incluye la reincorporacion del servicio militar obligatorio y la activación de ejércitos que llevaban 70 años dormidos como los de Alemania y Japón
- Una confrontación que se desarrolla a pesar del marco internacional existente (NATO, ONU), que evidencian su fracaso al no haber podido evitar esta invasión y la guerra híbrida o de zona gris que se lleva a cabo contra la infraestructura de Toda Europa con sabotajes, hackeos trabajo de espías y drones que obligan a cerrar aeropuertos y que se percibe como como proceso de «desmoralización» cultural.
La pérdida territorial es un resultado político y militar, una señal de descomposición moral o ideológica. La guerra en Ucrania debilita la importancia de las instituciones democráticas, evidencia los límites del poder global ante conflictos prolongados y advierte de los peligros que se ciernen sobre la civilizacion.
Los bombardeos con drones entre Irán e Israel: tensión regional, que se puede escalar
El aumento de operaciones aéreas mediante drones en el Medio Oriente (Irán-Israel) es un fenómeno de tensión geopolítica, derivado del:
- Desarrollo tecnológico y militar.
- La presencia de grupos armados no estatales.
- El deseo de mantener influencias regionales.
- choque entre la civilizacion y el islam que rechaza el mundo occidental.
Estos enfrentamientos son parte de una competencia estratégica, de una «destruccion cultural» hacia un sistema radical. Algunos perciben que se esté sustituyendo la civilización occidental por otra basada en valores islámicos o comunistas, que son socios estratégicos desde la 1 guerra mundial.
El avance cultural no se mide en términos de reemplazo ideológico, sino en la capacidad para garantizar derechos humanos, justicia social, acceso a educación y bienestar. No hay evidencia de que una sociedad islámica o comunista sea «más avanzada» desde un punto de vista ético, democrático o sostenible.
Conclusión
La realidad global en 2026 — marcada por conflictos militares, crisis económicas y tensiones geopolíticas— no representa una transición hacia una cultura más «avanzada» sino el colapso del orden occidental.
Los fenómenos descritos (guerras marítimas, cierres fronterizos, levantamientos agrarios o conflictos regionales) deben interpretarse como:
- Manifestaciones de crisis estructurales en la economía global, no como signos de evolución cultural.
- Resultados del desequilibrio entre poderes económicos y políticos, no de una subversión sistemática desde dentro.
- Parte de un sistema internacional que se adapta a nuevas realidades (tecnología, pandemias, cambio climático), pero no en dirección hacia una «cultura superior».
- Los precios del Oro y la Plata, nos advierten del colapso económico que se avecina
En lugar de ver estos eventos como síntomas de descomposición o ascenso cultural, es más preciso entenderlos como:
Ejemplos de la compleja dinámica del orden mundial actual, donde los países buscan mantener su soberanía ante presiones económicas, sociales y geopolíticas.
Los datos económicos actuales —el precio del oro, la depreciación de las criptomonedas (como Bitcoin), el aumento del desempleo estructural— indican una profunda crisis en los sistemas monetarios y financieros.
- El oro en precios maximos frente al dólar, que ha perdido un 99% de su valor desde la 2 guerra mundial, lo cual sugiere pérdida de confianza en el sistema monetario tradicional.
- Las criptomonedas han caído por razones técnicas y económicas: falta de regulación, volatilidad, escasa adopción masiva.
Este desplome económico indica el colapso de la confianza en las instituciones financieras, especialmente ante inflación, crisis de deuda y falta de crecimiento real.
El número de personas viviendo en vehículos (RVs): síntoma de desempleo estructural
En Estados Unidos y Europa, más de 10 millones de personas viven temporal o permanentemente en vehículos por razones económicas:
- Es un fenómeno directamente vinculado a la crisis del mercado inmobiliario, el aumento de los precios de las viviendas (especialmente en ciudades como Nueva York, California), y la pérdida masiva de empleos.
- No es una «evolución cultural», sino una respuesta al colapso del modelo tradicional de vida familiar.
Este fenómeno revela que el sistema económico no está generando ingresos suficientes para cubrir necesidades básicas. La gente vive en vehículos porque no puede acceder a vivienda, servicios o empleo estable, lo cual es un indicador claro de desmoronamiento.
Cierre masivo de centros comerciales y cadenas tradicionales: reacción al colapso del consumo
El cierre sistemático de tiendas, supermercados y centros comerciales (en EE.UU., Europa y Canadá) no es un signo de «avance cultural», sino:
- Una respuesta directa a la crisis económica.
- La pérdida de ingresos por desempleo estructural y baja demanda.
- El impacto del cambio tecnológico: tiendas físicas se reemplazan por comercio digital, entrega en línea.
Este fenómeno, refleja la fragilidad de modelos económicos basados en el consumo masivo y en empleos tradicionales. Ahora amenazados por la inteligencia artificial.
Quiebras masivas y cambios estructurales: reconfiguración
Las quiebras empresariales masivas (en sectores como retail, transporte, servicios, industria automotriz) son consecuencia de:
- La pérdida de ingresos por desempleo o sub empleo
- El aumento del costo de operación (energía, alquiler).
- La falta de inversión.
la población mundial es aproximadamente de 8,3 mil millones, y se observa con claridad es una crisis sistémica en la disponibilidad y accesibilidad de viviendas. En más de 150 países, de 4 continentes América, Asia, Europa y Oriente:
- El crecimiento exponencial del precio de la vivienda ha superado cualquier indicador de ingresos reales.
- Las ciudades están limitando o prohibiendo nuevas construcciones por razones urbanísticas (como preservar zonas verdes), pero también como herramienta política para controlar el acceso al mercado.
Esto no es una «evolución cultural», sino un resultado directo de:
- Políticas públicas que favorecen a los propietarios inmobiliarios.
- La inversión en infraestructura urbana sin equidad, donde se construyen, hospitales o edificios gubernamentales mientras las comunidades quedan excluidas.
China: quiebra de inmobiliarias y precios récord
En China, el colapso del sector inmobiliario (a partir de 2021) fue uno de los más graves en la historia:
- Grandes empresas como Evergrande o Sunac se vieron obligadas a declarar quiebras.
- El precio por metro cuadrado alcanzó niveles récord, especialmente en ciudades clave como Shanghái y Beijing —aunque luego cayó drásticamente tras la crisis.
Este fenómeno no fue producto del descontrol financiero:
- Las hipotecas se otorgaron sin revisar el poder adquisitivo.
- El sistema bancario creció en créditos inmobiliarios, pero no el empleo ni los ingresos reales.
- La política de control urbano (como limitaciones a la construcción) fue una herramienta para aumentar precios, no para garantizar acceso. Lo que demuestra que los estados, o al menos sus representantes, están al servicio de la Banca no al servicio de los ciudadanos que los eligen y sostienen con los impuestos mas caros de la historia que en muchos países rozan el 55% de los ingresos y en otros superan esta cifra confiscatoria, Comunismo puro y duro.
Salarios insuficientes y hipotecas a 50 años: el colapso del modelo familiar
En países como Estados Unidos, Alemania o España:
- Los salarios reales han crecido mucho más lentamente que los precios de la vivienda.
- Las hipotecas se extienden hasta más de 40–50 años, lo cual significa que una persona es esclavizada a pagar durante toda su vida laboral, sin tener acceso a otros recursos, era mas favorable la vida durante la esclavitud en Egipto.
Este modelo es económicamente inestable:
- No permite la transición generacional. Ni siquiera tener hijos
- Genera estrés financiero crónico y desesperanza en jóvenes.
- El sistema no está diseñado para que las familias puedan construir un futuro estable.
Suicidios entre la juventud: una crisis de salud mental estructural
Los datos son alarmantes:
- En Europa, América Latina y Asia el porcentaje de suicidio en jóvenes (15–29 años) ha aumentado hasta niveles históricos, llegando a ser la primera causa de muerte..
- En India, los campesinos han perdido sus tierras por políticas agrícolas que favorecen a grandes corporaciones o al mercado internacional. Mas suicidios.
- Las semillas tradicionales se han eliminado en favor de cultivos genéticamente modificados y exportables. Enfermedades, obesidad crónica y reducción de la esperanza de vida, cercano al asesinato?
Este fenómeno no es una «evolución cultural», sino un resultado directo del colapso estructural:
- La pérdida de tierras agrícolas (como en India o México) impide la subsistencia. En Europa se legisla no solo las semillas sino hasta las mascotas que pueden tener, lo que pueden cultivar y a quien comprar las semillas, con la seguridad de perdidas, cosecha tras cosecha.
- El sistema económico no reconoce el valor de las comunidades rurales ni su capacidad productiva.
- Las políticas urbanísticas y económicas excluyen a los más vitales para la sociedad, tornándolos en vulnerables, generando una sensación de desesperanza.
Precios extremos en ciudades clave: Paris, Bogotá
En París (apartamentos de 17 m², por 250.000 Euros se han convertido en patrón común), o en Bogotá donde un apartamento pequeño cuesta más que el salario mensual de 50 años de trabajo:
- No hay acceso a la vivienda para familias con ingresos medios.
- El sistema financiero favorece al capital inmobiliario, no al bienestar colectivo.
Esto demuestra una desviación del modelo de desarrollo humano hacia un modelo centrado en el valor de mercado, sin considerar necesidades básicas como vivienda digna o acceso a la tierra. Leyes impías rigen la tierra.
Los fenómenos descritos —crisis inmobiliaria global, aumento exponencial del costo de vida, quiebras en el sector inmobiliario chino, suicidios juveniles y pérdida de tierras agrícolas— no reflejan un «Florecimiento cultural» ni un avance hacia una sociedad más avanzada.
En cambio, indican:
- Un sistema económico global que ha perdido su capacidad para distribuir riqueza equitativamente. Dominado por la banca a quien el mundo debe 3.5 veces todo lo que tiene a unas tasas impagables el mundo es esclavo de facto sin enterarse de ello.
- Políticas públicas perversas (como tasas de interés confiscatorias o restricciones urbanísticas) que excluyen a millones de personas del acceso básico.
- Una crisis estructural en la cual las instituciones no han respondido con políticas sociales, sino con mecanismos de control y estabilidad financiera.
La realidad global hacia 2026 es el resultado de una «desmoralización cultural» y un proceso de descomposición moral por parte del comunismo soviético, producto del mismo marxismo cultural que convenció al mundo de endeudarse para vivir por encima de sus capacidades, en un estado de bienestar que produjo la deuda mas grande de la historia que terminará finalmente derrumbando el sistema o civilización, la incapacidad institucional para gestionar crisis económicas, sociales y ambientales bajo modelos que priorizan crecimiento financiero sobre bienestar humano.
Por tanto, el verdadero problema es una «subversión ideológica», que ha llevado a un colapso del modelo económico.
Las poblaciones disminuyen. Ciudades erosionadas invadidas por migrantes que son invasores de una cultura contraria a la occidental.
Las carreteras, infraestructuras, diques, los acueductos y las leyes se desmoronan.
En lugar de las antiguas leyes centrales y absolutas surgen pequeños lideres de las periferias, jefes tribales y feudos.
Mientras que una vez el derecho había protegido incluso a la gente rural en áreas remotas, surgen preparacionistas armados y listos para la autodefensa, las paredes, las balas y la piedra se perciben como el único medio de mantenerse a salvo.
Pero, ¿qué causa estos retornos previos al tribalismo y la pérdida de la fe cristiana que construyo occidente, la tecnología y el estado de derecho?
El trabajo duro y el sacrificio que construyó Occidente también crean riqueza y ocio.
Tal riqueza se da por sentado por generaciones posteriores. Para mantener su nivel de vida empujado por la publicidad la sociedad se endeuda a niveles absurdos.
Lo que creó el éxito es ignorado, o incluso burlado.
Los gastos y el consumo superan los ingresos, la producción y la inversión.
La crianza de los hijos, los valores tradicionales, la defensa fuerte, el amor al país, la religiosidad, la meritocracia y la educación empírica se desvanecen.
La clase media de los ciudadanos autónomos desaparece. La sociedad se bifurca entre unos pocos señores y muchos campesinos. Ya se habla de la renta única universal, son millones los que viven de ayudas estatales.
El gobierno nacional se fragmenta en enclaves regionales y étnicos.
Las fronteras desaparecen. Las migraciones masivas no se controlan.
La moneda se infla, perdiendo su valor y confianza. La grosería general en el comportamiento, el habla, la vestimenta y la ética reemplaza las normas anteriores.
El transporte, las comunicaciones y la infraestructura disminuyen.
El final está cerca cuando el medicamento, se considera peor que la enfermedad.
Tal fue la vida alrededor de 450 dC en Europa occidental.
El Occidente contemporáneo podría levantar banderas rojas similares.
La fertilidad se ha hundido muy por debajo de 2.0 en casi todos los países occidentales.
La deuda pública está llegando a niveles insostenibles 3.5 veces el pib mundial. El dólar y el euro han perdido su poder adquisitivo.
Es más común en las universidades condenar que honrar los dones del pasado intelectual occidental.
Sin embargo, las habilidades de lectura y analíticas de los occidentales promedio, y los estadounidenses en particular, disminuyen constantemente.
¿Puede la población en general siquiera operar o comprender las máquinas e infraestructura cada vez más sofisticadas que crea un grupo de élite de ingenieros y científicos?
El ciudadano pierde la confianza en una élite a menudo corrupta, que no protegerá las fronteras de sus naciones ni gastará suficiente dinero en la defensa colectiva.
¿Nos atrevemos a abordar déficits en espiral, deudas insostenibles y burocracias y derechos corruptos?
Incluso la mención de la reforma se difama como “codiciosa”, “racista”, “cruel” o incluso “fascista” y “nazi”.
En nuestros tiempos, el relativismo reemplaza los valores absolutos en la misteriosa repetición del último Imperio Romano.
La teoría jurídica crítica afirma que los delitos no son realmente crímenes.
La teoría crítica de la raza postula que toda la sociedad es culpable de sesgo insidioso, exigiendo reparaciones en efectivo y preferencias en la admisión y contratación.
El tribalismo de reemplaza la asimilación, la aculturación y la integración del viejo crisol.
A pesar de una América mucho más rica, mucho más tranquila y mucho más científica contemporánea, ¿era más seguro caminar por las calles de una ciudad o tomar el metro en 1960 que ahora?
¿Los estudiantes de secundaria son mejores en matemáticas ahora o hace 70 años?
¿Las películas son más entretenidas y ennoblecedoras en 1940 o ahora?
¿Son las familias nucleares, de dos padres, o 2 madres, la norma actualmente o en 1955?
