
Cervantes. Sin duda, fue un hombre equivocado desde la cuna a la tumba. Anduvo de acá para allá, en oficios de poca monta y sin hacer nada o casi nada de provecho. Anduvo de soldado ganando cuatro perras, y eso cuando recibía el salario, y ¿qué sacó? Quedarse manco e ir a parar de esclavo en el norte de África, donde le pagarían sus trabajos con palizas.
Vuelto por milagro a España, siguió con la misma tónica. Tuvo su oportunidad recaudando dinero para el estado, y parece que algo logró, el riesgo es connatural a la ganancia, pero lo hizo con tal torpeza que lo descubrieron y fue a parar al trullo.
¿Qué más se puede decir? Toda su vida fue por el estilo.
Se dedicó a la literatura otra mala elección, porque en aquellos tiempos nadie se hacía rico así… Y sí, no voy a negarlo, escribió alguna obra de mérito, El Quijote y todo eso… Está claro que el Quijote ha movido mucha pasta a lo largo de varios siglos, más de cuatro y más de cuarenta se habrán forrado con esa obra, pero a Cervantes apenas le sirvió de nada, siguió siempre en la pobreza o a un paso de la pobreza. Componer esos libros fue para él un esfuerzo absolutamente poco rentable, un despilfarro de recursos. Otros lo han aprovechado, sí, vale, pero eso no impide reconocer que Cervante fue un pringado, con una vida lamentablemente malograda que solo puede servir de modelo a tontos sin remedio.
Cervantes estudió para ser secretario, de latín, leerlo e incluso escribir algo, y tener un tipo de letra: la bastardilla canónica. Fué un mero romancista en lengua vulgar, sin conocimientos de latín, filosofía ni teología, cuyo mayor logro era haber escrito un libro estrafalario de burlas chocarreras, contra los verdaderos heróes que siempre lo despreciaron y le impidieron viajar a América.. Yo que siempre trabajo y me desvelo / por parecer que tengo de poeta / la gracia que no quiso darme el cielo . Confesión conmovedora de su limitada Musa. Un lisiado y pobre hombre, fracasado y abrumado por la desgracia, siempre roído de pesadumbres y miserias, compondría la más inmortal obra de nuestra literatura. Una burla a lo mas sagrado, la defensa de la Fe caballeresca, de la cuál el mismo se benefició.
En 1569, el rey Felipe II emitió una orden de captura contra Miguel de Cervantes, que entonces contaba veintipocos años. La acusación era la de haber herido a otro hombre y Cervantes, no queriendo dar con sus huesos en la cárcel, o responder por el crimen escapó a Italia. Fué secuestrado por corsarios en Argel, de regreso a España. Sus captores musulmanes, le tendran por cinco años, de 1575 a 1580. Cervantes fué un solicitante perpetuo de puestos administrativos de medio pelo; acechado siempre por las deudas y las inmundicias familiares, que trataba de disfrazar con un rebozo de dignidad pobretona.
La Orden de la Merced, fundada por San Pedro Nolasco hacia 1220, y la Orden Trinataria fundada por San Juan de Mata en 1198, fueron quienes lograron la liberación del cautivo en poder de los musulmanes, financiado por los diferentes consejos reales y pidiendo limosna, 200 ducados pagaron los trinitarios a modo de préstamo, que nunca pudieron cobrar. Cuando fue rescatado en 1580 hizo un documento donde explicó que intentó huir. Pero no lo hacía por un ansia personal de libertad. Se dedicaba a ser facilitador, una profesión en la que se ayudaba a otros cautivos a fugarse.
Asi se logra la liberacion del manco, que no lo era, se le paralizó una mano en la batalla.
Y es que a mediados del siglo XVI había cerca de 7.000 esclavos del Islam en Sevilla y 10.000 en Lisboa y a principios del siglo XVII hubo en Argel una población estable de 20.000 esclavos, descendiendo a 8.000 a finales de siglo. En total, entre los años 1523 y 1693 fueron rescatados 6.916 secuestrados, la mayor parte gracias a estas misiones de redención llevadas a cabo por trinitarios y mercedarios, de los moros secuestradores y tratantes de blancos en todo el mediterraneo.
A partir de 1585, empieza a firmar como Miguel Cervantes de Saavedra, que no era su nombre. En el dialecto argelino, Shaibedraa’ significa precisamente “brazo defectuoso”. Fue el apodo que recibió el cautivo Miguel en Argel, ‘el manco’, ‘el tullido’.
Descripcion en español antiguo de la «participacion» del «manco», en la batalla de lepanto.

Cuando se reconosció el armada del Turco, en la dicha batalla naval, el dicho Miguel de Cervantes estaba malo y con calentura, y quiso que estuviese abajo en la cámara de la galera; y el dicho Miguel de Cervantes pensó que qué dirían de él, y que no hacía lo que debía, el capitán lo obligó Y peleó como soldado con los dichos turcos en la dicha batalla en el lugar del esquife, como su capitán lo mandó y le dio orden, con otros soldados. Y acabada la batalla, el señor don Juan, al verle herido le dio cuatro ducados de su paga…
De ahí procede el apodo de el manco de Lepanto. La mano izquierda no le fue cortada, sino que se le anquilosó al perder el movimiento de la misma.
http://es.wikipedia.org/wiki/Miguel_de_Cervantes
Cervantes con “b”, porque siempre firmó con “b”, “Cerbantes”,

