Esto dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel:
“Mirad, yo voy a traer sobre esta ciudad y sobre todas las ciudades que dependen de ella, todos los males con que yo la he amenazado; ya que han endurecido su cerviz para no atender a mis palabras. Jer 19:15… Jer 25:11 Y toda esta tierra quedará hecha una soledad espantosa; y todas estas gentes servirán al rey de Babilonia por espacio de setenta años. Y cumplidos que sean los setenta años, yo tomaré cuentas al rey de Babilonia y a aquella nación, dice el Señor, castigando sus iniquidades”
Cuando el Persa Ciro tomó a Babilonia, conoció al anciano Daniel, consejero de confianza del Babilonio Nabucodonosor, y aprendió a apreciar sus consejos. Por intermedio de Daniel, Ciro conoció las profecías de Isaías respecto a él y su papel señalado a favor del pueblo de Dios.
Esdras registra el regreso de los judíos del exilio bajo la dirección de Zorobabel, la reorganización del servicio de sacrificios y el comienzo de la reconstrucción del templo, Ciro les permitió regresar a su tierra y restauró sus lugares de culto.
Durante los siguientes 13 años, la obra progresó lentamente por causa de la oposición Samaritana, su terminación y dedicación fue concluida el 6.º año del reinado de Darío, en 515 AC.
Esdras fue enviado a Judea por el rey Artajerjes, (462-454 AC) con amplia autoridad para reorganizar la administración de la nación según la ley mosaica.
Esdras era de ascendencia sacerdotal perteneciente a la línea de Sadoq, organizó la lectura pública de la Ley, y un acto penitencial colectivo, luego del cual se renovó la Alianza con Dios, con especial insistencia en el cumplimiento estricto del sábado y la prohibición total de matrimonios mixtos, divorciando por decreto a todos aquellos que estuvieran casados con extranjeras (Esd 10,17), que serían, sin duda, muchos, puesto que venían de setenta años de vivir en el extranjero.
Alrededor del año 400 aC. fue escrita la obra de Esdras.
Redactó o compiló lo que nosotros conocemos como Pentateuco, la Ley, o cinco primeros libros de la Biblia.
Unos setenta años después 333 aC Alejandro Magno derrotó a Persia y conquistó Judea, propiciando la primera traducción de la Biblia hebrea (la Septuaginta) en Alejandría.
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