El Talmud declara maldita la “casa de Anás”, rica e inescrupulosa, junto con “los líderes corruptos del sacerdocio”, cuya presencia manchó el santuario, se lamenta con estas palabras: “¡Ay de mí por la casa de Janín [Anás], ay de mí por sus cuchicheos o calumnias”.Se cree que este pesar se debía a “sus confabulaciones para […]
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