Octava de Navidad

 Subió, pues, Moisés al monte, al cual cubrió luego una nube. Y la gloria del Señor se manifestó en la cima de Sinaí , cubriéndola con la nube por seis días; y al séptimo le llamó Dios de en medio de la nube oscura. Y habiendo entrado Moisés en medio de aquella niebla, subió a la cima del monte, en donde estuvo cuarenta días y cuarenta noches. Exodo 24 15

Desde entonces la octava (ocho días) ha sido tradición del Pueblo de Dios. Por eso Jesús, como todo judío, fue circuncidado en el octavo día. En ese día recibe su nombre: «Jesús» Lc 2,21.

Y recordemos que resucitó; «El “octavo día”, que sigue al sábado Mc 16, 1; Mt 28, 1, significa la nueva creación inaugurada con la resurrección de Cristo. Para los cristianos vino a ser el primero de todos los días, la primera de todas las fiestas, el día del Señor el “domingo”» (CIC 2174).

Si la primera creación terminó en el séptimo día, en el octavo comenzó la “nueva creación”, es decir, la creación redimida por Jesús (CIC 349). La Iglesia nos enseña que nosotros estamos viviendo ese «octavo día»; en otras palabras, estamos viviendo la época de la redención traída por Jesucristo.

Un periodo de ocho días en el que se celebra y se extiende la fiesta, una solemnidad grande en la Iglesia. Durante este tiempo, se considera que la celebración de la fiesta principal, la Pascua o la Navidad,  se prolonga como si fuera un único «gran día de fiesta».

Por eso, se dice que es como un «largo domingo» o una «fiesta del Señor», ya que cada día dentro de la octava tiene un carácter solemne y especial, recordando y celebrando el misterio central de esa solemnidad. 

• La Octava de Pascua abarca desde el Domingo de Resurrección hasta el Domingo siguiente (Domingo de la Divina Misericordia).
• La Octava de Navidad va del 25 de diciembre al 1 de enero, la Solemnidad de María, Madre de Dios.

En ambas octavas, la liturgia tiene un tono festivo y solemne, destacando la importancia de los misterios que se celebran.