El enviará a sus ángeles con sonora trompeta, y reunirán de los cuatro vientos a sus elegidos, desde un extremo de los cielos hasta el otro. «De la higuera aprended esta parábola: cuando ya sus ramas están tiernas y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todo esto, sabed que El está cerca, a las puertas. Yo os aseguro que no pasará esta generación (la de la Higuera, que escuchará las Trompetas) hasta que todo esto suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino sólo el Padre. Mat 24:31-36
La bendición este siempre en tu boca, no la maldición o el insulto que es lo mismo. Si somos la generación de la higuera entonces comprenderemos que Jesús nos ha escogido y debemos imitarle.
«Maldito todo el que cuelga de un madero» Dt 21,23
Dice el antiguo testamento, pero Jesús nos deja ver su rostro Divino su imagen Humana y dice:
Y dijo el que estaba sentado en el trono: He aquí que hago nuevas todas las cosas. Apoc 21:5
¿Cómo maldeciré, si no maldice Dios? ¿Cómo execraré, si no execra Yahveh? Num 23:8
Para vosotros en primer lugar ha resucitado Dios a su Siervo y le ha enviado para bendeciros, apartándoos a cada uno de vuestras iniquidades.» hechos 3:26
¡Escucha, Dios nuestro, porque nos desprecian. Haz que caiga su insulto sobre su cabeza. Entrégalos al desprecio en un país de cautividad! Neh 3:36
“Pero si no obedeces a la voz de Yahvé, tu Dios, guardando todos sus mandamientos y todas sus leyes que yo te prescribo hoy (mandamientos), he aquí las maldiciones que sobrevendrán sobre ti: Deu 28:15
No devolváis mal por mal, ni insulto por insulto; por el contrario, bendecid, pues habéis sido llamados a heredar la bendición. 1Pe 3:9
Bendecid a los que os persiguen, bendecid y no maldigáis. Rom 12:14
Maldigan ellos, pero Tú bendice. Sal 109, 28
Dios permite a veces que algunas maldiciones se cumplan. Consideremos lo que dice san Agustín: «Dios no hubiera permitido la existencia del mal si no fuera tan sabio, tan bueno y tan poderoso que pudiera sacar bienes aun de los mismos males.
Los judíos se maldijeron a sí mismos: «¡Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos!» Mt 27, 25
“Volviendo a la ciudad muy de mañana, sintió hambre, y, viendo una higuera cerca del camino, se fue a ella; pero no halló en ella más que hojas, y dijo: Qué jamás nazca fruto de ti. Y la higuera se secó al instante.» Mat 21:18
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas, que limpiáis por defuera la copa y el plato, que por dentro están llenos de rapiñas y codicias.
Fariseo ciego, limpia primero por dentro la copa y el plato, y limpíalo luego también por fuera.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas, hermosos por fuera, mas por dentro llenos de huesos de muertos y de toda suerte de inmundicias!
Así también vosotros por fuera parecéis justos a los hombres, mas por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas, que edificáis sepulcros a los profetas y adornáis los monumentos a los justos, y decís: Si hubiéramos vivido nosotros en tiempos de nuestros padres, no hubiéramos sido cómplices suyos en la sangre de los profetas.
Ya con esto os dais por hijos de los que dieron muerte a los profetas.
Colmad, pues, la medida de vuestros padres. Mat 23:15-32