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Nefando, Molicie y La serpiente enredada en la salud

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«La serpiente enredada en la salud»

Nefando es «lo que nunca debe ser dicho o expresado públicamente» un crimen nefando es el más horrible de todos, indescriptible -eso significa- así, cuando en el pasado se escuchaba este término la gente sabía que se trataba de un crimen contra natura, al cual se llega por la molicie y la falta de carácter, el crimen de sodomía, que en la biblia clama a la naturaleza y cuya pena es la muerte como en Gomorra.
Lo curioso es que en menos de una generación el termino dejo de ser usado y al emplearlo hoy, lo único que produce es risa (para los que lo entienden) ya que “eso” dejo de ser pecado y mucho menos crimen hace tiempo, es más, ahora es una cátedra obligatoria en las escuelas del mundo, donde los niños son obligados a «experimentar, tocarse y explorarse unos a otros para que elijan su género, ya que el sexo dado por Dios, nada tiene que ver con el género» es decir toman clases de de-generamiento, en otras palabras los niños van al colegio a tomar clases de sodomía, muchas veces sin que sus padres se enteren de la «educación» que están recibiendo.
La ley confirma la sodomía como un crimen contra el estado. En la introducción o proemio de la «Setena Partida», el jurista Gregorio López argumentaba que aunque cualquier pecado constituía un pecado contra la naturaleza en su sentido más amplio, él consideraba la Sodomía como el auténtico pecado contra natura, cometían el «abominable y detestable crimen de sodomía contra natura, el más grave de los crímenes, más grave todavía que la herejía, y como tal la máxima ofensa a Dios y la naturaleza». Abogaba por la pena de muerte y la confiscación de todos los bienes tanto para «el agente como el paciente».
Otros cometían «sodomía imperfecta» si en la copulación entre individuos del sexo opuesto se disfrutaba del coito en alguna otra parte que no fuera «el lugar natural, extra vas naturale». Hombre y mujer, escribió Fray Bartolomé de Medina (dominico catedrático de Prima Teología de la Universidad de Salamanca, 1591), cometían sodomía cuando, durante el acto sexual, «la mujer se situaba en la parte superior y el marido en la inferior, una posición fuera del orden natural de las cosas». Para Medina, un hombre echado de espaldas durante la relación sexual constituía un acto carnal «antinatural y desordenado».
Un caso involucraba a un marido que había intentado penetrar a su esposa con un objeto. Ella se negó y le denunció. Puesto que el marido no había conseguido su propósito, el tribunal lo condenó sólo a latigazos y a ser desterrado de la provincia.
Los gobernantes también definieron la sodomía como «nefaria, o indignante, lascivia, de la que no puede hablarse sin embarazo, un pecado nefando llamado así por su lascivia y obscenidad». En sentido figurado, la sodomía llegó a ser conocida simplemente como «el pecado». En apariencia, ningún otro pecado alteraba el orden natural de la creación como lo hacía el «peccatus», considerado una amenaza directa a la imagen de Dios. Con la consumación del acto sodomítico no sólo se quebraba la imagen de que el hombre había sido creado a imagen de Dios, sino que también se rechazaba una invitación divina a colaborar en la creación.
Los abogados de inicios de la edad moderna también habían definido la sodomía como actos que rechazaban su orden legal preordenado de Dios. Para los juristas, el concepto de naturaleza representaba un dominio jurídico dentro de las clases de las leyes. Los letrados entendían la «contra natura» como una experiencia cósmica del pecado: el acto abominable sencillamente arruinaba el orden del Universo y conllevaba tragedia y muerte como avisaba Las Siete Partidas. La sodomía simbolizaba un grave desorden porque también rechazaba una alianza matrimonial, pilar clave del orden social.

http://personal.us.es/alporu/histsevilla/clases_sodomia.htm

Por #bottegadivina

Bottega Divina es un Canal dedicado a aplicar la tradición moral Cristiana a situaciones críticas en la política y la sociedad. Abogamos y velamos por la aplicación de los principios fundamentales de la sociedad, como el derecho natural, en los ámbitos políticos y sociales.

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