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Arte Sacro

Hemos perdido el Paraiso, vamos para el Cielo.

William_Blake,_The_Temptation_and_Fall_of_Eve

John Milton fue un poeta inglés, conocido especialmente por su poema El paraíso perdido.
En la escuela le llamaban “la damisela del College”, sus ojos azules que antes de quedarse ciego miraban más a los hombres que a las mujeres, dejarían pronto de ver a su joven esposa de 17 años que le abandonó por sus “tendencias” e incompatibilidades.

En paraiso perdido hizo que Jesús fuera “tentado” por la homosexualidad  y otras alusiones nefandas, como la elegía a Diodatis o epitafio a Diodatis quien era su “amigo” de experiencias psico-sexuales, a pesar de ello se casó 3 veces.

Claramente protestante, profesa rechazo al concepto de la Santísima Trinidad al considerar que el hijo era subordinado al padre, una doctrina conocida como Arrianismo y la creencia que el alma muere con el cuerpo, de allí su aversión hacia el catolicismo y especialmente hacia la jerarquía eclesiástica. Anticlerical declarado, tuvo activa participación en la reforma protestante y a principios de 1642, la jerarquía eclesiástica inglesa era abolida por el parlamento con su apoyo…

Hizo campaña por la legitimización del divorcio y defendió la poligamia.

En Paraíso perdido el protagonista es el demonio.

«Milton se sentía incómodo escribiendo de Dios y de los Ángeles, y a su gusto escribiendo de los Demonios y del infierno, porque era un verdadero poeta, estaba de parte del Demonio sin saberlo» Blake

Con él empieza la «metamorfosis de Satanás», su evolución de figura negativa a héroe positivo: el rebelde triste, privado, como el hombre, de su felicidad paradisiaca por un Dios “tirano”, el Satanás de Milton encontró su encanto siniestro, al tipo del bandido generoso, del sublime delincuente, el demonio es una especie de Robin Hood.

El infierno es descrito como “lugar” de permanente insatisfacción y desesperación de sus habitantes, desde donde Satanás (definido por el sufrimiento) decide vengarse de Dios de forma indirecta, esto es, a través de los seres recién creados que viven en un estado de felicidad permanente.

Por eso siembra la duda en Eva a quien hace decir:
“¿qué es lo que nos prohíbe conocer? ¿Nos prohíbe el bien, nos prohíbe ser sabios?… Semejantes prohibiciones no deben ligarnos… Pero si la muerte nos rodea con las últimas cadenas, ¿de qué nos servirá nuestra libertad interior? El día en que lleguemos a comer de ese hermano fruto moriremos; tal es nuestra sentencia… ¿Ha muerto, por ventura, la serpiente? Ha comido, y vive, y conoce, y habla, y raciocina, y discierne, cuando hasta aquí era irracional… ¿Qué es, pues, lo que temo? ¿Acaso sé lo que debo hacer en la ignorancia en que me encuentro del bien y del mal, de Dios o de la muerte, de la ley o del castigo? Aquí crece el remedio de todo; ese fruto divino, de aspecto agradable, que halaga el apetito, y cuya virtud comunica la sabiduría. ¿Quién me impide que lo coja y alimente a la vez el cuerpo y el alma? Diciendo esto, su mano temeraria se extiende en hora infausta hacia el fruto: ¡lo arranca y lo come!
La Tierra se sintió herida”.

Por #bottegadivina

Bottega Divina es un Canal dedicado a aplicar la tradición moral Cristiana a situaciones críticas en la política y la sociedad. Abogamos y velamos por la aplicación de los principios fundamentales de la sociedad, como el derecho natural, en los ámbitos políticos y sociales.

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