Por primera vez en la historia asistimos a una lucha fríamente calculada y cuidadosamente preparada contra todo lo que es divino (cf. 2 Tes 2, 4). Porque el comunismo es por su misma naturaleza totalmente antirreligioso y considera la religión como el “opio del pueblo”, ya que los principios religiosos, que hablan de la vida ultraterrena, desvían al proletariado del esfuerzo por realizar aquel paraíso comunista que debe alcanzarse en la tierra. (Pío XI. Encíclica Divini Redemptoris, n. 22, 19 de marzo de 1937)
Richard Wurmbrand – Era Karl Marx um Satanista