El Nombre de María, traducido del hebreo «Miriam», significa, Doncella, Señora, Princesa.
La mirra, como María, es el símbolo de la unión de los hombres con Dios, que se hace en el seno de María. María es pues, el centro de unión de Dios con los hombres.
La fiesta de hoy fue instituida por el Papa Beato Inocencio XI para celebrar la gloria de la victoria de los cristianos,sobre los musulmanes y los ejércitos turcos, en la famosa batalla de Viena en 1683.
El Papa aconsejó que todas las insignias imperiales lleven la imagen de la Madre de Dios, al ganar la batalla y en agradecimiento, mandó que se celebrase en toda la Iglesia, la fiesta litúrgica del Santo Nombre de María.
Era una época de durísimas batallas, para defender la cristiandad, pero nunca los cristianos pensaron que se irían al cielo en cuerpo y alma antes del juicio final, como hoy lo quieren hacer creer ciertos herejes.
Ningún Apóstol, ningún Padre de la Iglesia, Ningún Concilio, Ninguna Universidad en el periodo escolástico, Ningún santo, Ningún «reformador», ni Lutero, ni ningún otro hablo de ella…
El concepto de «el rapto» o «arrebatamiento» es tan reciente que no aparece en los diccionarios clásicos de espiritualidad.
La asunción de la Virgen es dogma de fe (verdad de la que no puede dudarse) proclamado por el papa Pío XII el 1 de noviembre de 1950. La Iglesia católica celebra esta fiesta en honor de María en Oriente desde el siglo VI y en Roma desde el siglo VII. La festividad se celebra el 15 de agosto.
Todos los demás debemos morir y luego pasar por el juicio particular, luego seremos resucitados (“creo en la resurrección de los muertos” recita el credo) para el juicio final.
«En aquel tiempo seréis entregados para ser puestos en los tormentos y os darán la muerte, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre, por ser discípulos míos; con lo que muchos padecerán entonces escándalo y se harán traición unos a otros, y se odiarán recíprocamente;y aparecerá un gran número de falsos profetas que pervertirán a mucha gente. y por la inundación de los vicios, se enfriará la caridad de muchos. Mas el que perseverare hasta el fin, ése se salvará. Mat 24:9-13 LA TRIBULACIÓN
«Por lo cual os decimos sobre la palabra del Señor, que nosotros los vivientes, o los que quedaremos hasta la venida del Señor, no cogeremos la delantera a los que ya murieron antes: por cuanto el mismo Señor a la orden del arcángel, y al sonido de la trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los que murieron en Cristo , resucitarán los primeros. Después, nosotros los vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados con ellos sobre nubes al encuentro de Cristo en el aire, y así estaremos con el Señor eternamente. 1Ts 4:15-17 EL JUICIO