
“Pues, si Dios a los ángeles que pecaron, no perdonó, sino que con cuerdas de tinieblas tartarizando entregó a que, para juicio, castigados siendo, fuesen guardados y al antiguo mundo no perdonó, sino que a octavo, Noé, de justicia heraldo, guardó, un cataclismo sobre un mundo de impíos trayendo;
y ciudades de Sodoma y Gomorra incinerando, a perdición condenó, ejemplo a los que habían de prevaricar poniendo”. 2Pe 2:4
Dios no perdonó a los ángeles que pecaron:
«…arrojándolos al infierno, los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio». Los ángeles que pecaron fueron condenados a prisiones de oscuridad.
En los días de Noé:
«Dios no perdonó». Dios no perdonó al mundo antiguo en los días de Noé. Por eso trajo el diluvio sobre el mundo de los impíos.
En los días de Lot:
«No perdonó a Sodoma y Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente».
En la plenitud de los tiempos:
“El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros.” Dios entregó a su propio hijo para nuestra redención. Rom 8:32
Podemos hacernos la siguiente pregunta:
El Dios que no perdonó a los ángeles, ni tampoco al mundo antiguo, ni perdonó a Sodoma y Gomorra, y permitió el sacrificio de su propio hijo:
¿Perdonará al mundo actual, a los burladores de Dios?
“Su país está lleno de ídolos; ellos se postran ante la obra de sus manos, ante lo que fabricaron sus propios dedos”. Isaias 2,8
Perdonará a los adoradores de carros, teléfonos, procedimientos médicos, y otras tecnologías, ídolos modernos, deportistas o actores, hechos por sus manos, como si fueran Dios?
«Las altivas frentes de los hombres serán abatidas y será humillada la soberbia humana»
Isa 2:11
