Gaudete es el nombre que recibe el tercer domingo de Adviento en el calendario litúrgico cristiano.
El Tiempo de Adviento se originó como un ayuno de cuarenta días en preparación para la Navidad, comenzando el día después de la fiesta de San Martín (12 de noviembre). San Gregorio magno fue el primero en redactar un Oficio para el Adviento, y el Sacramentario Gregoriano es el más antiguo en proveer Misas propias para los domingos de Adviento.
En este Domingo de Laetare, (De Alegria) el órgano y las flores, deben ser usadas profusamente; se permitió el uso de vestimentas color rosa.
Tanto en el Oficio como en la Misa a través del Adviento, se hace referencia continua a la segunda venida de nuestro Señor, y se enfatiza en el tercer domingo por medio de la adición de signos permitidos para ese día, como una expresión de alegría. El Domingo de Gaudete está marcado por un Nuevo Invitatorio, la Iglesia no invita ya a los fieles a meramente adorar «al Señor que va a venir», sino que les llama a una liturgia de alegría porque «el Señor está ahora aquí y al alcance de la mano». Las lecturas de Nocturnas, correspondientes a la Profecía de Isaías, describen la venida del Señor y las bendiciones que resultan de ello, y las antífonas de las Vísperas hacen eco de las promesas proféticas. La alegría de la espera se enfatiza por las constantes Aleluyas tanto en el Oficio como en la Misa a través de todo el Tiempo de Adviento. En la Misa, el Introito «Gaudete in Domino temper» resalta lo mismo, y da el nombre al día. La Epístola nos incita a regocijarnos y nos urge a prepararnos para encontrarnos con el Salvador a través de oraciones y súplicas y de acciones de gracia, mientras que el Evangelio de San Juan Bautista nos advierte que el Cordero de Dios está ahora entre nosotros, aunque parezca que no Le conocemos.
En latín «Gaudete» quiere decir «regocijaos», «alégrense», «estad alegres». Se define así a este día por ser «Gaudete» la primera palabra que se menciona en la celebración litúrgica, específicamente en el introito. El uso del término deriva de un pasaje de la Epístola a los filipenses, que en esa celebración constituye la segunda lectura dominical del ciclo C de la liturgia católica.
Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres.
San Pablo, Epístola a los filipenses 4, 4
Con ese término, se busca animar al pueblo a continuar con la preparación para la Solemnidad de la Natividad del Señor (el día de Navidad).
El color litúrgico —usado en las vestiduras del celebrante— correspondiente a este domingo es el rosado. No obstante, no es obligatorio el uso de este color, por lo que con cierta frecuencia se continúa vistiendo el color general del Tiempo de Adviento, el color morado.
Anuna es un conjunto irlandés que cantó en sus inicios muy buena música medieval, luego cambiaron a riverdance y en los últimos tiempos cantan canciones desde el infierno según ellos mismos dicen.
Preparaos, Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no esperéis. No os pase como a éllos.