La Boda de las sacerdotisas episcopalianas «Rev». Mally Lloyd con la «Rev». Katherine Ragsdale, en la Episcopal Divinity School, «oficiada» por el «Obispo» Thomas Shaw
Se puede leer en “Amoris” 159. «La virginidad es una forma de amar. Como signo, nos recuerda la premura del Reino, la urgencia de entregarse al servicio evangelizador sin reservas (cf. 1 Co 7,32), y es un reflejo de la plenitud del cielo donde «ni los hombres se casarán ni las mujer tomarán esposo» (Mt 22,30). San Pablo la recomendaba porque esperaba un pronto regreso de Jesucristo, y quería que todos se concentraran sólo en la evangelización:
«El momento es apremiante» (1 Co 7,29). Sin embargo, dejaba claro que era una opinión personal o un deseo suyo (cf. 1 Co 7,6-8) y no un pedido de Cristo: «No tengo precepto del Señor» (1 Co 7,25).
Al mismo tiempo, reconocía el valor de los diferentes llamados: «cada cual tiene su propio don de Dios, unos de un modo y otros de otro» (1 Co 7,7). En este sentido, san Juan Pablo II dijo que los textos bíblicos «no dan fundamento ni para sostener la “inferioridad” del matrimonio, ni la “superioridad” de la virginidad o del celibato» [166] en razón de la abstención sexual.
Más que hablar de la superioridad de la virginidad en todo sentido, parece adecuado mostrar que los distintos estados de vida se complementan, de tal manera que uno puede ser más perfecto en algún sentido y otro puede serlo desde otro punto de vista. Alejandro de Hales, por ejemplo, expresaba que, en un sentido, el matrimonio puede considerarse superior a los demás sacramentos, porque simboliza algo tan grande como «la unión de Cristo con la Iglesia o la unión de la naturaleza divina con la humana»[167]. (Amoris Laetitia, 159)
Empecemos por el final:
- La Summa teológica de Alejandro de Hales dice textualmente, “El Matrimonio No tiene una función social tan importante como las Órdenes Sagradas (ST III:56:3, ad 1). “el Matrimonio santifica la procreación y educación de los hijos, que No son tan importantes ni tan necesarias como la Santificación de los Ministros de la Iglesia (ST III:56:3, ad 4). Alejandro de Hales (Summa, IV, Q.xxiv,1) sostuvo que algunos sacramentos habían sido instituidos por los apóstoles, utilizando el poder que para ello les había otorgado Jesucristo.
*Aquí notamos que hay “incongruencias” en lo que dice “Amoris”.
- punto 6.Esta es también la opinión de toda la Tradición, tanto doctrinal, como pastoral. Esa «superioridad» de la continencia sobre el matrimonio No significa nunca en la auténtica Tradición de la Iglesia, una infravaloración del matrimonio o un menoscabo de su valor esencial. Tampoco significa una inclinación, aunque sea implícita, hacia las posiciones maniqueas, o a un apoyo a modos de valorar o de obrar que se fundan en la concepción maniquea del cuerpo y del sexo, del matrimonio y de la generación. La superioridad evangélica y auténticamente cristiana de la virginidad, de la continencia, está dictada consiguientemente por el reino de los cielos. En las palabras de Cristo referidas a Mateo (19, 11-12), encontramos una sólida base para admitir solamente esta superioridad.(Catequesis sobre la Virginidad, J.P.II)
*Es decir que la Virginidad, Según San Juan Pablo II, San Pablo Apóstol y la iglesia católica, Si son superiores al Matrimonio¡¡¡
- Mat 19:10 Dijéronle los discípulos: Si tal es la condición del hombre con la mujer, preferible es no casarse. El les contestó: “No todos entienden esto, sino aquellos a quienes ha sido dado. Porque hay eunucos que nacieron del vientre de su madre, y hay eunucos que fueron hechos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se han hecho tales por amor del reino de los cielos. El que pueda entender, que entienda”.
*Palabra de Dios, del Dios Encarnado, Jesucristo nuestro señor, el Verbo divino proclama que, por el reino de los cielos, para el consagrado es mejor «hacerse» virgen (eunuco).
- 1Co 7:27 ¿Estás ligado a una mujer? No busques la separación. ¿Estás libre de mujer? No busques mujer.»Si te casares, no pecas; y si la doncella se casa, no peca; pero tendréis así que estar sometidos a la tribulación de la carne, que quisiera yo ahorraros.» 1Co 7:32 Os quiero libres de preocupaciones. El que no está casado se preocupa de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor; el casado se preocupa de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer, y está dividido. La mujer no casada y la virgen se preocupan de las cosas del Señor, para ser santas en el cuerpo y en el espíritu; la casada, sin embargo, se preocupa de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido. Os digo esto sólo para vuestro provecho, no para tenderos un lazo, sino en atención a lo que es más noble y al trato con el Señor, sin otras distracciones”.
*Lo que San Pablo propone es el celibato de los consagrados, para No estar sometidos a la Carne. No es un “Valor Simbólico”. El que no quiera No está obligado, pero tampoco será “Ordenado”.