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Arte Sacro

Oracion Exorcismo contra Plagas

 

San Gregorio Nacianceno, Nacianzo, Capadocia, Imperio romano; 329 –389

Gregorio fue enterrado en Nacianzo. Sus reliquias fueron trasladadas a Constantinopla en el año 950, a la iglesia de los Santos Apóstoles. Los cruzados de la Cuarta Cruzada (1204) cogieron parte de las reliquias, que acabaron en Roma. Luego fueron colocadas en una capilla lateral de la Basílica de San Pedro conocida precisamente como Altar gregoriano (donde se puede ver también una imagen de la Virgen del Perpetuo Socorro).

Conjuro contra las Plagas

OREMOS

 

Omnipotente Verbo del Padre, Cristo Jesús, Dios y Hombre, y Señor de toda creatura, que diste a tus santos apóstoles la potestad de pisar sobre las serpientes y escorpiones y sobre toda la fuerza del enemigo, imploro suplicante, con pavor y temblor, tu santo nombre, para que a mí, indigno (Fiel o) sacerdote  tuyo, dada la posibilidad del perdón de mis pecados, te dignes dotarme de virtud, para que ceñido por tus brazos y tu protección, pueda ahuyentar de este lugar estas plagas…

 

OREMOS

 

Que se ponga fin, oh Señor Jesucristo, por los méritos de tu Santísima Pasión, a la postración de nuestra humildad, y reine la felicidad eterna, la prosperidad divina, la alegría serena, la fructífera caridad y la salud sempiterna. Que se aleje de nuestra tierra y de todos sus frutos la presencia de los demonios, plagas, y cualesquier otros animales que corroen los frutos de la tierra…

 

Asperjará con agua bendita las cuatro partes de la tierra diciendo.

 

Por la virtud de esta agua bendita huyan de nosotros los diferentes enemigos, y esta plaga de plagas. Amén.

 

Conjuro primero

Por la santa e individua Trinidad y por la sacrosanta sangre de Nuestro Señor Jesucristo, y por su admirable nombre, ante el cual todo ser dobla la rodilla, tanto celestes, terrestres y de los infiernos, yo, en calidad de (Fiel o) ministro y sacerdote de la Iglesia Católica, os conjuro + expulso y estrecho Aplión, Behemot, Belcebú, jefes y guías de todas las plagas con todos vuestros compañeros y satélites, para que al momento y sin dilación alguna salgáis de este término y de todos los términos de esta ciudad y expulséis totalmente todas las plagas… que devastan y comen los frutos de la tierra y los ahoguéis en el profundo del mar o los oprimáis en sus propios lugares, los pisoteéis, aniquiléis y exterminéis totalmente, de manera que no quede vestigio alguno de su semilla ni de ellos y no pongáis medio alguno para la regeneración o conservación de tales animales…

 

Conjuro segundo

Oh malditas plagas que estáis en los términos de este lugar, yo, por la virtud y la autoridad de Nuestro Señor Jesucristo, os conjuro + y os constriño de la manera más contundente por Dios Padre + omnipotente, creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible e invisible, por Dios + su Hijo Jesucristo, Nuestro señor: Por Dios + Espíritu Santo, que procede de uno y otro, y por la Cruz + y Pasión del Unigénito Hijo de Dios y por su Sangre + Preciosísima; por su Muerte y sepultura + por su Resurrección + y Ascensión y por la venida del Espíritu Santo + Paráclito, que iluminó al mundo entero, y por la purísima Virgen María + madre de Nuestro Señor Jesucristo, que en su vientre encerró a aquél que todo el orbe es incapaz de contener, cuyos santísimos pechos amamantaron al mismo Cristo, verdadero Dios y Hombre, y por todos los santísimos méritos de la misma gloriosísima Virgen María, emperatriz de los ángeles, y por los nueve coros de los espíritus celestes, y por San Juan Bautista, quien bautizó a Cristo en el Jordán, y por todos los patriarcas y profetas de Dios; por los apóstoles y evangelistas y por los santísimos pontífices Gregorio y Luis, y por todos sus méritos, gracias y virtudes, y por  todos los mártires, confesores, vírgenes y célibes, por todas estas cosas sobredichas os conjuro + y ordeno que no comáis en adelante, ni dañéis en lo más mínimo las mieses, siembras, árboles, viñas o hierbas, que hay en este término…, sino huid inmediatamente y salid del sobredicho término, y si lo contrario hiciereis, Nuestro Señor Jesucristo, que rompió las puertas del infierno y redujo a los diablos, él mismo os reduzca, maldiga y golpee por su santo ángel y rompa vuestros labios, quijadas y dientes, y os triture y desmorone.

 

Ahora pise con el pie algunas plagas.

 

A todos vosotros y a todos los malditos demonios, vuestros jefes, lo mismo que golpeó Sodoma y Gomorra, el mismo os acose, para que hagáis mi voluntad y obedezcáis mis preceptos, de manera que redunde en gloria de Él, y maldición sempiterna para vosotros, cuya maldición confirmo sobre vosotros con todo mi corazón, así y totalmente, de manera que do quiera os encontréis, seáis malditas. De tal modo que no podáis roer ni dañar fruto alguno de cualquier género que sea, sino que os consumáis en vosotras mismas y os extingáis completamente y os aniquiléis, de modo que no quede de vosotras el más mínimo vestigio o semilla en la posteridad; y, si por casualidad, alguna quedare, la maldigo en nombre de Nuestro Señor Jesucristo y de la Santa Iglesia Romana, y la privo de toda su virtud, de manera que sea absolutamente imposible que de ella pueda nacer ningún animal nocivo ni langosta alguna, ya de forma natural ya por ayuda o virtud de los demonios, a los que os entrego con toda mi voluntad y a todos vosotros, con todas mis fuerzas, doy a comer toda vuestra semilla. En el nombre del Padre + e Hijo + y Espíritu + Santo, y de la Bienaventurada Virgen María. Amén.

 

OREMOS

 

Señor Jesucristo, pastor bueno, que por nosotros pecadores, derramaste tu preciosa sangre en el altar de la Cruz, para atar con tu potestad a los antiguos enemigos, te rogamos suplicantes, que te dignes atar, reducir y confundir a este maligno espíritu Apolión y a todos sus socios, para que no prevalezcan contra nosotros ni contra este lugar. Que vives y reinas, etc.

 

Vuelto al Oriente, dirá.

 

Huye maldito espíritu Apolión, conductor de estas plagas o de estos animales, con todos tus satélites y socios; huye, te insto, por la inefable Encarnación de Nuestro Señor Jesucristo, que es la causa total de la reparación humana, y te mando que no te atrevas a dañar este término por medio de las plagas o cualesquier otros animales.

 

Vuelto al Sur, dirá.

 

De nuevo te ligo, maligno espíritu Apolión con todos tus socios, por medio de la virtud y la potencia de Nuestro Señor Jesucristo, quien quiso ser envuelto por la gloriosa Virgen María con pañales y fajas, y pendiendo de la Cruz, ligó vuestra potestad, para que no puedas por ti o por estos animales dañar este término ni a fruto alguno del mismo. Amén.

 

Vuelto hacia Occidente, dirá.

 

De nuevo te ato y te aprieto, maligno espíritu sobredicho, por aquella admirable Resurrección que se producirá en el último día del juicio, mediante la indisoluble unión de almas y cuerpos, que no dañes a estos términos mediante los sobredichos animales nocivos, ni los hagas dañar, sino que a todos ellos los acoses y destruyas totalmente. Amén.

 

Vuelto hacia el Norte, dirá.

De nuevo con más fuerza y estrechez te ato, pésimo espíritu sobredicho, con las cadenas incandescentes infernales, con las que por virtud divina, con tus pésimos socios, te encuentras atado, y te ordeno virilmente, que no puedas dañar ni hacer dañar este término, por medio de los sobre dichos animales, ni ahora ni nunca. Amén.

 

Asperjará con agua bendita las cuatro partes diciendo.

 

Por la virtud de esta agua bendita, huyan de nosotros nuestros enemigos, y esta plaga de plagas o de cualquier otros animales nocivos. Amén…

 

MISA DE SAN GREGORIO, la primera del común de un confesor pontífice.

 

ORACIÓN

 

Oh Dios que concediste al bienaventurado Gregorio tu confesor y pontífice especial gracia contra la peste de plagas, concede propicio que cuantos devotamente gozamos de tus beneficios, por sus méritos y oraciones seamos liberados de la corrosión y destrucción por ellas de nuestros frutos y animales, así como de las pestes, epidemias y de cualquier otra enfermedad que pueda afectar a nuestros cuerpos. Por nuestro Señor, etc.

 

Secreta.

 

Apiádate, Dios omnipotente, te rogamos, de estos tus siervos, por la intercesión del bienaventurado Gregorio, tu confesor y pontífice, al que otorgaste la gracia y la virtud de extirpar las plagas y brucos, para que ayudados por sus méritos, merezcamos recibir piadosamente de ti la conservación de nuestros frutos. Por Nuestro Señor, etc.

 

Después de comunión.

 

Te rogamos Dios omnipotente concedas a tus fieles suplicantes tu gracia y tu misericordia y por la intercesión del bienaventurado Gregorio tu confesor y pontífice, a quien enviaste a España, como tu vicario para destruir las plagas y brucos, que nuestros frutos nos sirvan de nutrición, gracias a tu santa virtud y nos conservemos inmunes de cualquier lesión. Por Ntro. Señor, etc.”

angelus

Por #bottegadivina

Bottega Divina es un Canal dedicado a aplicar la tradición moral Cristiana a situaciones críticas en la política y la sociedad. Abogamos y velamos por la aplicación de los principios fundamentales de la sociedad, como el derecho natural, en los ámbitos políticos y sociales.

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