La incorruptibilidad es la propiedad de un santo, de no descomponerse después de la muerte, a pesar de no haber sido embalsamado o preservado de manera alguna. Fenómeno que solo se observa en la iglesia católica.
Así sucederá también en la resurrección de los muertos. El cuerpo, a manera de una semilla, es puesto en la tierra en estado de corrupción, y resucitará incorruptible. 1Co 15:42
La incorruptibilidad de santos y beatos, es un signo de su santidad, y como prueba están a la vista de los fieles, en santuarios reconocidos como, san Giovanny Rotondo en Italia o la rue de Bac en Paris, donde se encuentra Santa Catalina Labouré (1806-1876), religiosa francesa. A quien se le aparecido la Virgen de la Medalla Milagrosa.
San Pío de Pietrelcina (1887-1968), canonizado por Juan Pablo II.
San Vicente de Paúl (1581-1660). Con fina capa de cera. Murió el 27 de septiembre de 1660. Se puede observar a la vuelta de la rue de bac
Santa Rita de Casia (1381-1457). Religiosa agustina, con tratamiento muy posterior de cera. Muríó en 1457. Nunca fue enterrada. El ataúd de madera que tenía originalmente fue reemplazado por uno de cristal y ha estado expuesta así desde entonces.
San Pío X (1835-1914). Fue el papa 257.º de la Iglesia católica entre 1903 y 1914. Con máscara de plata que cubre su rostro.
Beata Mariana de Jesús (1565- 1624). Religiosa mercedaria, su cadáver permanece incorrupto, flexible y exhalando un dulce aroma en el convento de don Juan de Alarcón de Madrid. Sin tratamiento de cera.
San Juan María Vianney (1786-1859). Con baño de cera. Su cadáver se conserva en la Basílica de Ars, Francia.
San Chárbel Makhlouf, 1828- 1898, religioso maronita libanés, su cuerpo aun flexible exuda un aceite Sanador.