-«Ignorar la Escritura es ignorar a Cristo»
-«¿Cómo es posible vivir sin la ciencia de las Escrituras, a través de las cuales se aprende a conocer al mismo Cristo, que es la vida de los creyentes?»
-«Estoy con quien esté unido a la Cátedra de san Pedro»
-«Sobre esta piedra está edificada la Iglesia».
Memoria de san Jerónimo, presbítero y doctor de la Iglesia, que, nacido en Dalmacia, estudió en Roma, cultivando con esmero todos los saberes, y allí recibió el bautismo cristiano.
Después, captado por el valor de la vida contemplativa, se entregó a la existencia ascética yendo a Oriente, donde se ordenó de presbítero. Vuelto a Roma, fue secretario del papa Dámaso, hasta que, fijando su residencia en Belén de Judea vivió una vida monástica dedicado a traducir y explanar las Sagradas Escrituras, revelándose como insigne doctor.
De modo admirable fue partícipe de muchas necesidades de la Iglesia y, finalmente, llegando a una edad provecta, descansó en la paz del Señor.
Escribió gran cantidad de obras, principalmente comentarios de la sagrada Escritura, fue el traductor de la biblia al Latín. Murió en Belén el año 420.