San Nicolás quiere decir en griego «vencedor de pueblos» vivió, desde el año 280 al 345. Durante el concilio de Nicea (325) era obispo de Mira, diócesis del Asia Menor, en el que participó abofeteando al hereje obispo Arrio. Alli se definió el Credo.
Murió en la capital de su diócesis fue martirizado y sobrevivió, Constantino besó las cicatrices causadas por licinio en 319, fue sepultado en la catedral. En el año 1087 sus restos fueron trasladados a Bari, en Italia.
Es el Santo de iconografía más numerosa, de tal modo que las imágenes de San Nicolás sólo ceden en número a las de la Santísima Virgen.
Sus padres se llamaron Epifanio y Juana, un matrimonio estéril al que un ángel se apareció anunciándoles el nacimiento de un hijo llamado a la santidad y el recién nacido se apartaba del pecho maternal los días de ayuno.
Siendo aún niño Al dirigirse Nicolás al templo, una pobre paralítica le pidió limosna. Pero el Santo había repartido ya todo lo que llevaba, elevando los ojos al cielo y orando internamente con brevedad, dijo a la paralítica: «En el nombre de Jesús, levántate y anda». Y al momento recobró la pobre mujer el uso de sus miembros paralizados.
Un hombre rico venido a menos tenía tres hijas muy hermosas a las que no podía casar por falta de dote. Y el hombre fue tan ruin que maquinó el prostituir a sus bellas hijas para obtener dinero. Súpolo Nicolás y, deslizándose en el silencio de la noche hasta la casa donde habitaban el padre y las hijas, arrojó por la ventana de la alcoba del hombre una bolsa de oro. Al día siguiente el hombre, con enorme regocijo, abandonó su criminal idea y destinó aquel oro a dotar a una de las muchachas, que inmediatamente se casó. El Santo, al advertir el excelente fruto conseguido, repitió su excursión nocturna y dejó otra bolsa. Y éste fue el dote de la segunda de las jóvenes. Nicolás repitió el donativo la vez tercera, pero en esta ocasión fue sorprendido por el padre, arrepentido ya de sus malos pensamientos, que se explayó en manifestaciones de gratitud y de piedad.
San Nicolás es abogado para casos de incendio, una infeliz mujer llevaba en brazos a un niño muerto abrasado por el fuego y lo depositó sin decir palabra a los pies del obispo, el cual oró brevemente, obteniendo del poder de Dios que el pobre niño volviese a la vida.
Yendo San Nicolás camino de Nicea para asistir al concilio (donde abofeteo al hereje Arrio) acompañado de Eudemo, obispo de Pátara, y tres sacerdotes más, se detuvieron al caer de la tarde en un mesón o ventorro donde determinaron pasar la noche.
Al servirles la cena el ventero puso sobre la mesa una fuente llena de tasajos, al parecer de atún en escabeche. Dispúsose San Nicolás a echar la bendición, y en el mismo instante se le reveló que aquellos tasajos no eran de otra cosa que de carne humana. El ventero era un asesino que, de vez en cuando, mataba a un huésped y salaba la carne, que ofrecía después a otros. Las últimas víctimas habían sido tres adolescentes, que yacían ahora -si a eso puede llamarse yacer- despedazados en una cuba, San Nicolás acusó al ventero de su horrendo crimen y, como el mal hombre la quiso negar, el Santo conminó a todos a que le acompañasen a la bodega o despensa, donde, puesto en oración frente a una cuba, salieron de ella los tres muchachos vivos, que dieron gracias al Santo por su intercesión.
Es santo Patrono de Rusia, cuyo último zar llevó su nombre.
San Nicolás es patrono de marinos y navegantes.
Con mas de 2.000 iglesias consagradas en el mundo es patrono de los niños.