
Epifanía es la fiesta en la que Jesús toma presencia humana en la tierra, es decir, Jesús se «da a conocer», se encarna.
«Esos magos le llevaron unos regalos al Niño Dios, pero no se dieron cuenta de que ellos fueron quienes recibieron el mayor regalo”. Mateo 2, 1-12.
El término epifanía es una traducción del concepto de «gloria de Dios».
En las cartas de San Pablo la epifanía se refiere a la entrada de Cristo en el mundo, presentada como la del emperador que viene a tomar posesión de su reino, el término se usó en Oriente para indicar la manifestación de Cristo en la carne.
Jesús se dio a conocer a diferentes personas y en diferentes momentos, pero el mundo cristiano celebra como epifanías tres eventos, a saber:
- La Epifanía ante los magos de Oriente, Mateo 2, 1-12, que es celebrada el día 6 de Enero
- La Epifanía a San Juan Bautista en el río Jordán.
- La Epifanía a sus discípulos y comienzo de su vida pública con el milagro en Caná en el que inicia su actuación pública.
El nombre de «pequeña navidad» dado a la epifanía expresa la idea popular de la fiesta en la Iglesia occidental. Parece como una repetición, a menor escala, de las celebraciones navideñas, es la complementación de la encarnación, la venida y manifestación de Cristo al mundo.
«La gracia que nos fue dada en Cristo Jesús desde la eternidad, y manifestada ahora por la aparición (epiphaneia) de nuestro Señor Jesucristo» 2 Timoteo 1,10:
Los sabios de Oriente representan a las naciones del mundo, simbolizan la llamada a todas las naciones.
En la gran catedral gótica de Colonia se puede ver la urna de los tres reyes. Sus huesos fueron llevados allí, desde Milán, en 1164, por Federico Barbarroja.
Dios deja de manifestarse sólo a una raza, a un pueblo privilegiado, y se da a conocer a todo el mundo. La buena nueva de la salvación es comunicada a todos los hombres. El pueblo de Dios se compone ahora de hombres y mujeres de toda tribu, nación y lengua. La raza humana forma una sola familia, pues el amor de Dios abraza a todos.
«Los paganos comparten ahora la misma herencia, que forman parte del mismo cuerpo y que se les ha hecho la misma promesa, en Cristo Jesús, a través del evangelio».Ef 3, 2-6
«Que todas las naciones, en la persona de los tres Magos, adoren al Autor del universo, y que Dios sea conocido no ya sólo en Judea, sino también en el mundo entero».
«Celebremos con gozo espiritual el día que es el de nuestras primicias y aquel en que comenzó la salvación de los paganos».