Hay libros y pasajes del Antiguo Testamento de la Biblia, que no están incluidos en el Tanaj o biblia judía.
Modificada en Jamnia, Israel, luego de la resurrección de Cristo y destrucción del templo, que Jesús profetizó, fueron eliminados porque, luego de matar al Mesías (cuya Sangre pidieron que cayera sobre ellos y sus hijos. Mateo 27,25) los masoretas judíos se dedicaron a mutilar todo pasaje que mencione al Mesías o siervo sufriente, de su Biblia.
Estos pasajes y libros evidentemente estaban incluidos en la Biblia Griega de los LXX, llamada Septuaginta, datada aproximadamente en el año 280 a.C., que era la biblia que usaba, leía y aceptaba Jesús y luego la iglesia primitiva.
Son llamados deuterocanónicos desde el siglo XVI, nombre capcioso que hace creer que No son inspirados, porque hablan de los Santos, los Ángeles y las Obras, razón por la cual hoy son rechazados por los judíos y protestantes.
La Iglesia Cristiana Católica, los considera como verdadera y auténtica palabra de Dios. Libros inspirados por el Espíritu santo.
Son declarados como libros inspirados, en el Concilio de Trento y Concilio Vaticano.
Los pertenecientes al antiguo testamento son:
El Libro de Tobías o Tobit
El Libro de Judit
Libro de Ester
El Libro de la Sabiduría
El Libro del Eclesiástico, Sirácida o Sirácides
El Libro de Baruc
La Carta de Jeremías (Baruc 6)
Algunas partes del Libro de Daniel
La Oración de Azarías (Daniel 3:24-50)
El Himno de los tres jóvenes (Daniel 3:51-90)
La Historia de Susana (Daniel 13)
La Historia de Bel y el Dragón (Daniel 14)
El Libro I de los Macabeos
El Libro II de los Macabeos
Por otra parte, también se denominan “deuterocanónicos” a algunos libros del Nuevo Testamento, que específicamente Lutero quería borrar de las biblias, porque iban en contra de la salvación “SOLO por la Fe”, como hace decir, «corrigiendo» o mejor adulterando la biblia, el “reformador” (más bien adulterador).
Ellos hablan del cumplimiento de los mandamientos, el matrimonio indisoluble, el sacerdocio, las obras, del castigo, de la santidad y en general los Novísimos, es decir de todos los temas que la herejía protestante niega. Aunque estos libros aparecen en las biblias protestantes no son tenidos en cuenta a la hora de «predicar» y los incluyen porque mutilar tanto la biblia era ya demasiado sospechoso. Ellos son:
Epístola a los hebreos
Epístola de Santiago
Segunda epístola de Pedro
Segunda epístola de Juan
Tercera epístola de Juan
Epístola de Judas
Apocalipsis