El pragmatismo es una escuela filosófica creada en los Estados Unidos a finales del siglo XIX por Charles Sanders Peirce, protestante, quien tenía una fe “religiosa” en la capacidad de la ciencia para descubrir la verdad. Decía que;
“Si lo que usan los católicos en la misa sabe a vino, huele a vino y emborracha como vino, entonces es vino y no la Sangre de Cristo”
«Las iglesias protestantes sostienen en general que los elementos de la Santa Cena son la carne y la sangre sólo en un sentido figurado, nos nutren el alma como la carne y su jugo nutrirían nuestros cuerpos. Pero los católicos mantienen que son eso, literalmente, a pesar de que poseen todas las cualidades sensibles de una oblea de pan y vino diluido…Nuestra idea de algo es nuestra idea de sus efectos sensibles, y si nos imaginamos que tenemos alguna otra nos engañamos, y confundimos una mera sensación que acompaña a la idea con una parte del propio pensamiento. »
«Hay tres cosas que nunca podemos aspirar a lograr con el razonamiento: la certeza absoluta, la precisión absoluta, la universalidad absoluta».
Su concepto de base es que sólo es verdadero aquello que funciona…
El pragmatismo ve en las consecuencias la manera de caracterizar la verdad o significado de las cosas, se basa en establecer el significado de las cosas a través de las consecuencias, se basa en juicios a posteriori y evita todo conocimiento, por prejuicioso. Así que la verdad y la bondad deben ser medidas de acuerdo con el éxito que tengan en la práctica, de modo que la verdad se debe examinar a través de las consecuencias. El pragmatismo consiste en reducir «lo verdadero a lo útil» negando el conocimiento teórico.
Rechaza el pragmatismo la existencia de verdades absolutas, las ideas son provisionales y están sujetas al cambio, a la luz de la investigación futura.
De este modo nada es verdad, el pragmatismo es la evolución del pensamiento kantiano y de Rousseau, es relativismo que se auto justifica.
Asi, todo lo que la gente quiere que sea verdad es verdad y lo que la gente quiere que exista “existe”. Con esto se pueden justificar todo.
De modo que usando el mismo aforisma podemos decir que, “Si aprueban el aborto post parto, si aprueban la eutanasia, si aprueban la píldora abortiva, si aprueban el consumo de drogas alucinógenas, si aprueban la sodomía, la adopción gay y la zoofilia”, no son asesinos, son pragmáticos…
Se usa la palabra pragmático para aludir a una preferencia por lo práctico antes que por lo teórico, de esta manera el amor, lo bello, verdadero y bueno no existen, porque llegan a la conclusión que lo que no es bueno no es verdadero, es decir los terremotos no existen porque no son buenos, al fin «no existen los hechos, sino solo las interpretaciones».
Pobres Pragmáticos…