“Si los herejes ya no nos horrorizan hoy como horrorizaban a nuestros antepasados, a menudo es la fe, el gusto por lo eterno, lo que ha disminuido“. Lubac
“El discurso manifiesta y encubre el deseo o lo que es el objeto del deseo; de allí el ansia de liberarse de los sistemas de dominación y la lucha contra aquel poder del que quiere uno adueñarse”. Michel Foucault
El nuevo rol del sexo y el poder en un mundo dominado por la ideología de género, en una sociedad donde el sexo ha llegado a ser algo esencial y temible; constituyendo el sexo como un nuevo paradigma de la verdad, inventando nuevas “formas de familia” que nacen por sustitución del paradigma social y de la deconstrucción del rol de familia.
El lenguaje actual lleva al límite al individuo, con un discurso que se expresa y del que no se es dueño, formado en la neurolingüística, un nuevo lenguaje que se desdobla, al extremo de crear nuevos verbos como conversatorio, desconstrucción o empoderamiento, atando al individuo a una especie de panóptico que ‘vigila y castiga’ lo que pensamos sobre nosotros mismos, impidiéndole a la conciencia actuar.
Sugiriendo repetir una y otra vez lo feliz y exitoso que se es, o el derecho que tiene de hacer “cosas”, este “empoderamiento” logra cauterizar el sentido de lo bueno y correcto.
Reduciendo lo esencial del individuo a un humanismo que busca “liberarlo” de los bloqueos que disminuyen su satisfacción óptima, autorrealización y “crecimiento”. Enfocando la experiencia del individuo en el momento presente, liberándolo de lo trascendente, esta propuesta se llama positivismo y afirma que el conocimiento auténtico es el conocimiento científico y que hay que poner la fe en la tecnología, según Compte y Saint Simón.
Empoderar al individuo, es decir darle a cada uno la oportunidad o posibilidad de cumplir su propia voluntad sin límites, tomando en cuenta que desde la civilización griega existen dos paradigmas para concebir la realidad: El espiritualismo y El materialismo, y que el espiritualismo ha sido reducido a un sentimiento bonito y ha sido superado por el cientificismo o positivismo. Nos ubica en esta etapa de la historia donde:
“La virtud capitalista, el sentido de los negocios y una piedad intensa, que impregna y regula todos los actos de la vida; constituye un signo característico de las sectas protestantes. Que han convertido el capitalismo en religión» “La ética protestante y el espíritu del capitalismo” Max Weber
Finalmente Durkheim sostiene que “el trabajo desplaza a la religión como núcleo central de la cohesión social» así, en la medida que se “especializa” el trabajo, el individuo se vuelve más dependiente de la sociedad, menos autónomo, llevando a la desaparición del ser integral, consecuentemente, en él, se producen un cambio de valores que lo llevan a la anomia o ausencia de objetivos sustanciosos de vida -la esperanza de la vida eterna- de este modo, el suicidio, se convierte en hecho social y no individual, explicando el impulso de muerte que tiene sumido a occidente en la decadencia actual.
Los suicidios recientes de Inés Zorreguieta, hermana de la reina de Holanda, Anthony Burdain, famoso presentador y Kate Spade, tienen un enorme significado, ya que eran personas «exitosas» según los falsos valores en que vivimos, pero ello no los previene de la anomia o ausencia de objetivos sustanciosos de vida, es decir de la falta de Dios.
Elvis Presley, Michael Jackson, José Asunción Silva, las hijas de Carlos Marx, Vincent Van Gogh, Robin Williams, Marilyn Monroe, Ernest Hemingway, Janis Joplin, Amy Winehouse, Whitney Houston, Kurt Cobain, y un enorme etc. de famosos se quitaron la vida.
Es la Segunda causa de muerte entre las personas entre 15 y 30 años.
San José, un hombre casto, buscaba un árbol con características adecuadas, lo cortaba, lo preparaba y sacaba de él tablones, que convertía luego en, por ejemplo, la puerta del templo, a la cual daba un exquisito acabado, “tallado con imágenes de naturaleza que podrían ser encontradas en el Edén” (1 Reyes 6,18) Un dia mientras lijaba la madera, alguien le preguntó qué estaba haciendo, él sin detener su labor contestó, «una Catedral».