
El fanatismo anticatólico de los colonos protestantes en Salem, Massachusetts y el escandaloso juicio y ejecución injustos de una lavandera católica, desataron la persecución “puritana” contra las brujas de Salem, que en principio eran solo mujeres católicas.
En 1688, Ann Glover, conocida como «Goody -la buena- Glover», una inmigrante irlandesa, fue condenada a muerte por cargos de brujería, por creer en supersticiones, que es como le llaman los protestantes a la creencia en la Virgen María, es decir por ser católica. Creer en santos, en la oración de intercesión o los signos sacramentales, el agua bendita, el escapulario, el rosario, la sal exorcizada o el oleo santo, el incienso o el uso de medallas de santos, fue prohibido bajo pena de castigo severo, el tener imágenes y esculturas religiosas aún dentro de las casas. Muchas bellas pinturas, monumentos y antiguas obras de arte dentro de las iglesias católicas, fueron destruidas.
La superstición es la corrupción de la fe verdadera, como idolatrar pastores o entregarse a la voluntad de alguno. Se denomina idolatría cuando la persona somete la inteligencia y la voluntad y lo manifiesta exteriormente por palabras, gestos o símbolos y es evidenciada en la perversidad con que los herejes se desnaturalizan de la fe.https://youtu.be/VdRNpZ_EoRU?t=43
Ann Glover fue capturada por Oliver Cromwell cuando él arrasaba Irlanda y la vendieron, como a todos los católicos, con su esposo, como esclavos y fueron enviados a Barbados.

En 1625 se aprobó una ley que ordenaba la venta de presos políticos irlandeses, es decir católicos, a plantadores ingleses. Mientras se encontraba en Barbados, el esposo de Ann Glover fue ejecutado por no renunciar a la fe católica.
Ann finalmente se pudo trasladar al área de Boston, donde los cinco hijos de una familia a la que ella servía cayeron enfermos. Ann Glover fue convocada ante los magistrados y se le ordenó repetir la oración del Señor. Sin embargo, como no hablaba inglés de forma nativa, declaró que solo podía recitarlo en gaélico, ¡un hecho condenatorio! Su respuesta a la pregunta «¿Crees en Dios?» Fue ininteligible a los magistrados, quienes se convencieron de su culpa.
Durante la investigación, se descubrió que era católica, Cotton Mather un pastor protestante la llamó «una escandalosa anciana irlandesa, muy pobre, católica romana, e ignorante y obstinada en la idolatría». Una búsqueda en su casa reveló lo que Mather llamó varias «imágenes pequeñas», de la virgen y santos, lo que confirmó que era una supersticiosa. Cuando Mather la interroga sobre si adoraba o no al diablo, Ann le dijo a Mather que rezaba a una gran cantidad de santos, que Mather interpretó como demonios, acusándola de Idolatra. A pesar que hablaban lenguas diferentes y los traductores eran anticatólicos comprobados, fue condenada. En un momento, le mostraron una de estas «imágenes» y le preguntaron si era una papista. Agarró la «imagen», la apretó contra su corazón y dijo: «¡Me muero católica!»
Camino a la ejecución Ann dijo que matarla sería inútil porque debió haber sido otra persona, no ella, la responsable de la enfermedad de los niños. Cuando se le preguntó quién, ella dijo que no sabía. Sus palabras fueron interpretadas como que debe haber otras brujas operando en el área de Salem.

Ocho mujeres fueron acusadas de brujería por sus vecinos, parecía que todos fueran sospechosos. Para mayo del 1693, catorce mujeres, cinco hombres y dos perros habían sido ejecutados, acusados de hacer tratos con el Maligno.

El 14 de enero de 1697 la Corte de Nueva Inglaterra ordenó un día de ayuno y abstinencia en honor a las víctimas de los juicios de las brujas de Salem. En 1702 la corte declaró los juicios ilegales y rehabilitó el buen nombre y honor de las víctimas.

En 1988 el Consejo de la Ciudad de Boston declaró el 16 de noviembre «Goody Glover Day», por la injusticia perpetrada y reza asi:
No lejos de aquí, el 16 de noviembre de 1688 Goodwife Ann Glover, una anciana viuda irlandesa, fue ahorcada como bruja porque rechazó renunciar a su fe católica. Tras ser deportada de su Irlanda natal a Barbados con su marido, que murió allí por su fidelidad a la fe católica, llegó a Boston, donde vivió unos seis años antes de ser injustamente condenada a muerte. Este memorial se ha erigido para recordar a “Goody” Glover como primera mártir católica de Massachusetts.

