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Arte Sacro

Epidemias

 

Desde el siglo IX se han declarado epidemias del fuego de san Antonio, cuyas consecuencias resultan más temibles, incluso que las de la propia lepra.

Los enfermos «atormentados por dolores atroces lloraban en los templos y en las plazas públicas; esta enfermedad pestilencial, corroía los pies o las manos y alguna vez, la cara». Parecía que las extremidades iban consumiéndose por un fuego interno, se tornaban negras, arrugadas y terminaban por desprenderse, «como si se hubiesen cortado con un hacha». La inmensa mayoría sobrevivía, quedando mutilados y deformados enormemente, por la pérdida incluso de los cuatro miembros.

Esta terrible enfermedad se cree que, en sus orígenes, era debida a la ingestión de pan amasado con harina de centeno, contaminada por el cornezuelo del centeno, un hongo que se desarrolla sobre todo en los años húmedos, en las espigas del centeno, el alcaloide principal del cornezuelo del centeno es la ergotamina, O LSD.

La intoxicación (ergotismo) puede ser aguda, mortal, con trastornos vasomotores: hormigueos en los miembros, vértigos, pulso pequeño y lento, insensibilidad. Después de un verdadero estado tetánico con períodos de depresión, torpeza, delirio alucinatorio, la muerte sobreviene pronto por asfixia. En medio de dolores espantosos. Solo se cura haciendo el camino de Santiago.

Esta enfermedad se ha conocido también como Ignis sacer, fuego de San Antonio, fuego del infierno, erisipela pustulosa, herpes zoster o culebrilla.

La última epidemia declarada como fuego de san Antonio se dio entre los campesinos rusos en el año 1888. Pero no ha sido la única pandemia.

Empecemos con la epidemia más antigua reportada, que fue de viruela y que mato al faraón Ramsés V hace 3180 años.

Luego tenemos la del 165 d.C. o plaga antonina, que durante 15 años mató 5 millones incluido el emperador Marco Aurelio.

En el 541 la plaga de justiniano, el primer brote de la bacteria Yersinia pestis (Peste negra), acabó con el 40% de la población de Constantinopla y durante dos siglos mató a 50 millones de personas.

La peste negra volvió Europa entre las cobijas de los mongoles, entre 1347 y 1351, mató a más de 75 millones de personas, la mitad de la población europea y un 20% de la población mundial.

En 1492 la viruela y el sarampión llegaron a América, matando el 90% de los indígenas americanos.

La viruela regreso en el siglo XVIII y mató 40 millones de europeos, incluidos 5 reyes.

Para 1855, la peste negra ataco Asia, matando 15 millones de indios y chinos.

La llamada gripe española, que se originó en China, mato 50 millones de personas entre 1918 y 1919, pero ha sido la viruela, la ganadora, ya que solo en el siglo 20 mató unos 300 millones de personas, arrasando al sida, que a pesar de que los medicamentos son gratis para los portadores, ya va por los 40 millones de víctimas.

 

Por #bottegadivina

Bottega Divina es un Canal dedicado a aplicar la tradición moral Cristiana a situaciones críticas en la política y la sociedad. Abogamos y velamos por la aplicación de los principios fundamentales de la sociedad, como el derecho natural, en los ámbitos políticos y sociales.

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