Sor Maria de Jesus de Agreda en el año 1650 nos revela lo que místicamente sucedió Después de la crucifixión. En el conciliábulo que hicieron los Demonios.
La caída de Lucifer con sus demonios desde el monte Calvario al profundo del infierno, fue más turbulenta y furiosa que cuando fue arrojado del cielo. Y fue mayor su infelicidad y turbación; porque los condenados recibieron nuevo horror y pena dispuesto por el justo Juez, porque sus pecados dejaron en el mundo raíces y daños para otros, que por su causa se condenan.
Atormentaron los demonios a Judas con nuevas penas, por haber vendido y procurado la muerte a Cristo.
Lucifer dijo: Es notorio que, el Hombre Dios, por espacio de treinta y tres años nos ha engañado, alcanzando de nosotros el triunfo que ha ganado con la misma muerte que, para destruirle le procuramos.
Antes que tomara carne humana le aborrecí, y por esta resistencia fui derribado del cielo; pero más que todo esto me atormenta hallarme tan vencido y oprimido de este Hombre y su Madre.
¿Qué haremos ahora, o vasallos míos? ¿Cómo restauráremos nuestro imperio? ¿Cómo cobraremos fuerzas contra el hombre? ¿Cómo podremos ya vencerle? Si con la imitación de Cristo siempre nos vencerán? y todos alcanzarán la felicidad que nosotros perdimos; todos se humillarán hasta el polvo, y padecerán con paciencia, y se salvaran.
Ea, demonios de mi séquito, es el tiempo de ejecutar la ira contra Dios. Deliberemos por qué medios lo haremos, deseo en esto vuestro parecer.
A esta formidable propuesta de Lucifer respondieron algunos demonios de los más superiores y convinieron todos en que no era posible ofender a la persona de Cristo, ni destruir la eficacia de los Sacramentos, algunos demonios de mayor astucia y malicia, dijeron: Verdad es que los hombres tienen ya nueva doctrina y eficaces Sacramentos, y abogada en esta nueva Mujer; pero las inclinaciones y pasiones de su carne siempre son unas mismas. Determinaron que se procurase conservar en el mundo la idolatría, determinaron se inventasen nuevas sectas y herejías en el mundo; y que para todo esto buscasen los hombres más perversos y de inclinaciones depravadas, de aquellas venenosas serpientes brotaron la secta de Mahoma, las herejías de Arrio, de Pelagio, de Nestorio, y cuantas se han conocido en el mundo, y se encargaron de buscar hombres impíos para introducir errores y herejías.
Otros demonios tomaron por su cuenta pervertir las inclinaciones de los niños, y de hacer negligentes a sus padres…; que no entiendan la virtud de los Sacramentos, o que los reciban en pecado. Y así ha sido desde entonces…