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Parabola Vino Nuevo

Vino nuevo

Nadie pone un remiendo de paño nuevo a un traje viejo; de lo contrario, romperá el nuevo, y el remiendo, tomado del vestido nuevo, no ajustará sobre el viejo.” Ni echa nadie el vino nuevo en cueros viejos; de lo contrario, el vino nuevo romperá los cueros viejos y se derramará, y los cueros se perderán;” sino que el vino nuevo se echa en cueros nuevos, y nadie que tenga vino añejo quiere el nuevo, porque dice: El añejo es mejor. Lucas 5:37-39

«Despojaos del hombre antiguo con todos sus actos» (Efe 4:22). En el mismo sentido aconseja que no mezclemos las acciones del hombre antiguo con las del nuevo.

Enseña a que nos abstengamos, no sólo de la concupiscencia de los alimentos, sino que también de la alegría de los placeres mundanos. Esta gracia que pertenece al alimento espiritual no puede concederse a los hombres entregados todavía a sus antiguos vicios. Dice también que ellos son semejantes a unos odres viejos; de donde prosigue: «Y ninguno echa vino nuevo en odres antiguos».

Se da a conocer la fragilidad de la condición humana cuando nuestros cuerpos se comparan a las pieles de animales muertos.

Los apóstoles también son comparados a los pellejos antiguos, porque cuando reciben el vino nuevo de los preceptos espirituales, más bien se rompen que lo contienen. De aquí prosigue: «Porque de otra manera el vino nuevo rompe los odres, y el vino se vierte», etc. Fueron ya odres nuevos cuando fueron renovados por medio de la oración y de la esperanza, después de la ascensión del Señor, y cuando recibieron el Espíritu Santo, por el deseo que tenían de ser consolados. De donde prosigue: «Mas el vino nuevo debe echarse en odres nuevos, para que ambos se conserven». Porque Nos robustecemos interiormente con el vino, y nos cubrimos exteriormente con el vestido. El vestido son las buenas obras que ajustamos exteriormente, con las que lucimos ante los hombres. El vino es el fervor de la fe, de la esperanza y de la caridad.

El vino nuevo, a causa de su fermentación natural, está lleno de vapor, y con su hervor y agitación expele de sí la impureza material. Este vino es el Nuevo Testamento, al que no pueden contener los odres antiguos, que se han envejecido por la incredulidad. Además, se rompen por la excelencia de la doctrina, y dejan perderse la gracia del Espíritu, porque la sabiduría no puede entrar en un alma malévola (Sab_1:4).

Los sacramentos son misterios que no deben administrarse a un alma no renovada, porque bien dice, el que come mi cuerpo indignamente come su propia condenación.

Por #bottegadivina

Bottega Divina es un Canal dedicado a aplicar la tradición moral Cristiana a situaciones críticas en la política y la sociedad. Abogamos y velamos por la aplicación de los principios fundamentales de la sociedad, como el derecho natural, en los ámbitos políticos y sociales.

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