En el Mundo pagano el páter familias era el hombre que no dependía de nadie (No tenía Dios) y de quien dependían los demás. No importaba que estuviese soltero o casado, podía disponer de la vida de cualquier miembro familiar, venderle como esclavo o darle muerte. Podía también abandonar legalmente a un hijo, arrojándolo en los vertederos públicos, nacido de cualquiera de sus mujeres o reconocerlo. Podía concertar casamientos de los hijos, por encima de su voluntad.
El parentesco natural, carecía de valor civil, era dueño de sus esclavos y de sus hijos tanto como de sus mujeres, y su ganado, quienes no tenían derechos ni podían ser cabeza de familia, incluso los griegos no pasaban el tiempo libre con sus mujeres, a las que solo visitaban para procrearse, los agnados estaban sometidos a la potestad del pater quien al morir legaba a su Hermano la paternidad. La mujer no era agnada de sus hijos, su condición era la de hermana agnaticia de sus hijos.
El jefe de familia era también el sacerdote de la religión familiar, no fue hasta el año 313 que el cristianismo logró, calificar de parricidio el asesinato de un hijo por su padre.
La familia se origina en Dios, ésta fue iniciada con la primera pareja de la tierra (Adán y Eva)
La familia tiene su origen en el matrimonio o unión entre un hombre y una mujer. Sus hijos naturales y la familia extendida que son sus parientes cercanos o lejanos, “creced y multiplicaos”.
La sagrada familia, es el modelo que Dios viene a fundar con sus sacramentos, es la perfección que el cielo viene a mostrar de lo que debe ser, la familia Cristiana. Una institución fundada por Cristo.
Antes de Cristo, no existía el sacramento del matrimonio, solo existían contratos legales que se podían romper fácilmente y los miembros de la familia eran propiedades, que se podían vender como esclavos o transar como moneda de cambio, incluso darles muerte no era delito.
La familia la funda Jesús al declarar la abolición del divorcio, y, al cuerpo, templo del espíritu santo. Tanto así, que hasta los baños públicos, que eran compartidos, se volvieron individuales.
El propósito de la familia cristiana, que existe hace 2000 años, es mantener el bienestar de sus miembros y de la sociedad, las familias ofrecen, estructura y seguridad a medida que los miembros maduran y participan en la comunidad, es dentro de las familias donde los niños reciben el legado de la tradición y los valores cristianos, aprenden lo que Dios transmitió, la Herencia divina, para la vida futura, el anhelo al cielo y la santidad, como la fuente del amor de Dios, a través de las obras de misericordia y se reciben los dones del espíritu santo, los niños aprenden a tratar a sus semejantes, como Hermanos en la fe.
“Abolir la familia” es la meta que los comunistas Marx y Engels impusieron. “El primer antagonismo de clases coincide con el desarrollo del antagonismo entre el hombre y la mujer unidos en matrimonio monogámico, y la primera opresión de una clase a la otra, con la del sexo femenino por el masculino”
La (secta)…que estará entonces en poder, promulgará leyes inicuas con miras de deshacerse de este Sacramento, haciendo fácil para todos vivir en pecado y fomentar la procreación de niños ilegítimos nacidos sin la bendición de la Iglesia”. Profecía de la Virgen del Buen suceso 1594
Pío IX, declaró a San José «Patrono de la Iglesia Católica»
Pío XII en 1955, declaro el 1 de mayo día de san José obrero.
Benedicto XV lo declaró patrono contra el comunismo
«Es deber a todos los hombres que se ganan el sustento por sus fuerzas y su trabajo, conservarse inmunes del contagio del socialismo, el enemigo más acérrimo de la sabiduría cristiana, ante todo les proponemos fervorosamente a San José para que lo elijan como guía particular de su vida y lo veneren como patrono».
Papa Pío XI, consagro a San José la causa contra el comunismo:
“Para acelerar la paz de Cristo, por todos tan deseada, contra el comunismo ateo. San José cumpliendo con fidelidad los deberes diarios, ha dejado un ejemplo de vida a todos los que tienen que ganarse el pan con el trabajo de sus manos, como ejemplo viviente de la justicia cristiana, que debe regular la vida social de los hombres”