Dios creó al hombre a imagen de Dios, lo creó varón y mujer, y los bendijo diciéndoles: procread y multiplicaos y llenad la tierna . (Gen. 1, 27-28)
La palabra nuptiae aparece una sola vez en la vulgata en el antiguo testamento, mientras que en el nuevo está, desde las bodas de Caná hasta “las bodas del Cordero” que corresponden al apocalipsis.
La Palabra Matrimonio, gaméo, en griego o matrimonium, en latín. No aparece ni una sola vez en la biblia de los 70 en lo que corresponde al antiguo testamento.
Esto es prueba de que no solo el sacramento del Matrimonio, sino la palabra “Matrimonio” del que solo se habla a partir de Cristo, es decir en el nuevo testamento, No existía en el mundo pagano. la palabra matrimonio derivr de la expresión «matris munium» proveniente de dos palabras del latín: la primera «matris», que significa «madre» y, la segunda, «munium», » cuidado».
Jesucristo explica a sus discípulos este origen divino del matrimonio: ¿No habéis leído, como, Él que creó al hombre al principio, ¿lo hizo varón y mujer? Y dijo: por ello el hombre dejará a su padre y a su madre, y los dos serán una misma carne. (Mt. 19, 4-6)
En la sociedad pagana, la unión formal, el connubium -en Latín y en derecho Romano- era utilizado solo por los poderosos, por las clases altas o para sellar contratos para evitar guerras y para engendrar hijos de reyes. Tanto que en derecho se impedía el matrimonio entre patricios y plebeyos.
Ya en el derecho romano, para contraer matrimonio era necesario que ambos contrayentes ostentaran la ciudadanía romana. Cualquier otra unión era considerada un concubinato («contubernio»). Matrimonium es el estatus jurídico de una mujer casada, razón por la cual su maternidad es legal, el derecho a ser madre legítima. Mientras que el derecho a casarse se llama cunnubium. Así se garantizaban hijos para el patriciado, pero el divorcio era común.
El matrimonio no es un contrato, sino una alianza, es decir, es un acuerdo entre dos personas libres y conscientes. Unidad de hombre y mujer. Es para toda la vida, corriendo la misma suerte los dos. Con una vida en común, llamada a amarse.
Cic1614 En su predicación, Jesús enseñó sin ambigüedad el sentido original de la unión del hombre y la mujer, tal como el Creador la quiso al comienzo: la autorización, dada por Moisés, de repudiar a su mujer era una concesión a la dureza del corazón (Mt 19,8); la unión matrimonial del hombre y la mujer es indisoluble: Dios mismo la estableció: «lo que Dios unió, que no lo separe el hombre» (Mt 19,6).
Que todos respeten el matrimonio y ninguno manche la unión conyugal. Dios castigará a los licenciosos y a los que cometen adulterio. (Hebreos 13, 4). De allí que fornicar es un pecado de muerte en el decálogo.
El grave error que hoy se corre, es pretender que cualquier unión sea un matrimonio, cualquier unión puede existir libremente o no, entre individuos o incluso como está de moda, entre animales, pero no se le puede llamar matrimonio, que es específicamente un sacramento católico.
Lo demás se llama connubio, unión, enlace, himeneo o como se quiera y se lleva a cabo, en el mundo pagano, con o sin tener en cuenta la voluntad de los contrayentes, incluso contra su voluntad o por la fuerza, muchas veces legitimando la posesión forzada, o uniendo unos animalitos con fines reproductivos o económicos.
Y se puede llevar a cabo en una playa, en un potrero, en un corral o cualquier lugar.
Según el concilio de Trento y los Concilios de Lyon de 1267 y de Florencia de 1439. el sacramento del matrimonio solo se puede recibir en una iglesia católica, entre un hombre y una mujer, católicos, bautizados y por un sacerdote católico. Y es indisoluble. Si no es así es inválido y una burla a Dios.
Mia, 15, sits with her new 27-year-old husband during their wedding in Bangladesh’s Tangail district Aug. 11, 2017. Allison Joyce for Foreign Policy (Getty) MARRIAGE_053_kk.jpg ** FILE ** San Francisco Mayor Gavin Newsom stands between newlyweds Cissie Bonini, left, and Lora Pertle, during a reception at San Francisco City Hall in this Friday, Feb. 13, 2004, file photo. To hear Mayor Gavin Newsom tell it, his decision to order the city to grant marriage licenses to same-sex couples was purely an act of principle. But, as other cities and jurisdictions move to follow his lead, the 36-year old Newsom has cemented his stature as one of the nation’s best-known mayors and one ofthe Democratic Party’s brightest lights. Hundreds of same sex couples crowd S.F. City Hall to get married after the City passed legislation allowing same sex couples to marry. Photo by Kim Komenich in San Francisco.